Un poeta, una obsesión.
Por seguir su convicción,
indagó hasta perder la razón,
pues bajo el yugo de su pluma
se escribió funesta maldición.
Entre noche y oscurantismo
por la maldad quedó seducido,
porque a veces saber de más
te pone en riesgo de verdad.
Porque la magia y los encantos
pierden bondad a medio acto.
Sabes que no era su intención,
a su amada quería salvar
de la triste perdición.
Buscó a místicos y brujas,
escribió cartas de locura
para sanar una herida
que jamás tuvo cura.
Entonces lo halló,
un libro en esplendor,
el viejo hombre le pidió
que escribiera los últimos versos
para su gran amor.
Sin saber, sin esperar,
que su última noche
estaba por llegar
y nunca nadie más
lo volvió a mirar.
¿Crees en las maldiciones?,
¿en sueños y errores?
si no es así, deberías parar
porque algo peor está por pasar.
El poeta, el poeta, a su vida
ya había renunciado
con tal de reunirse con su ser amado
en matrimonio realizado.
Ambos vivirían así del otro lado,
sin embargo, a cambio dejaría algo preciado.
El amor y la lujuria,
en un papel encerrados
que llevarían a la locura
a un lector impacientado.
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Entre versos y otros tesoros: antología
PoesíaApartado especial para los poemas ganadores de los desafíos organizados por el perfil de poesía en español.