Las lágrimas

503 36 3
                                    

-No están ni Juleka ni mi mamá, así que siéntete libre de hablar.

Luka le pasó una taza de té y ella le agradeció con la cabeza.

Después de encontrársela en la escuela no quiso que estuviera sola, así que la convenció para que lo acompañara a su casa. Quería asegurarse de dejarla más tranquila.

A Marinette no le causo problema, Luka era de las pocas personas que podían calmarla.

Luka se sentó junto a Marinette en la cama y espero a que ella hablara. Tampoco la quería presionar.

-Perdón por haber reaccionado así enfrente de... pues, de todos. No quería soltarme a llorar pero no he tenido una gran noche -terminó mientras tomaba un sorbo de su té.

Luka le prestaba toda la atención.

-Puedo preguntar, ¿qué pasó?

Marinette tomo aire y suspiró.

-Kagami hoy se le va a declarar a Adrien, me lo dijo ayer en la tarde... y yo no voy a hacer nada.

-¿Ya no sientes nada por Adrien?

Luka lo dijo con un tono calmado, pero por dentro tenía un poco de esperanza de que la respuesta fuera un no.

Marinette guardó silencio mientras contemplaba su taza de té.

-No es eso. Es solo que yo ya tuve mi oportunidad... -dijo y una lagrima resbaló por su mejilla-. Lo conozco desde hace tiempo, mucho más que Kagami y yo jamás dije nada, y talvez no lo hice porque no quería perder su amistad si es que me rechazaba. Pensé que podía tener más tiempo, que podía seguir ahí siendo buena amiga y tal ves, solo tal ves, él se daría cuanta de que yo lo quiero más que como un amigo. Pero la realidad me pego en la cara.

-Entonces, no vas a hacer nada.

Luka tenía el corazón apretado. Marinette está pasando por lo mismo que él, y él tenía la esperanza de que ella no lo sufriera, no es un sentimiento que recomienda.

-Así es -contestó y lo miró a los ojos por primera vez desde que llegó -. Mi llanto no es porque voy a perderlo, porque no lo haré, el seguirá siendo mi amigo. Lloro porque no fui lo suficientemente valiente. Lloro por ser tan cobarde. Lloro porque... se que no puedo cambiar.

-Eso no es cierto -contestó tomando la mano de Marinette.

-No, si lo es -y volvió a desviar la mirada-. Puedo ser valiente mientras se trata de ayudar a los demás, pero cuando se trata de mi soy una total cobarde.

Las lágrimas caían sin parar, pero eran lágrimas silenciosas. Luka las limpió cuidadosamente.

-Marinette, esto ya lo he dicho, pero lo volveré a decir -le agarro con delicadeza la barbilla para que lo mirara de nuevo -. Eres de las personas más valientes y sinceras que he conocido, el que no hayas podido declararle tus sentimientos a un chico no te hace menos valiente. Yo creo que incluso te hace más abnegada, porque Marinette, tu siempre estás pensando en el otro y tratas de que tus decisiones no le afecten y le hagan daño. Eres tan valiente, que prefieres sufrir primero tu.

Marinette sabía que podía encontrar en él el consuelo que necesitaba.

Bebió lo que quedaba de su té, y después lo miró con una sonrisa y con las últimas lágrimas que iba a derramar.

-Gracias.

Luka le quito la taza de las manos y la colocó en su buró. Se acercó más a Marinette y le acomodó un mechón detrás de la oreja.

-No tienes nada que agradecerme, solo digo lo que veo.

Marinette rompió el espacio que había entre ellos y lo abrazó.

El le correspondió el abrazo y le acarició el cabello con mucha ternura.

-Siempre voy a estar aquí.

Elígeme a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora