Las suaves voces de las cantantes resuenan en el segundo piso de la taberna. Es una pena que las dos personas sentadas abajo no estén de humor para apreciar estos finos placeres. Sus corazones no están aquí para darse ese gusto.
Chu Mingyun abre y cierra el brillante abanico dorado unas cuantas veces antes de colocarlo en la mesa impaciente, rompiendo el silencio inherente.
-Después de seis años de no vernos, quedamos de encontrarnos en este lugar y no en mi residencia. ¿A que está jugando Du Yue? -perezosamente toma una taza de cerámica blanca y la mueve entre sus dedos antes de preguntarle a Qin Zhao, el cual está sentado a su lado -. ¿Puede una persona como él, a la que le falta una neurona, no perderse en la capital?
Qin Zhao no lo reprende -algo raro en él- y dice fríamente -: La persona que lo recibió al llegar a la capital no fuimos nosotros, sino su primo hermano. Después de un tiempo, su primo hermano quedó en traerlo aquí. Así que, ¿por qué se perdería?
Chu Mingyun se voltea y estudia cuidadosamente la expresión de Qin Zhao. Aunque nunca ha sido tan expresivo, sus labios reprimidos son una señal de nerviosismo.
Hace seis años, cuando Chu Mingyun se despidió de su Maestro en el Monte Cangwu, nunca imaginó que este shidi insistiera tan tercamente en seguirlo. Después de todo, Chu Mingyun siempre había sentido que su odio y aspiración eran preocupaciones privadas. Nunca los había mencionado, ni quería que otros se involucraran en sus asuntos.
Sin embargo, Qin Zhao es una persona de aspecto frío, pero con un corazón cálido. Sin saber nada empacó sus pertenencias y al amanecer lo esperó en la puerta. Qin Zhao no dijo nada, pero independientemente de cómo Chu Mingyun intentó ahuyentarlo, no tuvo éxito. Al final, cuando Chu Mingyun estaba a punto de enfurecerse, solo dijo en voz baja -: Shige, el Maestro dice que el camino que elegiste es amargo.
Y luego, Qin Zhao lo siguió. Desde los campos de batalla más allá del muro, hasta los salones cubiertos de jade y oro de la Corte Imperial. Paso a paso, Chu Mingyun ascendió en un camino pavimentado de cadáveres y almas errantes, convirtiéndose en un Gran Mariscal dotado de poder supremo y arrogancia; transformándose en un sirviente nefasto y calculador que busca el favor del Emperador.
Esto es algo que Chu Mingyun no había previsto: después de todo, había alguien en el Monte Cangwu a quien Qin Zhao siempre tenía en mente.
Qin Zhao había tolerado su arrogancia y comportamiento rebelde, incluso había recibido palizas en su lugar; mimándolo con mucho cuidado. Pero Du Yue no se da cuenta de nada en su estupidez. Solo Chu Mingyun, quien mira como espectador, lo ve claramente.
En estos años, lo más que Qin Zhao podía hacer era visitarlo cuando estaba desocupado. Unos cuantos días atrás, el Maestro de Du Yue falleció y este envió una carta diciendo que luego de ocuparse de todo, vendría a Chang'an a buscarlos.
En los últimos días, Chu Mingyun sorprendió a Qin Zhao ocasionalmente viendo a la deriva, ansioso pensando en alguien familiar.
Incluso percibe un fuerte olor a celos.
Chu Mingyun siente una chispa de interés. Colca la taza en la mesa y suelta un pensativo "Oh" antes de hablar.
-¿Acaso es el primo hermano del cual siempre habla y el cual siempre está sonriendo con gentileza, quien es inteligente a la vez que bien versado en las cinco artes? -se burla en voz alta-. Siempre he pensado que lo único que sabe hacer es describirlo con cada adjetivo de conoce.
Qin Zhao lo fulmina con la mirada, pero no dice nada.
Chu Mingyun siente placer de su desgracia y sólo se contiene cuando la expresión de Qin Zhao se oscurece. Toca el hombro de Qin Zhao con su abanico, tomándose su tiempo para decir: -Es bueno que lo conozcamos. La mitad de la capital está bajo mi control, y tú eres el líder de tres mil Soldados de Las Sombras, ¿contra quién perderías?
ESTÁS LEYENDO
¿Cómo se siente el caballero?
Ficción histórica-Shiyu, mi corazón no miente -con estas palabras de profunda pasión, Chu Mingyun vuelve a meterse la mano en la manga y se pellizca. La sonrisa de Su Shiyu se profundiza de repente. Entrecierra los ojos y separa su boca para preguntar suavemente -:...