Last First Kiss

Capítulo 11

—¡Oh Dios mío!, ¡oh Dios mío!, ¡oh Dios mío!

Levanté la vista y Rachel corrió hacia nosotros.

—¿Qué sucede? —preguntó Cole.

—¡Pase! —exclamó.

—¿Qué? —preguntamos al unísono.

—¡Estoy en un grupo!, ¡Iré a la casa de los jueces!

Nos miramos sorprendidos y no dudamos en abrazarla fuertemente.

—¡Te lo dije! —exclamé saltando—. ¡Eres muy buena para irte!

—Solo espero que mis compañeras sean agradables.

Cole se arrodilló, juntó sus manos y observó hacia un reflector, que lo iluminaba como 'la luz celestial'.

—Dios, si le das a Rachel un buen grupo yo... uh... —pensó unos segundos—... dejo la droga.

Ambas soltamos una sonora carcajada, Cole se levantó del suelo y se encogió de hombros.

—Eh... Cole... —dijo Rachel—, nos estaban grabando.

Cole se volteó, y observó una cámara, que enfocaba hacia nosotros. El rubio pasó su mano por su cabello y se rió.

—Serás un gran ejemplo para las fans —comenté.

—Las Colistas estarán muy orgullosas —dijo él.

Me observé con Rachel y no logramos aguantarnos la risa.

—¿Colistas? —pregunté sin parar de reír.

Él asintió.

—Y las tuyas son las ___tioners —dijo.

Me reí y negué con la cabeza.

—No quiero que mis fans lleven mi nombre.

—¿Entonces qué? —preguntó.

—Debo meditarlo y... ¿qué estoy diciendo?, ¿quién dice que tendré fans?

—¿Quién no querría ser tu fan? —preguntó Rachel.

—¿Todo el mundo? —pregunté.

La castaña me dio un zape.
Bien, quizá exageraba.

***

(...)

—¿Quién será tu juez invitado? —le preguntó Ed a Cher.

—Invitaré a Demi... ella siempre quiso volver y quiero que me acompañe —explicó—. ¿Y tú?

—Intento contactarme con el rizado, pero el imbécil no quiere contestar —explicó el anaranjado—. ¿Qué hay de ti Zayn?

Mi mirada estaba perdida en la pantalla de mi celular, mientras batallaba conmigo mismo para decidir si llamarla o no.
El bootcamp ya había terminado y no pude estar a solas con ella ni cinco minutos, era frustrante.
¿La llamo o no la llamo?, ¿contestará o cortara?, ¿y si le envío un mensaje?, ¿y si está con su hermana y estoy arruinando su tiempo juntas?, ¿y si dice que no?... ¿¡Y si dice que sí!?
Lo que odiaba de discutir conmigo mismo era que, siempre terminaba haciendo lo contrario de lo que quería hacer.
Un Zayn diablo apareció en mi hombro derecho y un Zayn ángel en el izquierdo.
Sí, así de loco estoy.

—Llámala, arriésgate, la palabra prohibido no es rival para Zayn Malik —dijo el diablo a mi derecha.

—Pero Simon puede descubrirte, y ella sufriría las consecuencias —habló mi ángel.