Once upon a dream...

No todos los cuentos tienen un final feliz

Esta pequeña historia es parte del reto #Onceuponatime, que pretendía ser un oneshot... pero se alargó muchos miles de palabras. Esto esta dedicado a todo aquel que sigue esperando mis actualizaciones: I love you!  

En especial al SSRA y a nuestra querida @Gaby_d27 porque mañana es su cumpleaños! Felicidades pequeña! we ❤ u.

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Have faith in your dreams and someday
Your rainbow will come smiling through
No matter how your heart is grieving
If you keep on believing

The dream that you wish will come true...

A dream is a wish your heart makes || Cinderella

Se decía que una de las cosas más difíciles es trabajar con tu ex pareja... Pues más difícil era trabajar, vivir y ser amigo de tu ex novia; Siendo la mujer más atractiva que caminaba por la faz de la tierra, era un dolor de cabeza tener que presenciar que hombres intentaran algo con ella cuando salían a tomar algo en grupo, incluso verla irse con algún tipo y no verla entrar al complejo hasta el dia siguiente, usando la misma ropa y una sonrisa de suficiencia, al verlo a punto de estallar de los celos. 

No son celos, Steve se repetía a si mismo. Era preocupación genuina, de un amigo a otro. 

La quería tanto, que dolía... pero ambos habían decidido terminar su relación porque sus peleas constantes por cosas sin sentido, además de otras diferencias muy importantes, estaban afectando al equipo. Y antes de terminar por destruir la amistad que los había unido en primer lugar, decidieron que lo mejor esa seguir siendo eso, amigos. 

Golpeó el saco con fuerza, repetidamente, para luego sostenerlo entre sus puños y mantenerlo estático; Recargó la frente sobre la superficie de cuero intentando sacarse de la mente a esa pelirroja escurridiza que gustaba de colarse en sus pensamientos a la primer provocación. Se moría por volver a besarla, por despertar y encontrarla abrazada a su pecho... con los días se hacía más difícil y no podía creer que habían pasado meses desde que no volvía a tocar su sedosa piel. 

Natasha era lo único que le había mantenido en una pieza desde que se conocieron. Las pesadillas sobre la guerra y todo el dolor que revivía cada noche en sueños, se iban si ella estaba a su lado... Nat era para él tan especial, que era capaz de curarle los males, era magia.

Pero tal y como se había prometido, iba a seguir adelante. No era que quisiera vivir en un mundo en el que no se pertenecieran, pero era lo único que quedaba por hacer. Esa tarde daría el primer paso, saliendo a tomar un café con Sharon... tantos años después, Steve "la promesa eterna" por fin cumpliría una de ellas. Quizá ella fuera al final la chica para el, después de todo por algo Natasha había insistido en el pasado para que la buscara. 

Suspiró y decidió que había terminado el entrenamiento. Según su reloj de muñeca eran las 5:50 a.m. y quería desaparecer del mapa antes de que Nat llegase a entrenar, como acostumbraba hacer todas las mañanas a la misma hora, a menos que estuviera con algún tipo... sacudió la cabeza, sintiendo la ira comenzar a nublarle los sentidos, por lo que fue hasta la banca donde tenia sus pertenencias y procedió a deshacerse de las vendas enredadas en sus puños, para guardarlas y apurar el paso para salir del camino de la pelirroja. Su ducha esperaría hasta llegar a su habitación.   

Aunque luego de salir del gimnasio, caminó lentamente con la esperanza de poder verla de camino a los vestidores, pero fue en vano, no había rastro de ella. Quizá más tarde, pensó.

Steve tomó una ducha rápida y se vistió para salir a preparar algo para desayunar. Al parecer solo serian él y su alma... Bucky estaría el fin de semana en casa de los padres de Hill, Wanda había llevado a Vision a conocer la granja de los Barton, Sam y Rodhey estaban en alguna cosa del ejército encomendada por el presidente, Stark estaba con su familia y solo quedaban Natasha y él... eso le hizo sentir algo de tonta esperanza, quizá podían aprovechar el tiempo a solas hablar para resolver sus conflictos y... 

Todos sus pensamientos se esfumaron al ver a Nat llegar a la cocina por un vaso con agua. llevaba un vestido corto, de mangas largas y cubierto de brillantes lentejuelas de un dorado viejo. Al percatarse de que Steve estaba en silencio a un costado de la isla central en la cocina, intentando parecer que leía el periódico despreocupadamente, le saludó. 

—Hey. 

—Buen dia— le saludó el rubio, levantando la vista del diario en sus manos. 

Fue entonces que se dio cuenta del rostro de Natasha. Aún con el maquillaje de la noche anterior casi intacto, podía ver que bajo sus ojos habían un par de círculos amoratados que decían que no había estado durmiendo bien. Se mordió la lengua para no decirle que salir de fiesta tan seguido y mantenerse despierta a altas horas de la noche con quién sabe quién, no era sano; No era su asunto, ella no era su chica... 

—¿Quieres desayunar algo?— Dijo en lugar de lo que estaba pensando— Estaba por preparar un omelette con verduras y bacon. 

—Si, gracias... lo mismo está bien—Respondió luego de pensarlo un poco— Iré a tomar una ducha y regreso rápido. 

—Seguro. 

Steve la vio caminar fuera de la cocina y pudo por fin soltar el aire que estaba reteniendo en su interior. Qué difícil era intentar parecer nada afectado por verla tener citas, imaginando lo que probablemente ocurría luego de ellas... 

Detente, solo estás haciéndote daño... no es tu problema lo que ella haga.

Que iluso era al creer que todo estaría bien luego de lo que habían vivido juntos, era un idiota al no poner distancia para intentar repararse, pero no podía mantenerse lejos... necesitaba sentirla cerca, para saberla segura. 

—¿Steve?— Natasha le llamó, haciéndole recomponerse rápidamente— ¿Puedes ayudarme un poco? El cierre se atascó... bueno, terminé arrancando el tirador y ahora no alcanzo el cuerpo de la cremallera para poder abrirlo. 

Cielos. 

Sin esperar respuesta, se colocó frente a el, para girar y darle la espalda viéndole por encima de su hombro... y eso le llevó a recordar la noche que hicieron el amor por primera vez. «Steve pretendía solo pasar el rato, tomando una copa de vino y viendo las estrellas que parecían más cerca en esa área alejada de la ciudad; Había colocado algunas mantas y almohadas sobre la azotea más alta de todo el complejo y lo que empezó como unos suaves besos, terminó dejándoles acalorados, necesitando desnudarse el uno al otro... El rubio bajó el cierre trasero en el vestido de Nat, tocando la piel a su paso e inclinándose para besar su espalda desnuda una vez que este cedió y cayó al suelo...»

Tragó en seco, intentando mantener los recuerdos a raya. El calor en su cuerpo desapareció súbitamente, al llevar sus manos a la cremallera del vestido y luego de desatascar un trozo de tela en el camino del cierre, ver como su piel estaba enrojecida, con rasguños que parecían llevar ahí un buen rato. Al terminar y bajo la mirada interrogante de Nat, inmediatamente el Capitán se fue hasta el refrigerador del que comenzó a sacar los ingredientes para el desayuno.

Natasha se giró para buscar su mirada, algo intrigada por la reacción de Steve, pero no dijo más sobre el tema, solo agradeció al rubio y salió del lugar rápidamente.  

—Estás matándome, Nat...— murmuró, comenzando a partir vegetales. 

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