15

546 35 28
                                        

Desde la mañana Michael se había ausentado, ya estábamos listos para ir a mi casa, hoy no habría fiesta, solo una cena en casa de mis padres, a los cuales no les había hablado desde que me contaron sobre su plan.

Me había puesto un vestido blanco sin detalles, ajustado en la cintura y suelto abajo. La nana me había obsequiado una tiara que me obligó a usar.

En mis cumpleaños pasados recuerdo sentirme súper emocionada porque el día llegara, y hoy, era todo lo contrario. Me sentía triste y decepcionada de mis decisiones. Me arrepentía de haber aceptado éste estúpido trato.

No quería casarme con Michael, y ahora se acercaba cada vez más la fecha de la boda.

¿En qué pensaban todos? Solo tenía dieciocho años, aún sigo siendo una niña. No me siento preparada para ser  esposa y menos una madre.

La idea de huir no había dejado de rondar por mi cabeza desde esta mañana.

—Ya es hora, señorita —La Nana entra con Prince en sus brazos, ellos también irían a la cena— Se ve hermosa.

Tomo en brazos a Prince, y busco mi bolso.

El pequeño niño me mira con sus preciosos ojos. Y hasta el día de hoy no entiendo cómo puede una madre abandonar  a su hijo de esa forma. ¿No lo extraña?¿No lo quiere abrazar?

Yo no podría abandonar a mi hijo, y Prince, es la única razón por la que todavía no me había ido. No quería dejarlo como lo hizo su madre.

Reviso mi celular mientras que la nana le pone el cinturón a Prince. Tenía muchos mensajes de amigos deseándome buenos deseos, familia, y demás, pero nada de Michael.

¿Dónde estaba?¿Qué estaba haciendo?

Le mando un mensaje a Kate, diciendo que esperaba verla en mi casa, pero me manda un audio disculpándose por no poder ir que estaba resfriada, y le había visitado Andrés, el que te llega cada mes.

Este iba a ser el segundo peor día del año, el primero sería el día que me case.

Cuando estábamos a mitad de camino me doy cuenta que el chófer toma otra ruta, no digo nada, puede que solo esté evitando el tráfico.
Pero cada vez mi casa queda más lejos.

¿A dónde íbamos?

La nana tenía una gran sonrisa en su rostro.

—¿Michael habló contigo? —Digo para charlar, estaba muy aburrida.

—No, pero me contó que tenía mucho trabajo.

Cuando miro mi mano me doy cuenta que no tenía el anillo de compromiso.

—Deten el auto, hay que volver —Baja la velocidad pero no se detiene— Mi anillo, lo olvidé en el baño.

—Lo siento señora, pero ya estamos muy lejos —Carlos el chófer, sigue avanzando.

Pero yo era la jefa ¿Cierto? Si yo le daba una orden él debía hacer lo que yo le pedía.

Si no tenía el anillo Michael se enojaría mucho.

—Haz lo que te pido, por favor —Me mira durante unos segundos y asiente con la cabeza—Gracias.

Veo a la nana mandar un mensaje.


Otra vez. No sé hacia donde estábamos yendo pero en definitiva no era la casa de mis padres.
Estaba de mal humor, y no tenía ganas de estar dando vueltas toda la noche.

—¿Por qué tardamos tanto en llegar? La casa de mis padres no está tan lejos. Por favor deja de dar vueltas y llévame ahora.

Digo tocando mi sien mientras miro por la ventanilla. Prince se había quedado dormido.

Atada A Ti (Michael jackson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora