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Melissa Pov's
—Entonces.... ¿No irás? — Me preguntó mi hermano en la puerta de mi habitación.
El se iría al funeral de nuestra madre, yo sabía que no lo soportaría, así que decidí quedarme.
—No....
—Estás en todo tu derecho hermanita — Dijo acariciado mi pelo —Cuidate y no hagas estupideces — Me dijo para luego darme un beso en la mejilla —Adiós.
Cerró la puerta y se fue, el volvería en un mes, pasaría un tiempo con nuestra familia y ya.
Ya había pasado una semana desde que murió y mi madre, una semana desde la que no salgo, una semana que no paraba de llorar, una semana en la que sentía que todo era mi culpa, que si no hubiera existido.... Todo esto no estaría pasando.
Decidí dejar de hacerme la depresiva y bajar al lobby, que, para mi suerte, nótese mi sarcasmo, estaba el cast juvenil, ya que Blake y Eden se hospedan en el hotel.
Al verme todos corrieron hacia mi y hablaban al mismo tiempo.
—¡Melissa! ¿Por qué desapareciese tanto tiempo? — Me reclamó Talabis.
—Murió mi madre — Dije actuando como si estuviera bien.
Los chicos abrieron los ojos como platos.
—Yo... Yo lo... siento Mel, no... no quise.... — Balbuceó Talabis.
—No te lamentes, lo hecho, hecho está, ahora, a lo que viene — Suspire.
Agarré un vaso de agua que me serví, lo tomé de un trago y señalé a Dante. El me miró con una ceja arqueada y le hize una señal de que me siga, la cual el aceptó. Lo guié a mi habitación y entramos.
—No se que más tengo que hacer para disculparme, así que tu dímelo — Dije sentandome en la cama.
—Esto.
—¿Que? — Dije confundida.
—Quería que te disculpes individualmente. Ahora hazme un sermón — Dijo sonriendome.
Joder, como extrañaba esa sonrisa.
—Mira Dante no se si tienes segundo nombre Albidone, me disculpo, en serio, se que fui una idiota y una insensible, pero ahora te voy a contar algo, por que confío en ti, y estoy segura de que te volvería a besar, solo a ti.
Dante me miraba, sin previo aviso me levantó de la cama, enrollando mis piernas en su cintura y me empezó a besar, el apretó su agarre, presionando mi trasero a lo que yo solté un leve gemido. Pasé mis manos por su nuca, pude sentir como su piel se herizaba por el contacto de mis manos, ya que por alguna extraña razón, siempre están frías.
Nos separamos por la falta de aire y rei al ver sus rulos despeinados.
—¿Me amas? — Me preguntó
—Te amo — Contesté —Ahora, te voy a contar lo que me a estado pasando.
El asintió y se sentó en la cama y yo me senté a su lado.
—Creo que hace unos cinco meses, más o menos, me han estado llegando cartas de un hombre, decía que la verdad iba a salir a la luz, y que si sabía mi segundo apellido. Yo por lo que sé me llamo Melissa Kate Sheehan.... Y.... El es el hombre que... Mató a mi madre— Le expliqué, una lágrima traicionera se deslizó por mi mejilla.
—Dios, Mel — Dijo abrazándome y sentandome en su regazo, quedando frente a frente.
—Me está acosando hace tiempo.... Me siento culpable por la muerte de mi madre, sabe todo lo que hago. Por eso mis ataques de pánico aumentaron. Me odio a mi misma, Dante.... — Dije para luego romper en llanto.
El me abrazó, acurrucandome, uno de sus brazos pasaba por mi espalda y el otro por mi cabeza, tratando de protegerme de absolutamente cualquier cosa.
—Melissa, no olvides que siempre voy a estar para ti, tampoco olvides que te amo — Me susurró.
Seguimos abrazados hasta que alguien tocó la puerta. Yo me bajé de su regazo y me saqué las lagrimas, para luego abrir la puerta. Encontrándome a los demás del cast juvenil.
—Lamentamos interrumpir, pero, íbamos a salir a algún parque o algo así y queríamos invitarte.
Yo miré a Dante y el asintió.
—Bien — Dije —Pasen y esperenme unos minutos.
Omnisciente.
Los chicos se repartieron por la habitación, mirando algunas cosas.
Pero algo llamó la atención de Eden, al ver un estante, pudo divisar unas pastillas antidepresivas, la chica las tomó disimuladamente y fue hasta el baño, allí golpeó la puerta.
—Mel, quiero hablar contigo, en privado.
—Pasa.
La chica pasó, cerró la puerta y le mostró las pastillas.
—¿Que es esto?
—Si no estuviera tomando eso, ya estaría muerta por haberme suicidado.
—Maldita sea Melissa, te dije que pueden contar conmigo en todo momento, deja estas mierdas y ponte feliz de alguna manera.
—Valeee — Dijo la chica para agarrar las pastillas y tirarlas por el retrete —Ya está.
—Genial, vamonos — Las chicas salieron del baño y se fueron del hotel.
Caminaron un rato hasta llegar a un tipo de campo, estaba vacío y era público.
—¡Las traes! — Dijo Melissa tocando el brazo de Dante y empezando a correr, acción que los demás imitaron.
—¡Oh vamos! — Se quejó Dante.
Los chicos corrían y se divertían. Ahora las traía Aidan, y el sabía muy bien su objetivo. Empezó a correr a Melissa. Los dos tenían una persecución muy graciosa, se tropezaron con piedras y a veces se caían.
—¿¡Como corres tanto!? — Preguntó Aidan ya cansado tirándose al suelo.
—Tengo mis secretos — Dijo la chica también tirándose al suelo.
Los demás se acercaron y formaron estre todos una ronda, se acostaron el suelo y empezaron a ver las nubes.
—Mira, esa tiene forma de brócoli — Dijo Aidan mirando una nube.
—Creo que ser vegano te afectó — Respondió con gracia T.J
—Chicos — Los llamó Melissa, ganándose la atención de todos —Alguna vez.... Sintieron.... ¿Miedo? Y no me refiero al miedo que te da una pesadilla. Me refiero al miedo que hace que te duela el pecho y que te cueste respirar — Dijo la chica enderezandose.
Los chicos se sentaron y la miraron confundidos, menos, Dante.
—Me están acosando — Confesó.
—¿Que? — Dijeron todos a la vez.
Melissa suspiró.
—Hace aproximadamente 5 meses, me han estado llegando cartas de un hombre, diciendo que la verdad saldría a la luz, ¿Que verdad? No lo sé... me preguntó si sabía mi segundo apellido, siempre va vestido de negro y....
—Emmm Melissa — Dijo Ethan apuntándo atrás mío.
Estaba el hombre.
Y se acercaba.
Mierda.
Nota: Pinches calenturientos ahreajsjjas. Estoy siendo muy generosa actualizando tanto ajsjajs.
