𝚈𝚘𝚞 𝙱𝚛𝚒𝚗𝚐 𝙼𝚎 𝙷𝚘𝚖𝚎

Capítulo 7

Zayn abrió lentamente sus ojos a causa de unos molestos rayos de sol atravesando la ventana de... ¿su living?
Se había quedado dormido con Madison. ¿Pero dónde estaba ella?
Se levantó demasiado rápido para estar tan adormilado, y eso le causó mareos. Aún así buscó a la chica. La buscó en el baño, en su alcoba, nada. Se había ido.
Le echó un vistazo a su móvil. Era el medio día.
Se hacía un café mientras le enviaba un texto a Maddie cuando encontró una nota con una Polaroid de ella y Harry junto a él, todo dormido.
Mil veces malditos; pensó.

"No te quise despertar, estabas muy tierno. Te dejé el desayuno en el refrigerador. Harry me llevará a la escuela. Besos, M".

Sonrió y abrió el refrigerador encontró unos pastelitos de chocolate con otra nota.
"Cortesía de Harry y su panadería" -decía esta nota.
Sonrió enternecido.
¿En qué momento hicieron todo eso? ¿y él ni despertó?

Dos días pasaron desde ese lunes. Era un miércoles muy lluvioso.
Madison atravesaba con peresa los pasillos de la preparatoria dirigiéndose a su última asignatura, educación física. Si el día no era demasiado malo sin Harry, se le sumaba esto. ¿Justo ahora tenía que coger un resfriado?

Entró al vestidor, arrastrando sus pies y con sus ojos cansados. No había dormido bien gracias a Zayn, no volvería a pasar otra noche de semana en su casa, de eso estaba segura.

_ ¿Zayn no te dejó dormir? _preguntó su molesta voz.
Gigi Hadid, otra vez.
_ ¿Cómo lo supiste? _retrucó Madison haciéndola enfurecer.
_ Si quieras encontrar el cariño que no te dio tu padre muerto en Zayn, estás perdiendo tu tiempo. _dijo ella dando la vuelta.
Los ojos de Madison se abrieron como platos y sus cejas se fruncieron a más no poder. Sin siquiera replantearselo tomó su larga cola de caballo rubia y la hizo hacia atras, dejándola tirada en el suelo y con ella encima dándole unos buenos golpes.
_ ¡Madison! ¡Por Dios, sueltala! _exclamó Megan tratando de separarlas.
Aunque Madison ni la distinguió quién le hablaba, estaba cegada. Las chicas gritaban y Madison no las oía. No dejaba de golpearla mientras Gigi hacía lo posible por quitársela de encima.
_ ¡Señorita Beer! _el profesor de gimnasia entró al vestidor, seguramente a causa de los ruidos_ ¡A la oficina del rector!
Madison se levantó enfurecida y se fue, dando un sonoro portazo.
Caminó por los pasillos hecha una fiera y atrayendo un par de miradas. Entró a la oficina del rector y esperó junto al escritorio de la secretaria a que ella le indicara cuando entrar.
Trató de empezar a respirar con normalidad, estaba muy exaltada. Estiró la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados y trató de relajarse, de no pensar.
No iba a dejarse caer y menos por esa perra, pero de algo estaba segura, y es que si iba a destrozarla.
Esta vez Gigi cruzó la raya. No iba a ser tan light con ella de ahora en adelante.
_ Señorita Beer, la espera el rector. _indicó suavemente la mujer.
Se levantó más relajada y entró al despacho.
_ Toma asiento, Madison. _le dijo el hombre suavemente, mientras miraba por la ventana.
Madison obedeció y éste recién ahí giró a verla.
_ ¿Qué te trae aquí?
_ Me mandó el profesor Smith porque golpeé a Gigi.
Él rector se sorprendió demasiado, su rostro lo hizo saber. Era de esperarse su reacción, y es que Megan siempre había sido una chica tranquila, no generaba conflictos, era una alumna promedio.

Como era de esperarse, la regañó sin siquiera escuchar su versión, aunque a ella tampoco le interesaba excusarse. No había castigo que salvara a Gigi de ella.
Genial, cinco sábados en detención. Pero no le importaba. Estaba decidida a arruinar el año de Gigi.
Estaba muy molesta. Y sobre todo estaba más molesta porque ninguna chica, ni Megan, la defendió, sino, defendieron a Gigi como si realmente fuera la víctima. Iba a destrozarla como que se llamaba Madison, de eso no le quedaban dudas.

El tiempo pasó lento, pero pasó al fin. Y finalmente se dirigió fuera de la institución esperando, por el bien de Gigi más que nada, no cruzarsela. Pobre de ella como se atravesara en su camino, por lo menos hoy.
Gotas pequeñas de lluvia acariciaban su rostro mientras caminaba furiosa por entre los estudiantes amontonados frente a puerta principal del lugar.
Maldita sea la hora en que su madre se había negado a comprarle un coche. Ahora tendría que ir caminando a casa porque ni siquiera tenía dinero para el bus.
Tal y como si hubiera pensado en voz alta, sintió una mano sobre su hombro. Volteó confundida para cruzarse con los cafés ojos de Liam.
_ ¿Quieres que te de un aventón? Sé que Harry no vino y me preocupa que vayas sola con esta lluvia. _dijo colocando una chaqueta de cuero sobre sus hombros.
Ella sólo asintió. Se empezaba a sentir triste ahora, si soltaba una palabra lloraria de la ira y rabia que tenía.
Liam caminó silenciosamente junto a ella sin presionarla en nada, tal y como si supiera lo que había pasado.

_ ¿Quieres ir a tu casa? Yo iba de salida a casa de Lou, quizá quieras ir. _le preguntó suavemente él mientras encendía la calefacción del coche.
Ella guardó silencio unos segundos.
La verdad estar cerca de su madre y que la atormente a preguntas era lo último que quería, con Harry no podía ir, así que Liam y Louis eran la tercer mejor opción ya que últimamente se sentía muy cómoda rodeada de ellos.
Sacó su móvil para textearle a su mamá que tenía un trabajo grupal para hacer hoy, mentira, obviamente.
_ ¿Irá Zayn? _preguntó por lo bajo.
_ No, pero si quieres le marco y...
_ No, no quiero verlo. _le interrumpió_ Gracias Liam.
Liam no le preguntó nada, no era de presionar a la gente y ni siquiera había tanta confianza. Pero algo en él se alegró de notar que no estaban las cosas del todo bien con Zayn, y se sintió terrible por eso, era su amigo y él estaba enamorado de su chica. Si Zayn llegara a saber que tuvieron algo antes estallaría, lo conocía tan bien que temía a lo obvio. A menudo pensaba en eso. Sólo esperaba que lo que la tuviera mal a Madison fuera eso y no alguna otra cosa peor.

El transcurso en el ascensor fue un poco incómodo y silencioso. Era obvia la energía tensa que emanaba la castaña. Liam se sentía un tanto intimidado y asustado de decir cualquier cosa. Desde afuera se veía tierno y cómico su miedo, por lo menos una parte de Madison estaba entretenida con eso.
Llegaron a su piso y al momento que Louis abrió la puerta se hizo notar su sorpresa de ver a Madison.
_ ¡Pero que agradable sorpresa! _dijo él abrazandola y elevandola un poco del suelo.
Ella rió correspondiéndole.
_ ¿Qué te trae por aquí? _le preguntó.
_ Pues yo. _le respondió divertido, esta vez abrazándolo él.
_ Estúpido Payno. Bueno, tomen asiento.
Estuvieron hablando toda la tarde, hasta se les hizo tarde. Terminaron decidiendo cocinar pasta, aunque no se tenían fé.
_ ¿Y tú no vas a hacer nada? _espetó molesto Liam.
_ Yo no cocino, joven. _respondió cuál diva desde su asiento en la barra_ Y por lo que puedo apreciar, tu tampoco deberías. Eres desastroso. _dijo alzando una ceja.
_ Voy a patear tu estúpido trasero.
_ Mi gran y lindo trasero, dirás.
Madison estaba muy a gusto siendo espectadora de sus tres mil discusiones.
_ Uy si, la reina de los traseros.
_ Callense ya, idiotas. _los regañó la chica mientras encendía la estufa.
_ Cállate tú. _le respondió Louis y posteriormente le enseñó la lengua_ Tonta.
_ Cinco años tienes. _murmuró Liam cortando las cebollas.
_ Te escuché.
_ Mejor, igual así te enteras de una vez. _le dijo Madison.
_ No me esperaba eso de ti. _fingió decepción él.
Madison empezó a preparar la masa de los espaguetis y siguieron conversando tranquilamente con Liam, mientras que Louis comenzó a vagar en su instagram. Mordió su labio inferior y rodó los ojos al ver el último post de la mayor de las Hadid.
_ Wow, parece que Gigi está haciendo una declaración de guerra a su mejor estilo Regina George. _se burló Louis en voz alta.
La cara de Madison cambió a rabia. Sólo oír su nombre la ponía de mal humor.
_ Maddie, ¿pasó algo? _dijo Liam al ver el rostro de ella.
_ Esa perra. _dijo entre dientes_ Hoy la golpeé en el vestidor.
La cara de los chicos cambió a preocupación.
_ Cielo, ¿por qué hiciste eso? _preguntó Louis levantándose de su asiento.
_ Porque ella dijo que Zayn no me iba a dar el amor que mi padre no me dio.
Ambos chicos se miraron sorprendidos y preocupados. Liam sabía la historia del padre de Madison porque eran compañeros y Louis porque Harry le contó.
No hicieron falta las palabras, ambos la abrazaron cálidamente, dejándola en medio.
_ Ella sólo dice eso porque ni ella se quiere a sí misma como Zayn a ti, y no tiene dignidad. _dijo Louis acariciando su cabeza, que descansaba sobre su pecho_ No caigas en su juego.
_ Fue muy difícil ignorar mis impulsos. Es una maldita perra. _respondió con la voz quebrada.
_ Tú eres más que eso, tu no estás para pelearte por un chico. _le dijo Liam soltando el agarre.
Madison se acurrucó más contra Louis.
_ No se trata sobre él, sino esto habría pasado antes Li. _le dijo Lou.
_ Para ella se trata de eso, Liam tiene razón. _dijo Madison.
_ Mi cielo, sólo porque te conozco hace nada y te quiero como a nadie, te voy a cocinar... _dijo Louis_ Mentira, Liam te va a cocinar porque yo lo digo.
Los tres rieron.
_ De acuerdo. _dijo Liam_ Sabemos que sólo le cocinas a Harry.
_ Bueno, pero voy a comprar helado. _dijo Louis.
_ No te sacrifiques tanto Lou. _dijo Liam continuando con la cocina.
_ Cállate y trabaja, perra. _dijo Louis poniéndole fin a la conversación.

La noche transcurrió tranquila. Finalmente cenaron y a todos les gustó la comida. Parecía que a Liam se le daba muy bien la cocina.