Omnisciente
Una vez, en uno de sus tantos encuentros, Dante le dijo a la chica "El sabor de tus labios es tan adictivo" y siguió besandola, a Melissa no le hacía mucha gracia eso de pasar babas, pero con Dante, podía hacer una excepción.
Quien diría que eso ya no iba a pasar.
Se sentía la peor persona del mundo ¿Como pudo hacer eso? Lastimó al que la amaba, al que la quería con sus defectos y todo.
En el camino hacia el auditorio, Melissa no dijo una sola palabra, el ambiente entre Aidan y Melissa era tenso y raro, iba a ser difícil cantar así.
Lo bueno es que vería a Trinity, pudo hacerse amiga de ella inmediatamente, su radiante energía y su sonrisa deslumbrante hacia sonreír a todos.
Al llegar, todos bajaron de la camioneta, Melissa respiró el aire fresco y entró al auditorio, miraba todo, era la primera vez que cantaría frente que tantas personas.
Fue caminando hasta su cuarto asignado, al entrar se dio cuenta de que había alguien en su silla.
—Me tienes abandonada, Melissa — Reconoció esa voz al instante.
—Sadie.
—Hola — Se paró y miró a Melissa, las dos se abrazaron como si no se hubieran visto en años.
—Te extrañé tanto pelirroja — Le hizo saber una vez que se separaron.
Se quedaron viendo.
—A mi no me puedes mentir tan solo con una capa de maquillaje — Le dijo Sadie.
Melissa suspiró.
Le iba a contar, no tenía nada mejor que hacer.
Empezó por contarle lo que estaba pasando con el hombre, la chica escuchaba atenta, sin poder creer lo que su mejor amiga narraba.
Narró el incidente en el edificio.
Y la cereza del postre, el engaño.
Ya para este momento a Melissa le picaban los ojos y la nariz.
—Dios Melissa — Se limitó a decir Sadie.
—Yo lo amaba, ni siquiera yo se porque lo hice — Se apoyó en la mesa y agarró su cabeza —Soy una idiota, me odio.
Sadie daba leves palmaditas de apoyo en la espalda de la chica tratando de apaciguar el dolor.
—Lo que hiciste está mal, si, pero hay arreglo.
—¿Que? Ya no Sadie, le hice esto dos veces, no me perdonará de nuevo.
—Tampoco hay que ser pesimistas.
—Volveré a L.A, no tenemos donde quedarnos — Dijo con un atisbo de tristeza —Dejaré esto atrás, y cuando tenga que grabar la otra temporada, volveré — Dijo con la voz quebrada.
Sadie abrazó a su amiga.
—Tranquila, algunos te trataron como mierda, así que, si te tratan como mierda, tratalos como mierda.
—¿Que clase de consejo es ese? — Dijo divertida.
—No lo se, quedaba bien y lo dije — Dijo sonriendo.
—Le diré a Robert.
—Buena decisión.
—Ahora.
—¿Ahora?
Melissa asintió y Sadie sonrió.
Melissa salió corriendo hacia donde estaba su hermano, el cual al verla llegar así, le prestó toda su atención.
—Debemos hablar, de algo importante.
—¿Vale?
—¿Te acuerdas de todas las veces que casi muero? No fueron casualidades, me están a acosando, osea, casi me matan varias veces, y me manda cartas diciéndome que si se mi segundo apellido y que la verdad va a salir a la luz y — Robert la interrumpió.
—Espera un segundo ¿Por qué no me dijiste antes Melissa? — La chica bajó la cabeza —Ay dios, sabía que esto iba a pasar algún día — Suspiró tratando de tranquilizarse —Ve a dar el show, luego te explico.
La chica, confundida fue hacia donde estaba Aidan, ya había bastante gente, lo cual puso algo nerviosa a Melissa.
Se había sacado un peso de encima al contarle eso a su hermano, el se había enojado un poco si.
Le causaba curiosidad que su hermano había dicho que sabría que pasaría eso, no entendía a que se refería.
Llegó a los camerinos y se encontró con Trinity, a la cual saludó efusivamente.
—Te extrañé Mel — Dijo Trinity besándole las mejillas.
—Yo también Try — Dijo riendo.
Luego de su reencuentro, fueron a retocarse el maquillaje y el cabello, se vistieron y esperaron su momento de cantar.
Cuando llegó el momento de Melissa, esta divisó a Dante en el publico junto a los demás.
Aaah..... Como deseaba que el esté con una sonrisa de emoción y no con su semblante serio.
La chica salió hacia el escenario empezaron a aplaudir, la chica sonreía levemente.
Empezaron a cantar mientras tocaban la guitarra, el sentido de la canción se apoderó de Melissa y empezó a cantar con sentimiento, algunos hasta llegaron a llorar.
Al momento de la última palabra de la canción Melissa la dijo con voz quebrada.
"Adiós....."
Esa era, todos empezaron a aplaudir y hasta a llorar, Dante estaba en esa cuerda floja, con lágrimas en los ojos se fue del auditorio, Melissa salió del escenario y corrió hacia Dante.
—¡Dante! ¡Dante por favor! ¡Espera!
El chico se giró, dejando ver unas ojeras y ojos rojos que decían que el no había dormido en toda la noche a causa del llanto.
Melissa sollozó.
—Perdoname, por favor, no quise hacerlo, nunca en mi patética vida había conocido a alguien tan maravilloso como tú, yo te amo Dante, perdóname por favor — Dijo derramando lágrimas.
El chico se acercó y tomó la mano de Melissa.
La chica lo miró con esperanza.
Abrió la mano de esta y puso la pulsera roja que le había regalado.
La chica creía en la leyenda del hilo rojo, así que le había regalado una pulsera de hilo rojo.
—No puedo, Melissa — El chico cerró la mano de esta y se fue, la chica se quedó llorando, en la entrada con la pulsera del auditorio.
Sola.
Sin Dante.
Sin su mitad.
La chica apretó el agarre de la pulsera y sollozó, el maquillaje estaba corrido y se podía ver su estado deplorable.
Entró al auditorio tratando de pasar desapercibida a todos, fue a su habitación de ahí y sacó su maquillaje.
—Melissa.... Wow — Dijo Robert al entrar —¿Que pasó? — Dijo acercándose a la chica.
—Lo engañé Robert, soy una idiota — Melissa bajó la cabeza.
—No es momento para mal de amores, te tengo que explicar lo del hombre.
Melissa asintió.
ESTÁS LEYENDO
| 𝑭𝑳𝑰𝑮𝑯𝑻 8 | 𝑨𝒊𝒅𝒂𝒏 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒂𝒈𝒉𝒆𝒓 • 𝑫𝒂𝒏𝒕𝒆 𝑨𝒍𝒃𝒊𝒅𝒐𝒏𝒆
أدب الهواة•𝙼𝚎𝚕𝚒𝚜𝚜𝚊 𝚂𝚑𝚎𝚎𝚑𝚊𝚗, 𝚞𝚗𝚊 𝚏𝚒𝚐𝚞𝚛𝚊 𝚙𝚞́𝚋𝚕𝚒𝚌𝚊, 𝚕𝚕𝚎𝚐𝚊 𝚊 𝚃𝚘𝚛𝚘𝚗𝚝𝚘 𝚌𝚘𝚗 𝚞𝚗𝚊 𝚗𝚞𝚎𝚟𝚊 𝚙𝚛𝚘𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚕𝚊𝚋𝚘𝚛𝚊𝚕, 𝚕𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚕𝚕𝚊 𝚗𝚘 𝚜𝚊𝚋𝚎 𝚎𝚜 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚜𝚎 𝚟𝚒𝚊𝚓𝚎 𝚚𝚞𝚎 𝚎𝚛𝚊 𝚜𝚘𝚕𝚘 𝚕�...