Tú eres mi única armonía - VIXX Leo y tú

Sinopsis

[Debido a varias confusiones que quieren ser evitadas, aclararé, que, en esta historia la educación está organizada de la siguiente manera: jardín, primaria, secundaria y universidad. Esperando su compresión y apoyo los dejo con la sinopsis. ^^]

(Tn) tiene el sueño de convertirse en una artista, su especialidad: violín. ¿Por qué? Pues porque, como a muchos otros, el sonido del violín la cautivó cuando menos se lo esperaba. Su corazón se aceleraba y sus ojos se abrían con un pequeño resplandor en ellos cada vez que oía una melodía pura y original, para sus pequeños oídos, tocada por cualquier músico callejero. Pero como todo sueño tiene un obstáculo, el suyo era su propia familia. Al parecer, a su madre no le basta con que sea el primer lugar de todo el colegio, también quiere decidir por ella y hacerla asistir a una universidad de prestigio. No tiene un padre; hace mucho que no lo ve y no sabe de él. ¿Hermanos o hermanas? Ni uno solo.

Por otro lado está Leo o Taekwoon, el chico nuevo que entra en una extraña época, faltando solo dos años para que termine el colegio, se hace rápidamente popular por su aspecto físico, su helada personalidad y sus sobresalientes notas. Felizmente, su anterior colegio quedaba demasiado lejos del nuevo porque si aquel rumor o su único secreto volvía a atormentarlo quizás, esta vez sí, su cabeza iba a traicionarlo para siempre. Su única salida la podía encontrar en la música; su suave voz acompañada por sus melodiosas tocadas de piano eran lo que le daba color a su insípido día a día.

Cualquiera diría que al tener la misma afición ambos se llevarían de maravilla pero por culpa de aquel tonto malentendido creado la primera vez que sus caminos se cruzaron ninguno de los dos se soporta. "La música une a las personas", es la frase que salva a este par y ata sus lazos con mayor fuerza, incluso si ambos tienen una pareja a la cual deberían serle fieles. Sin embargo, el secreto de Leo es descubierto por (Tn) y lo único que esto hace es prender aquella pequeña chispa que se había creado hace mucho tiempo.

–A mí... me gusta mucho Leo –mi mejor amiga estaba parada frente a mí con una valentía que jamás había visto en ella, sus puños estaban apretados y sus ojos empezaban a ponerse vidriosos.

«Lo sé», pensaba sin encontrar consuelo alguno.

–Aunque sea débil, no vo... voy a dejar que me lo quites –a pesar de que los labios de Sharon estuvieran temblando y sus lágrimas bajando por sus mejillas, mi corazón ya no podía detenerse.

–Lo siento, Sharon –abrí mi boca solo para decir lo peor–. Yo también...

–¡NO LO DIGAS! –me calló con ese grito que dejó a todo aquel que pasaba por ahí con la mirada en nosotras –. Por favor, no lo hagas. Por... favor... –su voz se había quebrado e inútilmente intentaba acallar su llanto con ambas manos puestas sobre su boca.

«Yo también...», continué en mi cabeza lo que ya no me atrevía a decir con mi boca.

Era increíble, el dolor que se esparcía por todo mi pecho parecía que nunca se iba a ir y las lágrimas que, sin piedad alguna, abrían su propio camino eran imposibles de retener.

«Yo también me he enamorado de él.»