Love, L

Capítulo treinta: Compañeros de viaje

Mis ojos pican como el demonio y lo único que me mantiene de pie, es el cuerpo de Todd junto a mi. Si hay algo peor que los viajes escolares a las cinco de la mañana, yo no lo conozco. Bueno, quizás el hecho de que netflix cancele todas las series que amo, pero eso es otro tema. 

Todos los estudiantes de tercer año han sido citados a las cuatro de la mañana para viajar hasta la feria universitaria, en New Jersey, lo cual queda a diecinueve horas de Crystal Lake. Diecinueve horas abordo de un autobús lleno de adolescentes.

Yupi. 

—La vida apesta —abro los ojos cuando escucho la adormilada y ronca voz de Trevor frente a nosotros. El castaño está recargado en el cuerpo de su hermana mientras que su ella está recargado en el de él, tal cual como Todd y yo estamos— ¿Qué tan necesario es ir a la universidad?

—¿Te molestaría vivir bajo un puente? —respondo. 

—¿Tú vivirías conmigo? —cuestiona el castaño, regalándome una mirada coqueta a pesar del sueño que lo está matando. 

—Mientras traigas comida y pagues una suscripción de netflix, estoy de tu lado —respondo.

—Realmente tienes que re ordenar tus prioridades, Lis —agrega mi mejor amigo, pasando un brazo por encima de mis hombros. Estoy a punto de acurrucarme en su pecho, pero me llevo una sorpresa cuando el castaño empuja mi cuerpo hasta los brazos de Trevor, quien me recibe con una sonrisa y me envuelve con su cuerpo— Toda tuya, campeón. 

Entrecierro mis ojos en dirección a Todd, pero vuelvo a abrirlos, estupefacta, cuando veo que Aurore Matthews se lanza contra él, acurrucándose en su pecho. Todd no reacciona por un par de segundos, hasta que la misma rubia coloca los brazos del mi amigo al rededor de ella. 

—¿De qué me perdí? —indaga Peter, llegando a nuestro lado. El castaño tiene unas marcas negras debajo de sus ojos, por lo que concluyo, no ha dormido lo suficiente.

—Trevor me cambió por Lis, Todd es su reemplazo —responde Aurore, soltando un bostezo. Todd aún tiene una mirada de pánico en su rostro, lo que me hace pensar que todavía no ha superado por completo a Aurore Matthews. 

—Te ves del asco —comento, mirando a Peter.  

—Siempre una dulzura, peaches —responde este— Dylan me tuvo despierto toda la noche, quería aprender a jugar hockey. 

—¿Y qué tal?  —indaga Trevor. 

—Le rompí un diente —responde el castaño, rascando su nuca y soltando un bostezo. 

Peter dirige su mirada hacia mi y me da una burlona sonrisa, obviamente, no ha olvidado la incómoda y breve charla que tuvimos el viernes respecto a las relaciones sexuales. Disimuladamente, le muestro mi dedo del medio y el castaño suelta una risa. 

—¿Ya saben a qué aplicarán? —pregunta Aurore, volteándose hacia nosotros, quedando con la espalda pegada al torso de Todd y los brazos del chico al rededor de su torso.

—Sarah Lawrence —responden Trevor y Peter al unísono, chocando puños. Luego continúa el chico que tiene sus brazos al rededor mío— Peter y yo hemos soñado con su equipo de hockey desde los diez años. 

—¿Qué hay de ti, peaches? —pregunta Peter, desviando mi mirada hacia él. 

—NYU —respondo.

—Parece que tendrás compañía, engendro —afirma Trevor, dirigiéndose a su hermana. Frunzo el ceño y guío mi vista hacia la rubia que está en los brazos de mi amigo.

—Su programa de artes es el mejor —afirma ella, bostezando.

—Eso significa que me quedaré solo en Columbia —murmura Todd. Sonrío cuando veo que ha quitado su cara de pánico y ahora parece estar a gusto con la hermosa chica que está pegada a él— Grandioso.