Capitulo 8

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Alexandro miraba a Raven seriamente mientras se preguntaba cómo carajos Raven se le había escapado con la seguridad que le tenia, iba a tener una seria conversación con sus empleados. Raven empezó a correr y alexandro no tuvo más remedio que salir del auto y seguirla ya que se había adentrado a un bosque cercano a la carretera.

Estaban corriendo por todo el bosque, sin importarle a alexandro haber dejado el auto abierto.
Raven sentía que moriría por la falta de aire pues estaba agitada de tanto correr ya y alexandro la estaba alcanzando, el era muy rápido. Raven tropezó pero no sé cayo, quedo parada en un pie y alexandro la alcanzó y la tomó del brazo haciendo que Raven quisiera huir y cayera hacia atrás y al tenerla sujeta del brazo ambos cayeron y ella quedó debajo de el.

-te tengo ¿que es lo que pretendías hacer?

-no sé si eres idiota pero intentaba escapar

Ambos tenían la respiración muy agitada debido a la carrera que habían tenido y estar uno encima del otro y tan cerca tampoco ayudaba.

-¿sabes el peligro que corrías por aquí sola Raven?

-¿podrías quitarte de encima?

-estoy hablándote en serio, Raven pudo pasarte algo

Raven no contestó y se le quedó mirando fijamente, apreciaba la belleza de ojos que tenía el chico y luego miro sus labios, pero ¿porque hacía eso?! Raven volteo la cara decidiendo mejor mirar los árboles, estaba enfadada con el chico que tenía encima por haber arruinado sus planes

-¿sabes? Así como me agitaste los brazos para que te ayudara pudo ser un desconocido, un drogadicto o algo peor.

-si como sea, quítate de encima mío ya.

-claro, no es como que planeaba pasarme la vida encima de ti_dijo parándose y ayudándola a parar

-¿estás bien?

-No

-Raven...

-no digas nada y ya llévame a la horrible mansión

Ambos caminaron de vuelta al auto sin decirse ni media palabra. Por lo menos nadie había intentado robarlo _pensò el chico.

(...)

El silencio que había en el auto era bastante incómodo por lo menos ya estaban entrando a la mansión, Alexandro estaba ardía en furia, no le agrado la idea de Raven sola por ahí, en esa zona por la que estaba siempre pasaban puros pedofilos que te hacían creer que te darían un aventon y terminaban secuestrándote o vendiéndote. Bajaron del auto y Raven enojada se dirigió a la mansión sin decir nada, algunos guardias de le quedaron mirando puesto que no recordaban haberla visto salir con alexandro todos sabían que el había salido solo.

-¡YEISON! _grito enojado. El hombre salió en cuanto lo escuchó

-¿señor?

-reúne a todos ¡ahora!

entro a la mansión, se quitó el saco y lo lanzó a unos de los muebles y se dirigió al estante donde tenía bebidas alcoholicas y se sirvió en un vaso.

Minutos después yeison llego a su lado

-Señor están todos en la sala de empleados está absolutamente todo el personal

-bien, espérame con ellos en un par de minutos estaré ahí.

Yeíson asintió y se fue, alexandro subió al cuarto de Raven para llevarla con los demás y que explicara cómo se había escapado, al llegar la encontró hablando por teléfono con sus amigas y está le miro mal

-¿que quieres?

-necesito que vengas ahora

-Chicas las llamo más tarde. _se despidió de sus amigas y salió del cuarto ignorando a alexandro.

Ambos bajaron juntos y ella le siguió hasta la sala de empleados donde todos esperaban sin saber a qué se debía la reunión, ni siquiera era día de pago por lo que les extraño bastante.

-Alexandro ¿que está pasando? _le preguntó Rosalia

-¿que está pasando? Que la chica se escapó y ninguno de ustedes bola de imbeciles se dio cuenta ¡¿como es eso posible?! ¿Que tal que le hubiese pasado algo? Saben perfectamente lo peligroso que es allí afuera explíquenme como mierda nadie se dio cuenta.

Nadie decía nada, todos estaban callados lo que enfureció más a alexandro.

-¿Raven como pudiste hacerlo yo...? _decia Rosalia sorprendída, Raven sin que la viese rodo los ojos, estaba aburrida.

-déjalo Rosalia ¿por donde te escapaste Raven?

-por la puerta de atrás

-yeison ¿quienes vigilan la puerta de atrás?

-en el dia Marcos y en la noche louis

-¿donde está marcos?

-aqui señor_habia dicho un señor de unos sesenta años

-¿donde estabas cuando la chica escapó? ¿Sabes que? Mejor no me contestes, estás despedido recoge tus pertenencias.

-¿que?...señor le pido que no me despida yo...le ruego que no volverá a pasar, por favor tengo tres niñas que mantener y este sueldo me ayuda mucho, no me haga esto.

-ese no es mi problema, hubieses hecho mejor tu trabajo

El hombre estaba casi al borde del llanto, Raven se sentía la peor persona ¡por su culpa correrían a ese señor! No podía permitirlo

-No lo corras alexandro, el no tiene la culpa. Yo sabia  la hora en la que saldría para comer y sabia a la hora que volvería, aproveche y salí cuando el no estaba por eso no noto cuando me fui. No lo puedes despedir

Alexandro soltó un gran suspiro y se agarró el puente de la nariz

-por favor Alexandro no lo despidas

-esta bien, te quedas marcos pero que esto no vuelva a pasar

-si señor.

-¿escucharon todos? No quiero que algo así vuelva a ocurrir ¿entendido?

Todos asintieron ante las palabras del joven y salieron, alexandro se dirigió a su cuarto para darse un baño y relajarse ya luego hablaría con Raven.

Raven por otro lado decidió salir al gran jardín que quedaba en la parte de atrás de la mansión, podía ver los árboles que la rodeaban por los cuales se alejó de aquel lugar hacia menos de dos horas se sentó en la grama (hierva) simplemente pensando en lo cerca que estuvo de reunirse con sus amigas quienes le dijeron que sabían que ese plan no funcionaría y ella no les hizo caso, alexandro había puesto seguridad en todos lados es cierto que ahora tenía privacidad en ese gran jardín pero la tenían vigilada, luego de unos 20 minutos allí Raven se aburrió y decidió ir a su habitación, quería volver a hablar con sus amigas y con su madre estaba segura de que eso le subiría el ánimo. Pasó por la cocina y vio a Rosalía preparando algo pero no se atrevió a decirle nada porque pensaba que la mujer debía estar enojada con ella, siguió de largo y finalmente subió a su habitación. Pero vio algo en su cama que la llenó de furia y tristeza ¡ya no podría hablar con sus amigas ni con su familia! ¿Alexandro había sido capaz de aquello? ¿La estaba castigando por intentar escapar?

Su teléfono estaba destrozado encima de su cama, ya no le serviría para nada.

Mi compradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora