Capítulo Once

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Regreso a la escuela y me dirijo hacia la cafetería, para encontrarme con mis amigas. Las veo en una mesa que está hasta el fondo de la cafetería. Me acerco a ellas y tomo asiento rápidamente.

-Lina, ¿dónde estabas?- pregunta Sophia, cuando tomo asiento.

-Estaba en el patio, necesitaba aire fresco- digo y miro hacia mis manos.

-¿Estás bien, Roja?- pregunta Jessy- Tu voz está demasiado ronca y apagada, tus ojos y nariz están rojos- observa- Parece que estuviste llorando.

-Sí, estoy bien- contesto y ellas me miran alzando una ceja. No me creen- Solo que ayer se murió Tuxa y estoy algo afectada.

-¿La mascota de tu tío Peter?- pregunta Brooke, y yo asiento con la cabeza- Lo siento mucho, Lina. Sabemos lo mucho que la querías.

Mis tres amigas se acercan a mí y me abrazan, tratando de consolarme por la pérdida de un ser querido. Miro a lo lejos y puedo ver a Edward, viéndome fijamente a los ojos. Aparto la vista y cierro los ojos, disfrutando el abrazo y el conforte que este me da.

-Muchas gracias, chicas- digo cuando nos separamos- Necesitaba mucho ese abrazo- ellas me miran con ternura y asienten con la cabeza.

Después de ese momento algo emotivo, hablamos de la postulación de Brooke y Mike para ser reyes del baile. Todas le damos nuestro apoyo, porque, siendo sincera, ellos son la mejor pareja que haya visto, y apuesto a que ganarían fácilmente. La campana toca, lo qué significa que ya es hora de volver a clases.

-Bueno, chicas, nos vemos luego, en clase de lengua- dice Jessy, y todas nos levantamos de nuestros asientos.

Nos despedimos una de la otra y cada quién toma su camino hacia su clase que les toca. Yo me encamino hacia la clase de química. Entro y tomo asiento en mi lugar de siempre, al frente de la clase, esperando a que entre mi profesor y mi compañero de laboratorio, Newt. Es un chico algo tímido y callado, pero he logrado que tengamos una bonita amistad. Lo veo entrar al aula y se sienta a mi lado.

-Hola, Lina- me saluda con una sonrisa, y puedo notar como sus mejillas se sonrojan. Newt es el chico más tierno y lindo que conozco.

-¿Cómo estás, Newt?- pregunto y él contesta con un encogimiento de hombros. Algo no anda bien- ¿Todo bien?- le cuestiono.

-Volví a quedarme sin desayuno- admite, con la cabeza agachada. Suspiro y pongo una mano en su hombro.

No entiendo cómo pueden haber chicos que lastimen a Newt. Él es tan tranquilo, no se mete con nadie y siendo sincera, no hay nada malo con él físicamente. Newt es pelirrojo, con ojos color verde azulado, y con unas pecas envidiables. Newt no es feo.

-Lo lamento tanto, Newt- murmuro, y de repente, se viene una idea a mi cabeza- ¿Qué te parece si de ahora en adelante no sólo seamos amigos en el laboratorio?- le propongo y él levanta la cabeza y me mira con un brillo en sus ojos- Seamos amigos todo el tiempo, puedo presentarte a mis amigas y puedes unirte a nosotras, ¿qué dices?- le propongo.

-No lo sé, Lina- dice y su respuesta me sorprende. Se veía ilusionado hace un minuto- El que me vean juntarme con puras chicas, hará que piensen que soy gay y me molestarán aún más- susurra y lo único que hago es poner los ojos en blanco.

-Que se te resbale- digo con una media sonrisa-  Lo que ellos piensen es irrelevante, tú sabes que no lo eres, y no tienes que demostrar nada- digo con una sonrisa y él parece pensarlo un poco.

-De acuerdo- dice, meneando la cabeza, como si le hubiera insistido por horas- Pero nada de pijamadas, pláticas de chicos o cosas hormonales, nada de maquillaje y peinados en mí. Nada de cosas de chicas cuando esté yo- condiciona y yo río.

Las lecciones de la abuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora