Tú eres mi única armonía - VIXX Leo y tú

XI. Cha Hakyeon

Desde que era niño esta pregunta siempre se estancaba en mi cabeza:

"¿Podré ser feliz?"

Hoy se cumplen 5 años...

Me dejé engañar por una amistad extraña. Él me prometió que si le hacía caso, no importa lo que pasara, yo iba a ser feliz.

Cha Hakyeon me juró una amistad eterna.

...Vaya engaño.

Tuve que mudarme al otro lado del país para comenzar de nuevo, eso terminó siendo un fracaso. Aún sigo recordándolo en sueños que parecieran durar una eternidad. Su expresión sombría sigue rondando esa sonrisa de alivio que puso al momento de...

-Jung Taekwoon, ¿estás escuchándome?- delante de mí se encontraba Sharon, quien intentaba mantener una conversación mientras almorzábamos sin importarle que muchas veces mi mente divagaba por el lado que quería ocultar.

-Disculpa, me distraje nuevamente- fui completamente sincero pues no había razón para no serlo.

-¿Otra vez? Cielos, ¿qué es lo que te tiene tan distraído?- ella reía.

Por alguna razón su forma de ser, hablar y hasta incluso reír me recordaban a él... a N.

-Si hay algo que te está molestando, ¿por qué no me cuentas? Quizás eso puede ayudarte un poco. Digo, solo si deseas... no es que dejaré de preocuparme por ti si decides no decírmelo... ¡Ah, no! Lo siento, ¿eso sonó muy directo? Quiero decir, sí me preocupo por ti, pero no quiero que pienses que te estoy presionando o algo así... Ah... lo siento.

Muchas veces, inconscientemente, mi cuerpo se adelantaba solo por querer que la persona sentada frente a mí se convirtiera en Cha Hakyeon o quizás... en un absurdo reemplazo.

-No te preocupes- acaricié su cabeza levemente-, estoy bien.

De igual forma, mi sonrisa salía sin darme cuenta y comenzaba a sentirme cómodo... casi como si hubiera vuelto a casa después de ausentarme por muchas décadas.

-Oh, en...entiendo- podía notar como sus mejillas se sonrojaban mientras evitaba mi mirada y comía rápidamente.

«Ah... Ya veo, a ella le gusto», pensé.

Contando esta, era la 9na vez que aquel pensamiento abordaba mi mente y aun así no hacía nada al respecto.

Algo en mí me impedía partir; aquel sentimiento nostálgico me tenía encadenado. Y de inmediato pensaba: «quizás con ella pueda olvidar por completo lo que sucedió con N.»

-Leo ¿alguna vez se te vino a la cabeza que quizás puedes estar haciendo algo mal?- preguntó tímida.

«¿Qué? Lo sabía, no lo había escuchado mal. ¡Ese nombre!»

-Un momento, antes de responderte...- empecé a cuestionarla sin titubear- quería preguntarte por aquel apodo. ¿De dónde lo sacaste?

-Oh... eso... Lo... Lo escuché de (Tn)- sonrió rápidamente como si intentara tapar algo-, ¿...te molesta que lo use?

«Sí.»

-...No, para nada.

-¡Oh, qué bueno!- se veía aun más alegre que antes-. Entonce lo usaré más seguido, en realidad me gusta mucho. Ese sobrenombre te da muy bien, ¿puedo preguntar cómo lo conseguiste?

-Ah, eso...- evitar aquel tema a toda costa, esa era mi prioridad-. Solo fue idea de un amigo, pero ¿qué estabas diciendo antes? ¿hay algo que crees que te molesta?