«¿Cómo y con qué valor pude decirle eso a Sharon?»
El fin de semana había acabado rápidamente, como cualquier otro, y una vez más el día lunes volvía para atormentarnos.
No hablé con Sharon... ni mucho menos vi a Leo luego de aquella vergonzosa pelea. En estos dos días y medio me las había arreglado para evitar cualquier tipo de contacto con él, y es que a pesar de haberle dicho a Sharon que no iba a borrar mis sentimientos la verdad era aún más desesperante:
¡NO SOY CAPAZ DE VERLO A LOS OJOS!
No tengo el valor.
Ahora que mi mente y corazón habían aceptado que me gustaba Leo, era el turno de mi cuerpo... y esa era la peor parte. No podía ser capaz de imaginarme a Leo sonriendo pues rápidamente mis mejillas se calentaban, mi corazón latía con fuerza e inevitablemente tragaba saliva... todo eso era un pobre intento de querer moderar aquellas reacciones.
«Oh por Dios... ¿Por qué no puedo solo saludarlo como una persona normal? ¡QUÉ FUE LO QUE ME HICE!»
Y antes de tomar alguna decisión dejé de lado el tema que iba a carcomer mi mente el resto del año y todo el fin de semana me dediqué a tocar el violín.
El mismo viernes, luego de la pelea con Sharon, regresé a casa y, también para evitar una charla incómoda con mi mamá, tomé el violín y huí hacia mis clases.
Para mi suerte el profesor Jae Rim no me presionó demasiado, pero si preguntó por mi bienestar, el pobre se había quedado con la excusa de mi pésima condición física... aunque en realidad solo tuve un pequeño resfriado... En fin, al momento de tocar me felicitó pues a pesar de no haber ensayado ni una sola vez estaba en buenas condiciones y me aseguró que podía presentarme en el siguiente recital. Extrañamente, aquella idea no me emocionó, no tanto como lo hubiera hecho hace un año.
Gracias al caos que desbordó todo tipo de sentimientos aquel día de fiebre, la respuesta a una pregunta que jamás me hice apareció: "Quiero componer mis propias canciones, no quiero ser un intento de sentimientos ante las canciones de otros."
Ese día Jae Rim no notó mi pequeño problema y continuó las clases sin corregir la mayoría de errores que yo podía notar. Estaba convencida de que lo hacía con el fin de verme parada en aquel recital.
«¿En serio tengo que presentar otra vez una canción vacía?»
En ese momento un gran suspiro me devolvió al presente.
Mis pies seguían de memoria el camino que me llevaba a la escuela y mi corazón no dejaba de palpitar con fuerza.
Quizás eran los nervios de tener que enfrentar a Sharon o ver a Leo a los ojos, pero el camino de hoy me estaba haciendo carburar más de lo necesario.
-¡(Tn)!- en ese instante una voz lejana, masculina, se escuchó a la distancia.
«Oh no...»
En un solo segundo el temor me tomó de rehén.
«Por favor Dios, que no sea Leo.»
No podía pensar claramente, aquella voz lejana parecía ser la del susodicho y al mismo tiempo parecía la de otra persona, pero sin la intención de descubrir la identidad de aquella voz mis pies aceleraron el paso.
«No importa quién seas, lo siento, hoy no pienso saludarte.»
-¡OYE, (TN)!- con aun más insistencia la voz de aquel chico se acercó rápidamente.
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Tú eres mi única armonía - VIXX Leo y tú
FanfictionEste fanfic tiene el objetivo de hacerte VIVIR su historia. Haciéndola única, realista e interesante. Genero: Romance, comedia y drama (sí, sé que siempre dicen eso, pero la diferencia es que mis fanfics SIEMPRE llegan a un punto en el que mis lecto...