âme • renmin

06

1793

renjun recuerda perfectamente ese día, sus párpados pesaban debido a la falta de sueño y su pecho ardía al pensar en su amado; regresaría esa tarde.

el pintoresco amanecer se abría paso por las montañas cuando le le vió desde el establo, con su porte elegante y ropa de seda. jaemin había vuelto, después de tres largos meses de preocupación, su amante volvió.

corrió por la maleza y saltó a los brazos del más alto quién le dió un pequeño beso en la frente.

-me alegra que se lleven bien- escuchó la voz del señor na a sus espaldas y se separaron tan rápido como se unieron.

-buenos días, padre. ¡he sobrevivido!- la sonrisa del mayor se asomó a la par que el hombre abrazaba a su hijo.

-¡me tenía preocupada el tema del reinado del terror y usted joven fuera de casa!- la señora na corría, como le permitía el largo vestido, hacía su hijo a la par que gritaba. 

el reinado del terror se había instaurado en el territorio preocupando a todo ciudadano con familiares lejos de casa, renjun observaba como hombres armados llegaban avisando la muerte de vecinos y su miedo por el menor aumentaba, esperando nunca escuchar su nombre en aquella tarima.

la mañana transcurrió como cualquier otra, el castaño ayudó al mayor a limpiar el establo compartiendo uno que otro beso. renjun tuvo una sonrisa estúpida toda la tarde, jaemin contaba todas las aventuras a hyiying mientras esta afirmaba su deseo por usar un arma haciendo reir al joven.

-las damas no utilizan armas, señorita- había dicho renjun mientras ordenaba prendas de la adolescente.

-pues soy una dama y aprenderé a usar una arma- afirmó frunciendo el ceño y acomodando su vestido, su hermano murmuró un “si eso quieres” con sátira ocasionando su furia.

La silla cayó cuando se levantó pero rápidamente la recogió antes de dedicar una mala mirada a renjun y salir de la habitación. -yo le enseñaré a usar un arma-, escuchó decir a jaemin antes de cerrar la puerta.

-no quiero que los hombres se la lleven-.

-no pasará nada, mon amour.