Ayla Ackermann---- 15 de septiembre de 1935

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Querido diario de nuevo te deje de escribir porque no he tenido tiempo de escribirte hasta ahora. Han pasado muchas cosas y tengo que contártelas. Ha pasado más de un año ya que hoy es 15 de septiembre de 1935. Alemania se está convirtiendo en un infierno ya que han estado fomentando el odio contra otras razas y etnias, pero sobre todo con los judíos. A estos lo están persiguiendo para matarlos o llevarlos a los campos de concentración. Fred lleva escondido en casa de Christa todo este tiempo, el pobre está muy asustado. Con todo esto los alemanes se creían una raza superior frente a todas las demás y cada vez estaban más unidos. Ese era su objetivo y lo están consiguiendo. Durante todo este tiempo me he tenido que cambiar el nombre y hacerme documentos nuevos como que soy alemana. Me lo he tenido que hacer prácticamente por seguridad, sobre todo. Esto lo pude hacer gracias a Christa que tenía un amigo que sabe hacer estas cosas y pues gracias a él lo pude hacer. Ahora soy Ayla Ackermann, elegí este nombre por su significado. Este significa "roble" y un roble es fuerte y yo me consideró una persona muy fuerte y luchadora. Con Christa las cosas han sido un poco raras e incluso incomodas desde aquel día en el que estuvimos muy cerca de besarnos. Tengo miedo y este era el gran secreto que ocultaba y que dije que te contaría más adelante. Soy homosexual y cada día me estoy enamorando más de Christa y no sé qué hacer. Como bien mencione antes Fred está encerrado en la casa y no sale para nada. Está muy asustado. Nosotras lo intentamos distraer, y algunas veces sí que funciona. Fred y yo nos hemos vuelto muy buenos amigos ya que todos los días por la noche, cuando termino de escribirte se viene a mi cama. Él sabe todo lo de Christa y me ayuda mucho. Con el me puedo desahogar y me aconseja. Él me dice que se lo diga tan solo para quitarme ese peso de encima. Él cree que a Christa también le gusto, pero yo tengo miedo porque y si después de que se lo diga todo cambia. Además, que la homosexualidad no está bien vista, la gente cree que es una enfermedad. Yo estuve años castigándome por sentirme atraída por las mujeres, pero al final entendí gracias a mi hermano que me ayudó mucho a que esto no es malo, que uno no elige de quién se enamora y que no deja de ser amor, aunque sea una persona de tu mismo sexo. Lo malo es que este amor no se puede mostrar en público y hay que tener mucho cuidado porque por esto te pueden matar. Por todas estas cosas no puedo decírselo, nos pondríamos en peligro y yo no quiero eso. A mi hermano desde la noche esa no lo he vuelto a ver. Al menos sé que está bien. Necesito volver a verlo, pero no sé cómo hacerlo. Hoy estábamos todos en casa, en el sofá, cuando de repente fuera se empiezan a escuchar gritos de un judío. Este estaba gritando que se habían promulgado ya las leyes de Núremberg, que era una injusticia todo esto. Estaba acercándose a nuestra casa cada vez más cuando de repente sonó un disparo. El chico, que no tendría más de 15 años cayó al suelo. Christa estaba alucinando, Fred estaba llorando y yo no pude emitir ningún sonido. Oímos que los nazis se estaban acercando para llevarse el cuerpo y cerramos rápidamente las ventanas. Fred se fue a su cuarto ya que dijo que necesitaba estar solo. Christa me miro y yo la mire a ella. Se me empezaron a caer las lágrimas y ella vino y me abrazó. Me sentía segura en sus brazos y estuvimos como 10 minutos así y sin hablar. Esa ley hace que los judíos pierdan el derecho a ser ciudadanos alemanes y además se prohíbe que las personas se puedan casar con ellos. Lloro de rabia y de tristeza. Esas leyes son racistas, como se puede ser tan despiadado, tan frío para hacer una cosa tan poco humana. Christa y yo nos separamos, me pregunto que si estaba mejor y yo asentí. De repente el lugar se invadió de silencio. No podía mantenerle la mirada, estábamos muy cerca. Ella rompió el silencio y me dijo que iba a ver como estaba Fred. Estaba yendo ya hacia la habitación cuando de repente volvió hacia donde yo estaba y me dio un beso en la mejilla. Se fue y yo me quedé atontada tocándome la mejilla. Cuando salí del trance te cogí y me puse a escribirte en el salón. Ya es día 16 de abril de 1935 y no sé si ha sido un sueño o no, pero creo que Christa fue la que me cogió en brazos y me trajo hasta la cama, ya que me quedé dormida en el salón. Creo recordar que me dejó en la cama y antes de salir me beso la mejilla y me dijo te quiero. No sé si esto ha sido real o simplemente es producto de mi imaginación. Me levanté y me dirigí a la cocina y allí estaban Fred y Christa con muy malas caras. Le pregunte qué les pasaba y me lo contaron todo. Resulta que Alemania se ha unido a él Sarre, un territorio que pertenecía a Francia (en la frontera entre Francia y Alemania). Con esto inmediatamente Hitler anunció y estableció el servicio militar obligatorio para todos los hombres e iban a ir casa por casa para llevárselos a todos. Cuando escuche esto me puse muy blanca y solo sé qué me desmaye. No recuerdo nada más. 

La imagen de arriba es el pasaporte nuevo de la protagonista.

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