Era de noche y una noche lluviosa cuando una bebé fue dejada por un desconocido del cual no se supo nunca más nada en las puertas del castillo donde habitaba el temible Drácula. El desconocido llamo a la puerta y esta fue atendida por el mismo Drácula, quien al abrir las puertas no encontró a nadie al rededor. Pero un quejido casi inaudible llamó la atención del hombre pálido, quien al percatarse de un canasto en el suelo, hace a un lado la manta que lo cubría para ver su interior.
- ¿Un bebé?... - el hombre levanta entre sus brazos al bebé y se percata que esta se encuentra pálida, su respiración era muy pesada y que apenas reaccionó cuando la tomó en brazos - Está muriendo...
Drácula lleva rápidamente a la bebé al laboratorio de su compañera con la esperanza que ella supiera que hacer. Al entrar, ella lo recibe con una sonrisa.
- ¡Hordak!, ¿Qué...? - Mira los brazos de su amigo ocupados por un bulto - ¿Qué tienes ahí?
- Hordak mira a la pequeña y luego a su compañera con un semblante nervioso y preocupado - Es un bebé
- ¿Un bebé?, ¿Qué haces con un bebé?
- La dejaron en la puerta. Entrapta, está muriendo
- ¿Qué? - Grita exaltada - Permiteme revisarla
La científica revisa a la bebé cuidadosamente, su mirada iba cambiando a una de pánico y miedo conforme avanzaba. Al terminar, se dirige a su semejante.
- Hordak, sus signos vitales son muy débiles. Esta bebé lleva si acaso unas horas de nacida, pero tiene un extraño complejo
- ¿Qué significa?
- No pasará de esta noche
- ¿No podemos hacer nada?
- Veo solo una solución - lo mira preocupada - Debes volverla un vampiro
- ¿Qué? No puedo hacer eso, ¡Solo es un bebé! Tu apenas sobreviviste ¿Cómo esperas que lo tome un bebé? Puede morir
- Es una apuesta de todo o nada Hordak. O no lo intentamos y muere de todos modos, o lo intentamos y puede que sobreviva
- Pero...
- Piénsalo, la persona que la dejó aquí puede que haya visto en ti la posibilidad de salvar a su hija, aun si eso significaba alejarla de su lado y que ella pierda su humanidad
- Entrapta... Solo es un bebé
- No tenemos más opciones... ¿Entonces, Hordak?
Esa misma noche, en aquel castillo viejo pero elegante, el llanto de un bebé resonó en cada rincón. Adora, como decidieron nombrarla; había sobrevivido.
Los años pasaron y aquella bebé pronto se volvió una joven hermosa, alta, de cuerpo esbelto y decorado por músculos sutilmente detallados. De andar seguro y elegante. Rubia, de piel pálida, suave y pulcra. Era una joven con un gran encanto, pero su mirada revelaba su verdadero ser. Una mirada carmesí que la condenaria a estar sola por la eternidad... Probablemente.
Adora deambulaba siempre por el castillo consiguiendo recordar cada pasadizo y secretos que contenía. Incluso algunos que ni el mismo Hordak conocía. La joven se sentía aburrida por vivir la rutina, pero era difícil salir de ella. Más cuando Hordak y Entrapta se la pasaban encerrados en ese laboratorio. Solo salían cuando era hora de la cena, la cual constaba en sangre que siempre venía en unos tubos.
Hordak le prohibió salir del castillo y fue muy estricto sobre eso, por lo cual ella nunca intentó contradecirlo. Así también, Hordak le hizo prometer que nunca usaría sus colmillos en un humano, a lo cual Adora igual obedeció.
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CATRADORA
FanfictionTe amo, y eres todo lo que en mi vida me ha inspirado. Realmente deseo que sea para siempre.