♥DIFERENTES PERO IGUALES☮

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¡Ring!, ¡Ring!, ¡Riiiiiiiiiiiing!

Comienza un nuevo día y, como siempre, mi despertador se vuelve loco a las siete de la mañana. Soy como una marmota y no suelo abrir un ojo hasta pasados diez minutos de psicosis sonora.

— ¡Manuela, apaga de una vez tu despertador o te lo tiro por la ventana! — esa es mi compañera de piso Alba. Ella y madrugar no se llevan nada bien, empieza más tarde a trabajar y se vuelve un monstruo cuando la despierto.

Me preparo para ir al instituto y no porque sea una adolescente sedienta de conocimiento, por desgracia, esa etapa de mi vida pasó hace algún tiempo. Formo parte de una ONG llamada "Diferentes pero iguales" y uno de nuestros objetivos es educar a la juventud en el respeto, la igualdad y la integración social, para ello realizamos muchos talleres en institutos, colegios, ferias...

Por supuesto debido a mi juventud (tan solo veinte añitos) soy siempre una de las elegidas para visitar los centros educativos llenos de adolescentes, porque seamos realistas, los jóvenes se entienden mejor entre jóvenes. A mí me encanta hacer dinámicas en las que puedan expresar lo que piensan, lo que creen que se puede hacer para ayudar, sus experiencias... Aunque muchas veces, más de las que os podríais imaginar, me asusto de lo que pueden llegar a decir. Es difícil pensar que pequeños proyectos de ser humano tengan tantos prejuicios y discriminen con tanta facilidad a todo el que es diferente a ellos.

En esas ocasiones simplemente respiro hondo y procuro recordar que la mayoría de esos chicos piensan así porque es la idea que le han inculcado en sus casas desde pequeños. Por eso, nuestro proyecto es tan importante, aún están a tiempo de ver la realidad desde otra perspectiva, la de que todos somos iguales y nuestro tiempo en el mundo es limitado. Puede que nos haya tocado ser unos afortunados, pero no nos confiemos, eso puede cambiar en cualquier momento.

El mantra diario que debería tener cualquier persona es "no le hagas a los demás, lo que no te gustaría que te hicieran a ti". El gran final en cada taller es escribir esa frase en un mural y colocarlo en la clase donde lo puedan tener presente para pensar en ello.

Hoy me ha tocado en un instituto en una zona bastante adinerada de Madrid. Mi compañera, con la que organizo el taller, ya se encuentra esperando en la puerta. Su nombre es Johari, es una chica de Nigeria que llegó a España hace varios años, con una historia realmente triste a sus espaldas. La ONG le ayudó tanto con el idioma, como con el empleo y ahora que su vida es algo estable, aporta su granito de arena. Siempre dice que ella, mejor que nadie, sabe lo importante que es educar en la igualdad y, por eso, echa una mano para que personas que han pasado por algo parecido a lo que ella sufrió, lo tengan más fácil.

Estoy convencida de que será un día interesante. La última vez que estuve en un instituto de esta zona un chico realmente encantador me dijo que antes de ir a pedir por los pobres y la gentuza del mundo, aprendiese hablar... Al parecer mi acento andaluz no le hacía ningún favor a los más desfavorecidos (palabras textuales). Él tenía razón, yo, una chica andaluza, hablando con mi acento andaluz en Madrid, ¿estamos locos? y, como mi acento se parece tanto al chino, era muy normal que no me entendiese nada. Pobre, lo tuvo que pasar fatal el rato que estuve hablando, con esas "horribles expresiones andaluzas" que solemos decir con tanto arte, sobre cómo nos pisoteamos unos a los otros y nos olvidamos de que al final del día todos queremos lo mismo, vivir lo mejor posible.

Como habéis podido comprobar, hay discriminaciones de todo tipo. Incluso puedes acabar siendo una apestada por tu forma de hablar, cosa que jamás me imaginé cuando me colgué mi mochila al hombro el año pasado, después de que unos amigos me plantearon el proyecto de la ONG y me animase a venir a Madrid desde mi pequeño pueblo de Sevilla. Me han llamado inculta, mal hablada, destroza idiomas, entre otras muchas cosas, pero no me importa y no pienso dejar mi acento de lado, forma parte de mí y estoy orgullosa de ello.

El hilo de mis pensamientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora