"Shelter" Kirishima, Eijiro

IX

De verdad lamento mucho la tardanza ;-; Me puse a descansar unos días de todo viendo pelis y anime para despejarme de mi bloqueo, pero he vuelto uwu Ahora disfruten el capítulo...

Nos tardamos algo de tiempo lidiar con el tema, yo insistía en restarle importancia a aquel hecho, además, fui sincera con Ashido sobre lo que yo pensaba, tal vez demasiado... A pesar de ello, Eijiro no pareció quedar del todo tranquilo. No sabía cómo evitar más el tema, era tan simple como dejarlo de lado y hacer que jamás pasó.

— Por favor, ya fue —dije más que rendida.
— Bien... —respondió algo deprimido.

Me sorprendió finalmente cediera. Por otra parte, la forma en que se veía no parecía ser él. ¿Sigue experimentando altibajos..?

— Hey... —dije antes de colocar mi mano en su hombro— No te preocupes...

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No podía no preocuparme, tengo perfectamente claro que la forma de pensar de alguien no cambia de la noche a la mañana, ni en meses, son cosas que toman aún más tiempo. Tal vez exagero, pero debo admitir tengo miedo. Creo que le he tomado algo de gran afecto y  temo que llegue un día ella no esté aquí. Realmente puede ocurrir en cualquier momento...

"¿Amistad..? ¿De qué demonios estás hablando..?" "Cosas como la amistad, la felicidad, el afecto... Son ilusiones..." "¿Para qué aferrarme a cosas como esa cuando uno podría morir en cualquier momento?" "Todo podría terminar siendo en vano, ¿sabías?"

— _____, ¿por qué crees la gente se aferra a las cosas? —cuestioné reflexivo consiguiendo me observase extrañada.
— Supongo que para evitar pensar en ciertas realidades desagradables —dijo seriamente— Se dejan llevar por ello y olvidan las cosas obvias
— ¿Cómo qué exactamente? —pregunté curioso.
— La vida es una hermosa mentira, la muerte es una horrible realidad —dijo algo pensativa.
— ¿No crees que vivir de por sí, tenga un significado?
— Tal vez lo tenga, al menos Saku me dijo algo así, pero que depende de cada uno si lo encuentran o no...
— Yo te prometí algo que aún no he cumplido —comenté repentinamente recordando detalles del pasado.
— ¿De qué hablas? —cuestionó algo insegura.
— Te dije cuando te conocí que te daría un propósito, quería le dieras una oportunidad a las cosas que la vida tiene para ofrecer, las cosas que aún no conocías, las cosas como la felicidad, el afecto, la amistad... —dije en un tono suave mirándola directamente a los ojos— Dije que quería enseñarte son reales porque tú insistías solo son una ilusión...

_____ apartó la mirada antes de mantenerse en un largo silencio, procesando mis palabras detenidamente, o al menos eso quería creer.

— Hay  muchas cosas que no soy capaz de creer, pero comprendo tú quieres que lo haga... —dijo algo apenada— Recuerdo esa promesa, la hiciste cuando nos conocimos... Y no olvides también prometiste otra cosa...
— ¿Eh?
— Prometiste no me arrepentiría de darte aquella oportunidad —dijo seriamente antes de dejar salir una leve sonrisa que dirigió hacia mí— Y al menos cumpliste con aquella palabra, seré honesta, no me arrepiento de haberte permitido entrar a mi vida
— _____... —comenté conmovido.
— Me hiciste salir de mi burbuja, me has enseñado algunas cosas, tan solo... —dijo algo triste agachando su mirada— Odio admitir que siento no es suficiente para cambiar mi forma de pensar, o cambiar mis creencias...
— Sí, todo toma tiempo, pero me esforzaré para hacer valer cada momento —dije antes de abrazarla de forma desprevenida— Realmente quiero que puedas verlo... Quiero salvarte...

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¿Habría lugar más cálido y cómodo que entre sus brazos? Sentía todos mis complejos podían desaparecer cuando él estaba cerca. Mi forma de pensar y ver las cosas se ven vulneradas ante su brillante presencia, la forma en que trata de argumentar en mi contra de forma sutil y delicada. Eijiro es una fuerte y radiante luz de muchos colores en mi mundo de matices de gris. Es como un refugio, un refugio donde puedo acercarme a la persona que yo solía ser. Aún falta algo, no creo que de su parte, mejor dicho, me falta entender algo antes de poder permitir canalizar todas aquellas cosas.