Cada peculiaridad hacia a Zach controlar algo diferente, su ojo izquierdo era dorado, tan cálido como el sol, por lo cual hacia a los otros humanos comportarse a conveniencia de él. El derecho, plateado y frio como el metal brillante, con él, los objetos se movían como el pequeño niño deseaba, Su piel era blanca, blanco espeso, hacia parecer a Zach albino, pero esa podía tener la temperatura que todo requiriera. Cabello amarillento, sangre verde, dientes exorbitantes y afilados, huesos en forma de objetos –como su columna que tomaba forma de una manecilla- esa era la extraordinaria vida de Zach, simplemente colosal.
Pasaron seis años y como si los deseos de Gregory estuvieran para que Zach los cumpliera, niños indefensos, cortesanas, sirvientes, la mitad de la población era semejante a Zach, pero solo con una característica, una peculiaridad.
Estaba bien, ahora todos podían defenderse, los pobres, mendigos, lisiados, niños, mujeres, enfermos, inferiores dejaron de serlo. Enfrentar la crisis ahora era una posibilidad que todos podían considerar, pero a los demás no les pareció correcto que les fuera arrebatado el poder que ellos gozaban, ellos deseaban seguir, mantener el perfil. La partera que ayudo a dar a luz a Zach delato a Gregory por una buena cantidad de dinero, sentenciándolo a muerte.
Esa mañana la casa tenía un aroma a huevos revueltos recién cocinados, Gregory observaba a su pequeño jugar con su comida mientras derretía un trozo de chocolate que conservaba desde ayer, Zach era feliz, no por el simple hecho de que sonriera a cada minuto sin razón alguna, él lo tenía todo. Victore caminaba de aquí a haya con ociosidad, tronando sus dedos, mordiendo sus labios, arrastrando los pies.
-Cariño, ¿Qué es lo que pasa contigo? -se escuchó la voz ronca de Gregory desde el comedor.
-Algo no está bien. - respondió la mujer rubia.
- ¿Qué necesitas? - pregunto poniéndose de pie frente a ella.
No necesito nada, cariño. Siento que algo falta. – Dijo Victore caminando hasta él. - Pero, aun no averiguo que es.
-Tal vez es algo para Zach
-No me hace falta nada, papá. Estoy bien. - Respondió el niño con el cabello perfectamente pegado al cráneo y la camisa acomodada.
- ¿Seguro?, porque a tu madre le hace falta un poco de...
- ¿Magia?
-Si.
El chico apenas iba a moverse cuando un grupo de hombres armados con palos, picos, todo tipo de armas, allanaron en su hogar, utilizando la fuerza necesaria arrastraron a Gregory a la calle, el joven solo podía pensar en su familia, Victore abrazaba a Zach con fuerza mientras otros hombres los mantenían inmóviles, la escena era trágica, cada golpe hacia Greg era un grito desgarrador de Victore, pero Zach no hacía nada, Zach tenía la orden de no defender a su padre. Con todo el dolor del mundo, el resistió. Resistió hasta que los jadeos y gritos de Gregory cesaron, hasta que su noble corazón dejo de latir, hasta que su alma dejo de luchar.
Victore vio el cadáver de su noble esposo hasta que los hombres dejaron el lugar. Zach lo observaba con dolor, pero su corazón sufría más cada que veía a su joven y recién viuda madre. Ella permaneció inmóvil, sollozando y respirando con dificultad, su corazón estaba destrozado, su alma perdida y el amor de su vida la había dejado.
El pequeño niño cuido de su madre, quien apenas podía vivir con la dolorosa enfermedad que había contraído, no era un virus que viajaba en el aire, ni una enfermedad que viajaba en sus venas, ni siquiera era una simple depresión cotidiana, era una mujer con el corazón roto. Por las noches despertaba gritando y por el día reprimía sus gritos, pero jamás dejaba de llorar. Por doce meses revivió la tormentosa muerte de Gregory, en sus sueños melancólicos y en su vida sin sentido.
"La caza de brujas", en Cherry Hill ya era presente, Zach se ocultaba incluso mientras dormía, en cada rincón, en cada residencia, todos buscaban a Zach, a Victore, a los chicos que había convertido,
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EL ORIGEN DE LAS BRUJAS MITCHELL -MINI HISTORIA-
FantasyGregory Mitchell experimenta con el vientre de su esposa quien alberga al primer brujo en pisar la tierra. Zach Mitchell ayuda a todos aquellos marginados que merecen más creando toda una nueva especie de brujos y brujas. Cada uno de ellos contiene...