"Shelter" Kirishima, Eijiro

VIII

— Pareces más alegre, ¿pasó algo interesante? —dijo Ashido en tono burlesco tras saludarme aquella mañana.
— No, todo está normal —dije tranquilo yendo a mi pupitre seguido por ella— ¿Por qué tan interesada?
— ¿Puedo ser honesta? —cuestionó con risas cómplices, a lo que asentí algo inseguro— Apuesto terminarán juntos tarde o temprano
— Ya te dije que solo somos amigos —dije algo agotado ante su insistencia.
— ¿Y estás seguro ella te ve de ese modo? —dijo nuevamente burlesca, para que justo entonces se uniese Hagakure a la conversación.
— Kirishima-Kun, ¿es cierto que tienes novia y que es del curso de apoyo? —dijo en tono interesado.
— Lo que me faltaba... —dije soltando un pesado suspiro.

~~~

— ¡Hatsume! ¡¿Otra vez?! —gritó el maestro del aula ante ver la explosión de uno de los inventos de Hatsume.
— Madre mía... —dije antes de soltar un pesado suspiro mientras cargaba con el tercer extintor de la semana— Apártense...

Los alumnos dejaron el área libre antes de que yo empezara a extinguir el fuego con aquella espuma. A su vez, se escuchó el timbre marcando el final de aquella desastrosa clase. Hatsume y yo nos quedamos ordenando puesto era responsabilidad de ella, pero yo no veía motivos por los cuales salir como los demás, así que lo invertí ayudándola con esto.

— ¡_____!

Por el susto del repentino grito llamando mi nombre, dejé caer el trapeador.

— ¡Lo siento! ¿Te sobresalté?

Me quedé en trance unos segundos al ver a Eijiro recogiendo el utensilio de limpieza que se me había caído. ¿Qué estaba haciendo aquí?

— Sí, pero no importa —dije restándole importancia y recibiendo el trapeador— ¿Qué sucede?
— ¿Por qué preguntas? —cuestionó en tono divertido.
— Es decir...
— ¿Necesitaba una razón para venir a verte? —preguntó dedicándome una sonrisa que me hizo apartar la mirada de forma instintiva.
— ¿Tu cabello pincha? —pregunté desconcertándolo.
— ¿Eh? Pues no lo sé... ¿A qué viene esa extraña pregunta? —dijo soltando unas leves risas.
— Supongo tenía la duda tras ver como estilizaste tu cabello —admití de forma despreocupada.
— ¡Dime, dime! ¿En qué se basa tu don? —preguntó Hatsume llegando a nosotros antes de empezar a pasar sus manos por los brazos de Eijiro.

Él se veía demasiado desconcertado ante el repentino tacto, a modo no tenía forma lógica de reaccionar.

— Hatsume... —intenté reprimirle con la voz calmada antes de notar se detuvo en seco.
— Bien, me detengo —dijo apartándose de él antes de susurrarme en el oído— ¿Segura no fueron celos?
— No sé de qué demonios estás hablando —respondí extrañada ante su comentario.
— Puedo endurecer mi cuerpo en resumidas cuentas —comentó Eijiro respondiendo la anterior pregunta que casi había quedado de lado.
— ¡Ya veo, ya veo! ¿Qué hay de tu equipamiento? —preguntó interesada.
— Ya veremos ese tema la otra semana —le dije algo agotada de su extrema energía caótica.
— ¿La otra semana? —preguntó Eijiro confundido.
— ¿No les han dicho de nuestra colaboración? —cuestionó Hatsume.
— No tengo idea de qué están hablando... —comentó algo rendido.
— La otra semana se va a generar una instancia donde los del curso de apoyo analizaremos a los del curso de héroes para realizar análisis de sus trajes, además de ver potencial de posibles mejores y así llevar a cabo un proyecto inspirado en una de esas ideas —respondí lo más precisa posible— Realmente pareciera no los preparan para nada...
— Pues, digamos que en nuestro curso intentan tomarnos por sorpresa todo el tiempo... —dijo algo reflexivo— Es cierto jamás esperamos nada, pero deberíamos estar preparados para todo...