𝑬́𝒍, vive atormentado por su pasado.
𝑬𝒍𝒍𝒂, vive con el peso de su identidad.
Tan parecidos, pero a la vez distintos entre ellos.
Mismo sueño, mismo objetivo.
Quizá sean 𝒄𝒐𝒎𝒑𝒂𝒕𝒊𝒃𝒍𝒆𝒔.
O quizá no.
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𝑭𝒂𝒎𝒊𝒍𝒚
ꕥ
«—¡¿No pudieron conseguir gente mejor?!»
Si, de eso se quejaba Naomi.
Eran demasiados villanos, eso era cierto, pero había perdido la cuenta de a cuantos había vencido ya.
Y no era por que ella fuera fuerte, para nada, después de todo seguía siendo una aspirante.
¡Pero esos tipos eran demasiado débiles!
Si bien era cierto que en un principio estaba aterrada y tenía dificultades contra ellos, apenas encontró un patrón le fue fácil acabar con una buena parte de ellos.
Y no lo encontró por que ella fuera inteligente, sino por que ellos eran unos completos imbéciles.
Sumándole el hecho de que encontró a su compañero de clase, Ojiro, y unieron fuerzas.
—¡Ojiro! ¡A la izquierda!
El chico movió su cola con fuerza hacia la dirección indicada por la pelinegra, logrando asestarle un golpe a uno de los villanos que iban tras él. Mientras tanto la pelinegra se encontraba luchando a puño limpio con una chica, también villana.
Llevaban un rato peleando y, aunque la mayoría de los villanos eran débiles, no podían negar que se estaban cansando.
Después de todo, ellos sólo eran dos, mientras que del bando opuesto eran demasiados.
—¡Yoshioka-san! ¡Arriba!
La menor de los aspirantes alzó la mirada solo para encontrarse una ráfaga de fuego que iba en su dirección.
La chica con la que estaba luchando anteriormente, poseía un quirk que le permitía controlar el fuego.
Naomi dio un salto hacia atrás, logrando por poco esquivar el ataque.
Decidió que era hora de utilizar su don.
—¡Ojiro! ¡Inhala todo el aire que puedas y mantenlo! —el chico la observó extrañado— ¡¿Qué esperas?! ¡Hazlo!
El chico, aun sin comprender a su compañera, acató su orden, mientras que ella extendía sus brazos hacia adelante.
—Sin oxigeno no puede haber fuego. —sentenció en el momento que activó su quirk.
Albergó una gran cantidad de aire en sus pulmones y comenzó a dispersar los átomos de oxígeno que había en el área.
Su compañero la observó confuso, pues las manos de la chica estaban siendo envueltas por una estela de luz de un tenue color cerúleo.
