Cap 13 | Aún lo amas

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Narra Vegetta

Mi corazón dolía, dolía tanto que quería arráncalo de mi pecho, que quería hacer lo que sea para dejar de sentir, para dejar de sentirme tan miserable, tan triste.

¿Qué hago para dejar de sentirme así? ¿Que hago para retener las lágrimas?

Era tan Grande el dolor que no sabía ni cómo seguía de pie, no sabía cómo no me había lanzado a llorar, a gritar que no merecía esto, que no merecía sentirme tan mal que ahora solo quería acurrucarme en un lugar donde nadie me hiciera daño, donde nadie me haría añicos el corazón ¿o acaso si lo hacía? ¿Acaso si merecía este dolor? ¿Tan malo era para merecer esto?

-Veg... no es lo que parece.. p..puedo explicarlo - escuché a lo lejos a la persona que menos quería escuchar, la que menos quería que me tocara.

Y aun así lo hizo, aun así intento tocarme.

Cuando sus dedos se posaron en mi brazo me aleje lo más rápido que pude y justo ahí salí del shock en el que me encontraba, en ese momento volví a la realidad, una realidad en la cual todos me miraban, todos me miraban con lastima y como el mayor tonto de la historia aunque no los culpaba, porqué si que lo era.

Era tan tonto que me había enamorado de alguien que ni siquiera sabía con exactitud lo que sentía por mi, ni siquiera sabía si todos esos besos y caricias no habían sido más que productos del deseo.

Y aun así aquí estaba yo, llorando frente a todos, sintiéndome tan impotente, tan traicionado, tan humillado.

Aun así estaba aquí queriendo auto convencerme que todo era mentira, que Rubius callaría a Willy diciendo que todo era mentira, que el nunca me traicionaría, que el me amaba.

Aun así estaba aquí dispuesto a todo, dispuesto a todo por el y lo hice, lo di todo, deje que entrara, que viera mis secretos, mis inseguridades, mis traumas y defectos, el lo vio todo, el fue el único que vio mi verdadera persona, una persona que solo quiere ser correspondida, que solo quiere que lo vean como a los demás, que lo acepten, que lo acepten tal y como es, que lo acepten con sus miles de defectos e inseguridades que a veces llenan su cabeza, la llenan tanto que solo mira eso, sus tropiezos.

¿Porqué duele tanto?

Pero aunque quería escucharlo explicando todo, no podía, no podía mirarlo a los ojos sin pensar que todo era mentira, una más de sus mentiras que no harían más que darme más falsas ilusiones a mi tonto corazón, mi tonto corazón, que le creería todo, que le creería cada una de sus mentiras y no solo eso, este tonto corazón suplicaba porqué me mintiera, porqué me viera a la cara y me mintiera diciendo que todo estaba bien, que no estaba tan solo como parecía, que era posible que alguien me amara, pero yo no quería eso, no más.

Aclare mi garganta tratando de tragarme las lágrimas, tratando de tragarme mi orgullo, un orgullo que no hacía más que restregarme en la cara como había confiado de más, como la primera vez que había dejado a alguien entrar solo me hicieron daño, como parecía importarle poco a la persona por la cual estaba llorando deseoso de explicaciones y mentiras.

-D..Debemos empacar y seguir - dije tratando que mi voz no se sonara tan cortada, que no temblara como todo mi cuerpo, pero.

¿Cómo hacer que deje de temblar si ahora mismo solo quiero gritar de la impotencia y tristeza?, si solo quiero llorar hasta que no pueda abrir los ojos, hasta que no pueda despertar.

¿Como hago para arrancarme este dolor?

Camine hacia la tienda en la que había dormido para levantar mis cosas lo más antes posible.

Pero justo al querer entrar un jalón en el brazo me interrumpió.

Al voltear vi esos lindos ojos verdes empañados por las lágrimas, viéndose tan tristes y culpables.

¿En verdad se sienten así? ¿En verdad le importo?

-Vegetta, puedo explicártelo - volvió a decir esta vez sollozando.

Yo agaché la mirada para ya no ver la suya, para ya no ver cómo me miente en la cara, como mi corazón se rompe cada vez más ante todos los pensamientos que tengo ahora, ante todos los pensamientos que no hacen más que reprocharme, que no hacen más de envenenarme.

-Por favor mírame - lo escuché romperse, pero yo no quería hacerlo, porqué sabía que yo también lo haría - por favor mírame joder - volvió a decir esta vez tomando mi mandíbula con fuerza para que lo mirara.

Yo por instinto cerré mis ojos lo más fuerte que pude.

No quiero verlo, no quiero caer de nuevo, no quiero, no quiero llorar más, no quiero sentirme más tonto, más utilizado, no quiero.

-Ya n...no me hagas más d..daño - dije como un susurro, aun reteniendo las traicioneras lágrimas, aun reteniendo mis amargos sollozos.

Duele, duele tanto.

Por favor que me suelte, que me deje, por favor, ya no quiero llorar más, ya no.

Entonces sentí su agarre soltarse y sus pasos alejándose de mi.

Escuché con el corazón roto como el amor de mi vida se iba, dejándome ahí parado sin saber que hacer, sin saber cómo había llegado hasta ahí, siendo tan débil, siendo tan idiota.

Abrí los ojos con miedo y una vez vi que ya no estaba ahí me deje caer en el suelo, simplemente llorando y tratando de abrazarme a mi mismo para reconfortarme, para decirme que todo estaría bien, para mentirme que yo estaría bien.

¿Cómo es posible que desee tanto ir a esconderme entre sus brazos luego de todo lo qué pasó?

~Porqué después de todo lo qué pasó aún lo amas~

~Porqué después de todo lo qué pasó aún lo amas~

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Olor a fresas [Rubegetta] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora