Lark © 《Editando》

Capítulo 38

La boda estuvo grandiosa, toda la familia de Isaac asistieron, todos estábamos felices por los novios. Tía Ally lucía hermosa, llevaba un vestido larguísimo escotado con algunas piedras blancas. Tía Ally va a mudarse el jueves con Isaac y la casa estará sola. No quiero ni la pondré a la venta porque es lo que me queda de mi padre.

Cenaremos esta noche con los padres de Bentley, Layla y Grayson. Bentley aprovechará esta noche, les comentará que estoy esperando un bebé.

Estoy terminando de arreglarme. Llevo un vestido negro pegado al cuerpo, que llega hasta mis rodillas, con unas pequeñas piedras brillantes en el cuello.

La puerta de la habitación se abre y es Bentley lleva unos pantalones negro y camisa manga larga azul de vestir. Está guapísimo, luce espectacular.

-Estás preciosa.-Dice acercándose a mi.

Me planta un beso fugaz el los labios.

-Gracias.-Bostezo una sonrisa.

-Eving espera por nosotros.

Eving es un hombre que empezó a trabajarle a Bentley hace un varias semanas. Es una buena persona, muy gentil, de hecho un poco menor que Bentley.

Salimos de la habitación, de la casa y dirigimos a la de los padres de Bentley. Estoy nerviosa

Ya en casa de los Cunnighersi, al entrar nos encontramos a la señora Layla conversando con ¿Anna? No lo había pensando.

-Que hermosos están.-Dice Layla abrazando a Bentley.-¿Como están?

-Gracias.-Le contestó con una enorme sonrisa.

-Bien y ustedes?-Contesta Bentley.

La señora Layla me abraza. Lleva unos jeans negros y una camisa blanca formal. Me agrada su aroma.

-Todos bien cariño.-Dice sonriendo.

Anna se acerca a nosotros y me abraza.

-Que sorpresa.-Rie Anna.

Bentley abraza a Anna.

No pensé que fuera a encontrarla aquí. Tenía que ser obvio es una cena familiar. Bentley se retira, dejándome a solas con Anna y la señora Layla.

Caminamos hacia la sala de estar y no sentamos en el sofá blanco en forma de L.

-Anna me estaba comentando que estás esperando un bebé.-Dice en voz alta muy animada.-Felicidades.-Me abraza.

Bentley quería que fuera sorpresa. Anna se le adelantó.

-Sí.-Me ruborizo.-Iba hacer una sorpresa.

-Para Grayson lo será, el aún no lo sabe.-Hace un mohín gracioso.

-Es feliz con Matt y Matthew, imagínate con una niña.-Anna alza una ceja.

Me gustaría que fuera un niño, pero Bentley sería feliz si fuera una niña, no me ha dicho aún que quiere que sea.

-Pienso que es una niña.-Dice la señora Layla.-¿Que piensas tú Alondra?-Me pregunta.

-Lo que sea igual voy amarlo o amarla muchísimo.-Contesto sonriendo.

-Verás que es niña.-Dice Anna sacando su teléfono.

Que sea lo que Dios quiera.

Una mujer morena de la estatura de Anna se acerca.

-Señora Layla la mesa está lista.-Dice la mujer.

Nos levantamos del sofá y nos dirigimos al comedor.

* * *

Fué una cena tranquila, conversamos un rato en la sala de estar todos. A Alan se le presentó un pequeño inconveniente y decidieron irse. Nos encontramos el señor Grayson, la señora Layla y Bentley en la Sala de estar.

-Es bueno, superó mis espectativas.-Dice el señor Grayson refiriéndose a Alan.

-Pienso lo mismo.-Dice tomando un pequeño sorbo de su whisky.

-Me gustó mucho para Anna desde que lo vi.-Dice la señora de Layla con sus ojos brillantes.

No me había fijado que sus ojos son azules claros.

Bentley mira su reloj.

-Creo que ya debemos irnos también.-Dice levantándose.

La señora Layla frunce el ceño.

-Aún es temprano cariño.-Dice la señora Layla.

Eran las diez y media de la noche. Si que lo era.

-Tenemos pensado irnos a las Bahamas mañana.-Mumura.-De hecho olvidé comentarles que Alondra está embarazada.-Encoge sus hombros.

¿Espera que?

Pensé que era una broma. El no me mencionó que nos iríamos tan pronto.

-Otro integrante a la familia.-Dice el señor Grayson levantándose.-Estoy feliz por tí hijo.-Abraza a Bentley y ríe leve.

Nos terminamos de levantar la señora Layla y yo.

-Estoy feliz por ustedes.-Vuelve a decir el señor Grayson para después abrazarme.

-Espero que la pasen muy bien.-Dice la señora Layla besando a Bentley en la mejilla.

Al señor Grayson le gustó la noticia, le alegró saber que iba ser de nuevo abuelo. Terminó de ser una noche muy bonita. Nos vinimos a casa y no he hablado con Bentley bien sobre lo de las Bahamas ya que camino a la casa la pasó hablando por teléfono, cosas que yo no sabía ni entendía prácticamente.

Bentley está en su despacho. Terminé de ducharme, estoy acostada con mi pijama negra de tela finita.