Capítulo X

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Con una enorme sonrisa de satisfacción, Terry despertó mas temprano de lo normal, tenía muchos pendientes por resolver. Tomó un rápido baño, se vistió y bajó en dirección a la cocina.

Tras comer algo rápido se dirigió a la biblioteca para hacer unas cuantas llamadas y resolver el asunto de la ventana quebrada, necesitaba ademas personal de seguridad para que lo sucedido la noche anterior no se repitiera, y no se refería precisamente a lo que pasó dentro de la habitación de Candy —sonrió de medio lado al recordarlo —sino al "incidente" de la ventana quebrada.

Al levantar el teléfono, notó que este no tenía señal. Era extraño, si bien era cierto que la tormenta de la noche anterior fue fuerte, tampoco era como para que la linea telefónica se hubiera caído, de haber sucedido así, lo mas lógico sería que el tendido eléctrico tuviera el mismo problema.

Sus alarmas se activaron. Se puso de pie y salió de la Villa. Necesitaba cerciorare que sus sospechas eran ciertas.

—¡Demonios! —siseó con la mandíbula apretada al encontrar el cable telefónico cortado. Alzó la mirada y observó todo a su alrededor. Apretó los puños al ver marcas de pisadas las cuales siguió y lo llevaron hasta la ventana quebrada. Apretó los puños.

—¿Y esto? —levantó un guante femenino —de Candy no es —dijo tras inspeccionarlo.

—Terry —Sofia lo llamó

—¿Que haces levanta tan temprano? —le preguntó el castaño a su pequeña y traviesa hermana ocultando el guante dentro de su pantalón.

—Tenía mucha hambre —se encogió de hombros —¿cuando regresaremos a casa?

Con lo que acababa de descubrir, ni loco dejaría sola a Candy y a Anthony en Villa Ardley.

—Hasta que nuestros padres y los Ardley regresen. ¿Por qué, no te estás divirtiendo?

—Si lo hago —respondió Sofia con una sonrisa, se la pasaba muy bien con Anthony, peleaban pero hasta eso era divertido —pero necesitamos ropa limpia —sonrió —bueno yo la necesito, tu puedes usar la ropa del señor Archibald —Terry hizo una graciosa mueca al imaginarse con la ropa del elegante —incluso Nick podría usarla, pero yo no puedo usar la ropa de Anthony ni mucho menos la de Candy. La pura mención de la ropa de Candy hizo que Terry recordara lo ocurrido la noche anterior. —¿Sucede algo? —preguntó Sofia frunciendo el ceño.

—¿Por que lo preguntas?

—Estas sonriendo como un tontolín.

—¡Eh! —me has llamado tonto.

—No lo hice —sonrió inocente —he dicho tontolin —guiñó un ojo e hizo un ademán con sus pequeños deditos para que se acercara. Terry rodó los ojos pero se agachó para estar a su altura. —Candy anda muy feliz y la escuché suspirar después de decir tu nombre.

El corazón de Terry se desbocó —¡Ah si! —sonrió —y que mas escuchaste —era la primera vez que no le llamaba la atención por se tan entrometida.

—Dijo que había pasado la mejor de las noches, que tu habías sido muy especial y gentil con ella y que la habías hecho tocar las estrellas —Terry sonrió de medio lado —¿como lo conseguiste?

—¿Que cosa?

—Que tocara las estrellas —rodó sus ojitos azules.

—Bueno eh...cof, cof, cof. —Terry fue víctima de un ataque de tos, su entrometida hermana lo tenía atrapado.

—Vamos dímelo, así podre decirle a Anthony que me ayude a hacerlo.

—¡Eh! —Los ojos de Terry se abrieron como platos  <<Un momento>>.. no había nadie en casa con quien Candy pudiera hablar.

Recuperando El PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora