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Jimin volvió a casa, por lo mismo despistado dejo las rosas en el auto y entró para recibir a su hijo con la mejor sonrisa del mundo.

Era bueno no tener unidos los dos mundos.. el de trabajo y el personal, así le daba las mejores coartadas para seguir con su planes.

♠️♠️

Jimin se encontraba en el studio de la casa arreglando unos documentos tranquilo, tenía música en su celular y un trozo de pastel a un lado..

Sonó su celular dejando la música de lado, miró quien era y sonrió al leer el nombre, contestó y lo colocó en altavoz.

-Hola kookie, ¿que
haces?–Saludó Jimin
cariñosamente.

-Hola bebé, si te digo
que pensándote me
creerías?.

-Talvez..–Los dos rieron.
-¿Enserio que haces?.

-Revisando un lote de
cámaras que nos enviaron..
y tu?.

-Revisando documentos,
ordenandolos y eso–Jimin
respiró profundo. -¿Haremos
algo más tarde?.

-Te tengo una sorpresa,
podemos vernos en una
hora.

-Creo que si..

-Te paso a recoger bebé.

-Ujum, chao besos.

-Mas para ti cariño.

Jimin cortó la llamada y siguió escuchando música tranquilamente. Su cometido era terminar rápido los archivos para irse a ver con su amante.

Revisó la hora y empezó a guardar sus cosas en su mochila, se puso el saco y abotono dos botones del estómago.. se puso la mochila en el hombro y tomó su celular y auriculares en la mano.

-¿Ya te vas Jimin?–Preguntó Jennie bajando las escaleras.

-Si señorita–Jimin le sonrió leve. -¿Como esta?.

-Bien Jimin, mejor..–Jennie bajó las escaleras y lo abrazó. -Gracias a ti–Habló ella suave.

-No señorita, eso fue gracias al señor Yoongi que la ama tanto que adsedio a dejarla esas semanas en la clínica... ahora está mucho mejor–Jimin la separó y acomodó su cabello detrás de su oreja. -No defraude el amor que el señor Yoongi siente por usted...

-Cambiare por él, por que lo amo mucho para perderlo–Jennie sonrió con dulzura.

Jimin asintió y suspiró.

-Ahora me voy.. ya dejé la orden que le preparen la mejor cena.

Jimin se despidió y salió de la casa, se puso los audífonos y dejo reproducir la música para caminar hasta la parada del bus.

Minutos después un auto negro se detuvo en frente de él, la ventanilla se bajó y dejo ver a un hermoso hombre con una enorme sonrisa.

Una y otra vez y para siempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora