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Capítulo dedicado a esta chica sadcaramelapple, simplemente, gracias

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Capítulo dedicado a esta chica sadcaramelapple, simplemente, gracias.

Omnisciente (Final)

Melissa miraba con nostalgia Toronto, sentada en una silla de su balcón, se había sacado un peso de encima y debía disfrutar la paz, "La paz está sobrevalorada, Melissa" le dijo Jack una vez, recordaba muy bien las palabras de Jack, y fue algo que la dejó pensando ¿Entonces por qué todos la buscamos? Era una de esas preguntas que no tendrían respuesta.

El aire fresco pegaba en la cara de la chica, ella cerró los ojos y se recostó en el asiento, dándole una sensación de serenidad que no había experimentado hace bastante, había logrado dejar su cabeza en blanco después de tanto tiempo.

Hoy se marchaba de Toronto, y se marchaba con grandes enseñanzas y cicatrices, algunas no habían cerrado, pero era cuestión de tiempo.

Escuchó como alguien entró a su habitación y se sentó a su lado, también admirando la vista, ella no sabía quién era hasta que un peculiar aroma llegó a sus fosas nasales.

Era el olor de la colonia de Dante.

Al instante, sus músculos se tensaron y congelaron, la presencia de Dante la ponía muy nerviosa últimamente.

Sus manos se pusieron más heladas de lo normal, al igual que su cuerpo, su respiración se hizo más rápida y su cuerpo no respondía.

—Está bien, no pasa nada, tranquilizate — La voz de Dante era grave y rasposa, se podía escuchar a kilómetros que estaba herido.

La chica, algo temblorosa, abrió los ojos, encontrándose con la mirada de Dante, tan penetrante y hermosa como ella la recordaba.

—Lo siento — Agachó la cabeza —Lo siento tanto — Sollozó.

—Te veo arrepentida — Suspiró —Pero estas perdonada, aunque no podemos volver — Dijo Dante.

La chica ahogó un fuerte sollozo y asintió.

—Solo....¿Puedo tocar tu mano una vez más? — Ella quería grabar el tacto de Dante.

El chico la miró y alargó su mano, Melissa la tomó y cerró los ojos, grabando el tacto de Dante en su mente, luego de unos segundos la soltó.

—Adiós, Melissa — Dante se paró.

—Adiós — Dijo con un hilo de voz.

Escuchó como la puerta se cerraba tras ella.

Ahora sí, pudo sollozar un poco más fuerte.

Desde la parte de afuera, Dante escuchó el sollozo de la chica, el cerró los ojos fuertemente y se fue.

| 𝑭𝑳𝑰𝑮𝑯𝑻  8 | 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓 • 𝑫𝒂𝒏𝒕𝒆 𝑨𝒍𝒃𝒊𝒅𝒐𝒏𝒆 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora