He de aquel violinista...
Por pueblo Andeú, quien en compañia de su hermosa esposa, vivió una vida de alegrías, fusionada con desdichas, donde sus preguntas no tuvieron respuestas, pero aun así, supieron como disfrutar de este mundo sentados en una corniza, donde los nulos fines de semana, se olvidaban con besos y buena compañia.Donde la desgraciada humanidad, no alcanzaba a dañarles, y les permitia disfrutar, de un amor que nació y falleció en mayo.