Hoy es día 30 de junio de 1934. Ha pasado más de un año y deje de escribirte porque estaba muy centrada en encontrar a mi hermano. He removido cielo y tierra para encontrarlo, pero nada. Lo bueno de este tiempo es que he tenido a Christa y a mi cámara a mi lado. No sé qué hacer ya, no sé a quién recurrir ni nada. En este tiempo he vivido y vivo con Christa y las cosas han ido a peor en Alemania. Hitler quería eliminar a los militares más radicales de las SA porque los veía como una amenaza. Además, así conseguiría el apoyo del ejército. Ese hombre es repulsivo, me da asco. Hoy he estado paseando con Christa por las calles, pensando que más podíamos hacer cuando de repente oímos chillos y voces. Christa me cogió del mano y empezó a correr, pero yo la pare y le dije que no me podía ir que tenía que ver qué pasaba. En ese momento me salió mi instinto de periodista, aunque tenía un poco de miedo. Ella me miró como si estuviese loca, pero finalmente fuimos hacia donde provenían los ruidos. Nos escondimos en una esquina y vimos que estaban asesinando al jefe y a los principales dirigentes de las SA en la cúpula. Me quedé impactado y empecé a hacer fotos, pero "se me congelo la sangre" cuando vi que uno de ellos era mi hermano. Mi hermano estaba ayudando a Hitler, no me lo podía creer. Quise gritar e ir hacia allá, pero Christa me cogió del brazo y me sacó de allí tapándome la boca. Yo estaba llorando y quería que me soltase para poder ir allí y decirle a mi hermano que como se le estaba ocurriendo ayudar a ese hombre. Christa me soltó, me abrazo y me dijo que tenía que haber una explicación razonable y que me tenía que calmar. Me calme y deje de llorar, Christa tiene razón, debe haber una explicación y llegaría al fondo de esto.
Amigo he decidido seguir en este día porque estos pasaban y cada vez estaba más confusa con esto de lo de mi hermano. Decidí escribir una carta a mi jefe para contarle todo esto y pedirle un favor. En esta carta estaban las fotos que también hice cuando presencié los asesinatos. Le relate como estaba la situación aquí y le dije que publicara este testimonio como una fuente anónima, que corriera la voz y que pusiera de titular "La noche de los cuchillos largos". Esto no se podía permitir. A Christa no le parecía muy buena idea ya que la podía liar bastante, pero aun así me apoyaba. Al cabo de unos días me llegó una carta de mi jefe y me dijo que sí, que lo iba a intentar meter en la primera plana. Pasó una semana y el periódico salió internacionalmente, la noticia también sonaba ya hasta en la radio. A pesar de eso nadie reaccionaba ni decían nada. La gente tiene miedo.
Hoy es 2 de agosto de 1934 y Christa y yo estábamos desayunando en la cocina como siempre escuchando la radio cuando en la emisora Berlins Hitradio dijeron: "Últimas noticias, Hitler ha conseguido unir los cargos de canciller y presidente en uno solo. Con esto ha conseguido obtener el control sobre todas las fuerzas armadas". En ese momento me quede estática. Ahora sí que estábamos perdidos, pero no me iba a rendir, tenía que averiguar primero porque mi hermano esta con ellos y luego tenía que parar esto, había que hacer algo.
Espero que os este gustando esta historia. Los días de subir capítulo son uno si y otro no, es decir son cuatro capítulos por semana.
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Querido diario...
AléatoireEsta es la historia de una chica que va en busca de su hermano a Alemania y le pilla la guerra, la Segunda Guerra Mundial. Ella va sin nadie, solo con su cámara de fotos. Es una historia apasionante, en la que su mayor tesoro y amigo es un diario q...