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- si mamá estuviera aquí no estaríamos pasando por esto- dijo la niña con los ojos llorosos y las mejillas teñidas de carmesí por el frío.

renjun observó su antiguo hogar siendo devorado por las llamas y a los vecinos corriendo con baldes llenos de  agua en búsqueda de aplacar el fuego.

-pero no está- hablo firme mirando a su hermana a los ojos, - me sorprende que la recuerdes-.

su madre, si así se le podía llamar, los abandonó en francia tan pronto como se comenzó la revolución y volvió a china. supuso que hyiying no se acordaba, pero ahora era una señorita de catorce años y entendía las cosas.

volteó su vista al hombre que estaba frente a ellos y con elegancia firme -rara vez vista en algún no burgués- se inclinó y su hermana siguió sus pasos.

-buenas noches, joven- dijo el hombre de aspecto amable - jovencita - se dirigió esta vez a su hermana besándole la mano - lamento mucho lo que sucedió con su hogar- se detuvo unos momentos buscando algo en la zona y continuó - quisiera, si no les incomoda, ofrecer mi hogar como un casa para alojarse mientras encuentran otro-

renjun sonrió al hombre y con voz suave respondió - si no es molestía, sería un placer hospedarnos en su hogar, señor na-. claro que renjun lo conocía; sabía nombres, rostros y profesión de cada uno de los presentes.

y lo vió, un muchacho, más alto que él, de porte recto y con una sonrisa encantadora se acercó a ellos. - buenas noches - voz gruesa pero con tono aniñado los saludo y renjun sintió sus piernas flaquear.

- jaemin, hijo, ellos son los jóvenes que han perdido su hogar- dijo el hombre sonriendo - se quedaran con nosotros mientras se recuperan- ni renjun ni su hermana emitían sonido alguno. razones distintas, uno por la sorpresa en la que se encontraba al ver al muchacho guapo y la otra por ver a su hermano sonrojado.

-un placer, na jaemin- renjun juraba que su corazón se saltó un latido despues de hacer contacto visual.

âme • renminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora