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I
Puedes alejarte ahora alma extraordinaria, huye antes que mi oscuridad te arrolle para poseerte; te advierto que tengo miedo. Miedo de poder perderte entre lágrimas saladas decir adiós, y no verte.
Sin embargo, ruego al cielo que no te alejes de mí. Porque coincidir dos veces es incierto, temo así que te alejes para siempre. Sé que sería sin ti cómo algún poema deleble, ¿Por qué confías en mí?
Mi corazón ante ti es como brisa apacible. Siempre observo sobre ti cielo blanco fulgurante, nubes que parecen pétalos de lirios apasionantes. pero puedes decidir con tú corazón de ángel.
¿Tu deseas sacrificarte? Dejar que entregue mi amor aunque somos opuestos me causa mucho temor. Pero no puedo soltarte eres paz, eres dulzor en mi alma y también mi mente, me tienes presa de amor.
II
En tu castillo de plata construiste un mundo de amor. Un universo de estrellas donde reinamos los dos, pero este mundo se cae cada vez que nos juntamos; parecemos hielo y lava no podemos ni mezclarnos.
Amor mío te confieso que me da miedo el olvido, que me causa pesadumbre saber que habitamos lejos. Que nuestros besos son viento y el recuerdo es como abrazos. Quiero entregarte un eterno, pero nos separa el mundo.
¿Qué soy yo ante el mundo? Amor. Soy materia insustancial ante el universo vasto; pero ante ti he sido única. Me piensas un ser espléndido y no importa lo que diga, Crees siempre en tu convicción y noble autenticidad.
Huyamos juntos amor donde los cielos terminan y alcanzamos las estrellas. Donde la luna y el sol reinan Creemos un mundo de dos, donde la flor no marchita. Déjame entrar en tu cielo, unir tu vida y la mía.
