Capítulo Dos

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Luego de que mi abuela me haya dado de comer, me dirijo a la habitación de mi prima Danielle. Además de emocionarme por estar con mi abuela, también me emociona estar con mi prima, pues ella me entiende. Toco la puerta de su cuarto y ella me deja entrar.

-Ya vine- la saludo, pero ella no levanta la vista de su teléfono- ¿Hola?

-Espérame, Lina. Sólo me despido de Kyle- dice y teclea algo en su celular- Listo. Hola- me saluda, viéndome a la cara. Yo río.

-Hola- digo y me siento junto a ella- ¿Qué hay de nuevo con Kyle?- le pregunto, interesada por saber cómo va su relación con su novio.

-Todo bien, aunque no hemos hablado mucho estos días, ya sabes; su situación económica.

Asiento con la cabeza, entendiendo, pues Danielle me ha contado sobre la situación difícil que Kyle está pasando en estos momentos.

Me pregunta como me ha ido hoy, y yo le cuento todo, sin omitir la pequeña charla que tuve con mi abuela, el encuentro con Edward y todo lo demás que no tiene relevancia. Mi prima, escucha atentamente todo lo que digo y eso me gusta, pues demuestra su interés hacia mí, y se lo agradezco, ya que ella es como mi hermana mayor.

-Por eso yo nunca le cuento nada a la abuela- dice, refiriéndose a cuando mi abuela llamó a mis amigas cualquieras buenas para nada- No se puede, todo lo malinterpreta y cree que todo es cosa del diablo.

-No es así, sólo quiere lo mejor para nosotras, ella nos ama y lo hace por nuestro bien, Danielle- defiendo a mi abuela. Danielle pone los ojos en blanco.

-Eso lo sé, Lina. Pero a veces suele pasarse y decir cosas hirientes- murmura y la entiendo, la abuela no mide lo que dice en ocasiones y termina lastimándonos- Recuerda lo que siempre nos dice; que por ella no hubiera permitido que nuestras madres nos tuvieran. ¡Que mejor no hubiera tenido a nuestras madres!- exclama y bajo la cabeza, recordando esas dolorosas palabras.

-Tienes razón, y nunca sabremos la razón por la cual ella es así, porque se comporta de esa manera- digo sacudiendo la cabeza- Porque su manera de cuidarnos es esa- termino de hablar, y Danielle niega con la cabeza.

-Cambiando de tema... entonces, ¿te gusta ese tal Edwin Stone?- pregunta, sonriendo de manera cómplice. Niego rápidamente.

-¡No! Claro que no- digo y mi prima suelta una carcajada- Además se llama Edward Scott- la corrijo- Es el chico más problemático de la escuela, su fama es muy mala- le comento.

-¿Lo conoces muy bien?- cuestiona y yo niego con la cabeza- ¿Y cómo sabes qué es problemático?

-Lo ví pelear con un chico esta mañana, en la cafetería- me encojo de hombros y Danielle se lame los labios asintiendo.

-No puedes juzgar a alguien sin antes conocerlo, Lina- me mira a los ojos, hablando seriamente.

-No lo hago, simplemente no me parece un buen chico- aclaro y mi prima me mira de manera burlona- Está bien, sí lo hago, pero es que él es uno de los chicos más buscado por las de mi escuela- digo y agacho la mirada.

-¡Oh vamos, Lina!, ¿qué acaso no te has visto en un espejo? Eres hermosa y ese Edwin...

-Edward- la interrumpo, corrigiéndola. Pone los ojos en blanco.

-Edward- repite- Lo sabe- termina la oración.

-No lo creo, él y yo nunca hemos cruzado palabra, sólo hoy.

-Entonces háblale, toma la iniciativa- me anima, pero aquí el punto es que no me gusta... creo.

-Lo voy a pensar- doy por terminada la conversación con Danielle sobre Edward.

****

Las horas pasan y la noche cae. Ahora, Danielle y yo estamos en la cocina, buscando algo para comer, pues desde la tarde no hemos comido nada y ya tenemos hambre.

-Pues hay para hacer quesadillas- dice, viendo lo qué hay dentro del refrigerador- Si quieres podemos preparar unas- sugiere y yo asiento con la cabeza.

-Lo que sea, por mí está bien- me encojo de hombros y Danielle saca lo necesario para hacer la cena.

-Quesadillas serán- dice cerrando el refrigerador.

Entre Danielle y yo hacemos nuestras quesadillas y reímos al hacerlo, pues nos hacemos bromas y decimos cosas que no vienen al caso, pero que para nosotras es divertido.

-Niñas, voy a salir con unos amigos- el tío Peter entra a la cocina, avisándonos sus planes- Llegaré hasta muy tarde, si quieren pueden entrar a mi cuarto a ver películas- dice y se va.

-Perfecto- murmura Danielle- Tú ve al cuarto y ve qué película veremos, yo llevaré la cena- indica y yo obedezco.

Entro al cuarto de mi tío y enciendo la televisión, y pongo Netflix en ella. Busco entre todas las películas qué hay, una que podamos ver y la encuentro. Una sonrisa sale de mis labios.

«Uptown Girls»

Esa película es una de las mejores que el cine ha sacado. He visto esta película millones de veces y siempre termino llorando y con ganas de volver a verla.

-Aquí están las quesadillas- anuncia entrando y cierra la puerta detrás de ella- ¿Qué película escogiste?- pregunta, dándome mi plato con mi cena y un vaso de agua. Se sienta a mi lado y le da una mordida a su quesadilla.

-Uptown Girls- digo y ella pone los ojos en blanco.

-Esa película la ves desde que eras un bebé, Lina- se queja- Y no te cansas de verla.

-Vamos, Dany, a ti igual te gusta tanto como a mí- la señalo con mi dedo índice y ella ríe.

-Está bien, dale play- demanda y yo pongo la película.

****

-A new day, Molly Smiles- cantamos juntas Danielle y yo la última canción de la película, con gestos emotivos- When the days have gone grey, nothing's wrong when Molly smiles...- terminamos de cantar y la película llega a su fin.

-Nunca me cansaré de esta película y mucho menos de cantar esta canción- digo y Danielle asiente con la cabeza, de acuerdo con mi comentario.

-¡Lina, ya ven a dormir!- grita mi abuela y yo me levanto de la cama del cuarto de mi tío para ir al cuarto de mi abuela.

-Seguimos hablando mañana, Dany- me despido de ella y me encamino a la habitación de la abuela.

-Ya vine- anuncio, entrando al cuarto y cierro la puerta detrás de mí.

-Bien, ya es hora de dormir porque mañana tenemos que levantarnos temprano para ir a la tienda a trabajar- dice y yo agito la cabeza, acostándome en mi cama que la abuela siempre tiene ahí para mí o mi hermana.

-Hasta mañana, abuela- bostezo y cierro los ojos.

-Descansa, cariño- dice y yo caigo dormida en un profundo sueño.

Las lecciones de la abuela Donde viven las historias. Descúbrelo ahora