Kakashi Hatake
Una hora, dos minutos, cincuenta y tres segundos. Eso era exactamente el tiempo que tardaría Sophora Saki en cruzar las puertas de la oficina.
Habían pasado unas semanas desde nuestro primer encuentro. A eso le prosiguieron unas cuantas salidas esporádicas mientras personificaba a Sukea que, de alguna forma, me hacían sentir completo y no lograba entender porqué.
Tic, toc. El reloj no parecía hacer otra cosa que no fuera recordarme lo ansioso que estaba por verla.
Suspiré cuando me di cuenta que era la séptima vez que leía el mismo renglón del papel que tenía en la mano.
No estaba funcionando esto de esperar a Soph.
Me revolví el cabello frustrado. ¿Cuándo fue la última vez que me sentí tan ansioso? ¿Cuando en la pelea contra Kaguya no era más que un simple espectador?
Kakashi, cálmate. Es sólo una chica.
Pero era exactamente eso lo que me preocupaba. Al conocer a Sophora Saki, pude ver que no era como cualquiera de las chicas que había conocido.
No buscaba una relación estable y nada más quería divertirse un rato. Tenía un pasado amoroso que asustaba y que, al parecer; la había lastimado tanto que no era capaz de olvidarlo.
¿Cómo iba a pedirle que aceptara una cita conmigo si yo ni siquiera era capaz de recuperarme del dolor de mi pasado? A pesar de haber encontrado a Rin y Obito, no me dio la tranquilidad que necesitaba.
Aún todas las noches me despertaba por la pesadilla que me había atormentado desde que era un niño: yo atravesando a Rin con mi mano.
Me levantaba y lavaba mis manos hasta que la sensación se iba.
Pero cuando Soph estaba conmigo, ni siquiera me daba cuenta cuándo era que me quedaba dormido. Había algo en ella que llamaba y quería averiguar qué era.
Tocaron la puerta.
—Pasen. —dije.
—Hokage-Sama. —dijo Soph mientras hacía una reverencia— ¿Me llamó?
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Soph ⚡️ Hatake Kakashi
FanfictionSaga nombres✨Libro»2 Soph supo de alguna manera el día que conoció a Hatake Kakashi que era como si estuviesen hechos el uno para el otro. Cada que estaban juntos en una habitación, se podía palpar la química y ver las chispas volando entre ambos. E...