Déjame encontrarte...

•12•

Decidí escapar el día siguiente, al menos quería encontrarme con Gael, no me había puesto a pensar en que pasaría si el preguntaba el porque de mi aparición repentina.

Solo fue un golpe de valor, tome mi mochila, metí ropa allí y salí del departamento esa noche. Sabía que Arlo enloquecería pero me importaba poco.

Espere a que llegara fuera de su departamento, comenzaba a arrepentirme de mi decisión. ¿Y si preguntaba?¿Y si tal vez no quería verme?¿Y si Arlo nos encontraba?

Comencé a entrar en pánico, peor no pude hacerlo por completo, ya que Gael se encontraba a unos cuantos pasos de mi.

Había cambiado, era alto y su cabello rojizo peculiar estaba desordenado, sus ojos verdes me trajeron esa paz que siempre me daba de pequeña cada vez que lo veía.

No sabia que decir decir, no sabia como debía explicarle mi repentina aparición, pero antes de siquiera pensarlo, el camino hacia mi y me envolvió en sus brazos.

Se sintió tan bien, tan correcto el que me abrazase que correspondí a su abrazo con más fuerza y las lágrimas me inundaron

¡Por favor quiero quedarme así por mucho tiempo!

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Los últimos días con Gael fueron las mejores de mi vida, nunca fui tan feliz

Aunque me dolió saber que no recordaba nada de lo que me había pasado, no se porque pero, después de llorar mucho en el baño, llegue a la conclusión de que si seguía pensando así, podía pasar todos esos días días como si fueran normales.

O al menos lo más cerca que se pudiera ya que el sospechaba de que me golpeaban, cosa que no esta tan lejos de la verdad. Claro que con discusiones ya que él quería saber el porqué de mis marcas, las cuales olvidé cubrir bien.

Viajamos a la cabaña de su jefe, estaba tan feliz.

Obviamente el estar con el allí solo me hacía sentir mucho más segura y la vista era espectacular. Yo sabía que era una cobarde al no contarle nada pero en serio deseaba que eso sea normal, poder al menos tener una relación normal. Aunque durara poco. Recuerdo los besos, eran simplemente tan suaves y me sentía tan segura con el simple hecho de ser abrazada por el.

Me enojé mucho cuando volvimos pronto por su empleo pero no podíamos hacer nada ya que era su jefe el que nos había hecho el favor.

Ese día lo abrasé fuerte y no quise dejarlo ir, el se despidió sonriéndome como si estuviera diciendo que todo estaría bien.

Me decidí ese día, cuando llegara, contarle la verdad, tenía que hacerlo si quería tener una relación normal con el.

Pasadas las tres de la tarde tocaron a la puerta, caminé rápido emocionada y la abrí.

–Pensé que llegarías tar...de...

Sonrió al verme temblar y aferrarme a la puerta.

–Entonces  aquí te estabas escondiendo– afirmó mirando alrededor. Se veía igual que siempre, tan sofisticado y calmado. Tan detestable.

–¿C-c-como me encontraste?– me miró, note la ira contenida en ella.

–Eso lo hablaremos cuando volvamos– estiró su mano hacia mi pero retrocedí y trate de cerrar la puerta, pero el me empujó con fuerza.

Corrí dentro de la casa para tratar de esconderme en la habitación, pero el tomo mi cabello y tiro de el, caí sentada.

Tome cosas de la mesa y se las lancé pero logró llegar a mi, agarro mi cabello y me arrastró por todo la casa, trate de sujetarme de los muebles pero solo hacia caer las cosas.

-Te dije que estaría allí- lo oí decir -el día en que ya no desearas morir.

Patalee y lo arañe, el se detuvo, saco de su bolsillo un pequeño cuchillo.

–Si no dejas de hacer ruido te cortaré la garganta ahora mismo e inculpare a tu querido amigo Gael.

–¡No te metas con el!– grite llorando.

–¡¡Entonces cierra la maldita boca!!– grito, me quedé callada ahogando los  sollozos..

El fue por toda la casa, saco mi pequeña mochila, me levanto del suelo y salimos del departamento.

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Y aquí me encuentro ahora, no se en que parte del departamento o si en la azotea, pero tengo mucho frío.

Golpeada, abusada, maniatada y con mucho frío, enserio tengo mucho frío.

No sé qué día es, he dormido demasiado y Arlo ha dejado de venir hace mucho.

Quiero ver a Gael, quiero que me abrace diciendo que todo estará bien, que acaricie mi cabeza y diga que viajaremos otra vez.

Que me bese y me haga sentir querida y no usada. Quiero verlo, pero no puedo moverme , ni siquiera puedo sentir algo en mi cuerpo.

¡Por favor Gael!¡Encuentrame!¡Por favor! ¡Ya no quiero morir!

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Este capítulo fue corto, la historia de Emma tiene muchas sucesos y no pude escribirlos en un capítulo como la de Gael.  
Estamos a solo un capítulo para el final.
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