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Ya había pasado una semana y ahora estaba Jimin aquí en el aeropuerto.

-¿Jimin ya pasaste nuestras maletas?–Pregunto Yoongi.

-Si señor, ya está todo listo, sólo esperemos que llamen para abordar–Le dijó Jimin sin verlo.

-¿Que tanto haces?–Preguntó Jennie.

-Elijo el personal de la casa, el señor Yoongi es muy estricto con todo–Dijo Jimin y luego abrió los ojos cuando se dio cuenta lo que dijo.

-¿Soy molesto?–Preguntó Yoongi con una ceja arqueada.

-No, ja...

-Si, demaciado pero así te queremos–Le dijo Jennie y tomó algunas fotos para la red.

Yoongi se cruzó de piernas y de brazos.

-No se por que los soporto...

-Decimos lo mismo–Dijó Jennie.

Jimin quería reír pero se abstuvo cuando anunciaron que abordarán el vuelo 09-67. Los tres se levantaron y entraron al avión.

Buscaron sus lugares y se sentaron, Yoongi dispuesto a dormir y Jennie a hablar con Jimin de todo tipos de cosas menos la vida privada por que eso era un tema muy aparte de Jimin... por no decir un tema prohibido.

♠️♠️

Llegaron al aeropuerto de Seúl al atardecer, tomaron otro avión para ir a Busan por que Jennie se marea en tren.

En Busan fueron recibidos por una limosina. Subieron el equipaje y se dirigieron hacia la casa que ya estaba lista para ser habitada.

-¿Jimin ya llegaremos?–Preguntó Yoongi dos minutos después de salir del aeropuerto. -Quiero una cama para dormir–Se quejó recostado en el asiento.

-No se como te queda tiempo para escribír si duermes todo el tiempo–Comentó Jennie.

Yoongi la fulminó y cerro los ojos descansando.

-Cuando lleguemos te aviso–Le dijo Jimin viendo por la ventana.

-¿Cambió?–Preguntó Jennie.

-No mucho.. no mucho–Susurró Jimin con un pesado suspiro. -A veces no cambian las cosas pero si las personas.

Jennie asintió tomando whiskey que había en la limosina.

Llegaron a la casa minutos después y Jimin despertó a su jefe. Salieron del auto y entraron a la casa, el conductor y un guardia entraron las maletas.

Un hombre que era el encargado de la casa entrego las habitaciones a su respectivo huésped.

Jimin dejo su maleta y bajo al primer piso, reunió a todo el personal de la casa y explicó cómo debían ser con Yoongi.

Explicó los horarios de comidas pero que los primeros días sería algo flexible por el cambio de países, los ruidos, como debían tratarlo, las cosas que le gustaba y las que no, la suficiente información para que nadie fuera despedido en esa semana.

Subió a dormir pero no podía, se sentó en el balcón mirando la parte trasera de la casa dejando ver un cielo oscuro con poca estrellas y media luna, pensaba en si mañana llame a sus amigos y decirles que ya estaba en la ciudad.

Una y otra vez y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora