Ella va y viene sin rumbo, la mujer que se perdió en el mal, que se perdió y no se pudo encontrar ella misma. No se pudo encontrar por dentro, porque todo lo que había en ella era un vacío que se llevaba todas sus fuerzas de seguir viviendo, de seguir respirando. La mar trémula e inoportuna la lleva a la nada y no, no la hace sentir en ese preciso momento esa paz que ella irradia y te serena porque sin saberlo ella se está consumiendo, se está ahogando en sus fuertes emociones de un arrepentimiento sin igual, sin precedentes que lo distinga, porque la desgarra, la quema por dentro, la sacude en un intento de casi matarla, pero con una conciencia clara y pulcra él. Él la salva de ese lugar oscuro, porque ella sabe que lo ama con toda esa fuerza que yace en ella desde lo más profundo de sí misma, porque la mujer ama el mar.
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Entre versos y otros tesoros: antología
PoetryApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.