Saga nombres✨Libro»2
Soph supo de alguna manera el día que conoció a Hatake Kakashi que era como si estuviesen hechos el uno para el otro. Cada que estaban juntos en una habitación, se podía palpar la química y ver las chispas volando entre ambos. E...
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Sophora Saki
Miré al hombre frente a mí con los brazos cruzados. Estaba muy molesta.
—¿Al menos te llamas Sukea?
El chico frente a mí suspiró mientras negaba y se quitaba las banditas moradas que tenía debajo de sus ojos. También se quitó una peluca.
Demonios, era aún más guapo así. Soph, concéntrate. Estás molesta.
—No suelo tener mucho tiempo libre y tampoco puedo salir mucho sin que me reconozcan. Soy Hatake Kakashi, el sexto Hokage.
Abrí los ojos sorprendida.
Me acerqué a él y tomé la sábana. Le revolví un poco el cabello y después le tapé la mitad de la cara.
—Woah, definitivamente sí eres el sexto.
—¿Estás molesta? —lo miré como si estuviese diciendo un chiste.
—¿Estás bromeando? Si hubiera sabido que eras el sexto, jamás habría accedido. —bufé—. Eres muy guapo, pero no puedo estar metiéndome por las noches en la cama del Hokage, ¿te sientes bien?
—Disculpa, este es el disfraz que utilizaba cuando mis alumnos querían ver mi rostro y Sukea los ayudaba. No fui a ese bar con esa intención, solamente quería beber pero... —volteó la mirada sonrojándose—. Sé que acabo de conocerte, pero siento que te he buscado toda la vida.
Lo miré muy seria, sonrojándome igual que él. Me senté mientras procesaba la información que había dicho el peliplata.
Las personas de mi clan eran capaces de sentir emociones de una manera que no podía explicarse. Podíamos, de cierta forma, ver y sentir nuestro destino.
—¿También lo sentiste? Creí que solo había sido yo. En realidad, me siento un poco avergonzada. Yo no suelo meterme con el primer chico que se me cruce en un bar. —admití.
Y era verdad. Jamás había hecho tal barbaridad. En primera, porque era peligroso, yo no sabía si el chico tenía malas intenciones. En segunda, porque había escapado de Suna por una decepción amorosa.
Siempre había escuchado que todos decían que ser del clan Saki era una bendición, pues podías ver el hilo rojo de las personas. Pero no resultaba una bendición cuando la persona de la que estabas completamente enamorada y a unos meses de casarte, veías que el hilo rojo del que creías el amor de tu vida, estaba atado al de otra persona.
Muchos pensaban que nosotros podíamos ver a quién estaba conectado nuestro hilo, y eso no era cierto. Nadie del clan Saki podía ver dónde terminaba su hilo rojo, y creo que era completamente razonable. Por eso, cuando vi que el hilo rojo de mi ex prometido estaba conectado al de la chica que iba a hacer mi vestido de novia; rompí en llanto y terminé con el compromiso.
