CAPITULO 12

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Cuando sale Heidi, Clare se pone a llorar a moco tendido. Yo levanto la vista y veo a Nate, mirándome. Me da un beso en el pelo y los 8 nos vamos a mi habitación. Cierro la puerta detrás de mi y nos sentamos en un círculo. Me pongo entre Nate y Clare y noto que él me agarra de la mano.
-No puede ser, Dana…-dice Clare volviendo a llorar. Harry la abraza y los dos salen de mi habitación.
-¿Quién es el hijo o hija de puta que está haciendo todo esto?-pregunto furiosa. El dolor se ha convertido en odio.
-¿Visteis algo extraño ayer?-le pregunta Nate a los tres chicos. Ellos niegan la cabeza pero Adam a los segundos, asiente.
-Yo si vi algo. Sobre las siete de la tarde, vi a Dana muy bien vestida y me acerqué a ella para preguntarla que a donde iba. Me dijo que había quedado con un chico con el pelo moreno y bastante guapo e iba bastante ilusionada. Según me contó, la iba a llevar al cheescake garden.
-¿Quién podría ser?-pregunto curiosa. Allí va muchísima gente a comer o a cenar y más un sábado por la noche. Se abre la puerta y aparecen mis dos amigos. Clare se abraza a mi y la devuelvo el abrazo.
-No te preocupes Clare, vamos a descubrir quién ha sido-la digo en un susurro. Clare se aparta de mí y asiente. Miro a Nate mientras mis amigos hablan sobre los chicos del internado y le veo pensativo. Le cojo la mano y él se gira a mirarme. Le sonrío y le doy un beso en la mejilla.
-Necesito hacer una llamada-dice Nate levantándose del suelo y yéndose fuera de mi habitación. Le miro y suspiro.
-¿Qué tenéis Nate y tú?-pregunta Thomas curioso. Yo me encojo de hombros y una sonrisa aparece en mi rostro.
-Solo somos amigos-le digo sonrojándome. Thomas quería hacerme más preguntas pero decide no hacerlo. De repente, me empieza a sonar el móvil y veo el nombre de Dominick. ¿Tenía Dominick mi número de teléfono?
-Hola.
-Hola, ¿necesitas algo?-la pregunto saliendo de la habitación. Oigo un silencio y de fondo algo de música.
-Sólo quería saber como estabas, nada más.
-Estoy bien-la digo con ganas de colgar el teléfono e ir a buscar a Nate. Domimick se empieza a reír.
-Me gustaría invitarte a cenar, si quieres-cuando me dice eso, se me ocurre un plan, algo peligroso pero había que intentarlo.
-Claro, ¿Cuándo?
-¿Te vendría bien el viernes que viene?-me dice algo…¿nervioso?
-Claro que si…oye tengo que colgar, un amigo no se encuentra bien, adiós-le digo colgando el teléfono. Me dirijo a la habitación de Nate y llamo a su puerta. Como noto que tarda, vuelvo a llamar y Nate abre. Está despeinado y no ha tardado ni dos minutos en beberse una botella de Whiskey y lo sé porque lleva la botella vacía en la mano.
-¿Qué coño haces Nate?-le digo cerrando la puerta de su habitación. Nate empieza dando tumbos por la habitación y una sonrisa aparece en su cara.
-¿Irina, estas preocupada por mi?-me dice acercándose a mi. Yo asiento con la cabeza a la vez que le fulmino con la mirada.
-Nate, no me gusta que bebas-le digo quitándole la botella. Él me la da de mala gana y se sienta en la cama pero se tumba de golpe.
-Me gusta mucho beber-dice Nate riéndose. Yo me siento a su lado y niego con la cabeza.
-Nate, no puedes beberte una botella en dos minutos, cuéntame que te pasa-le digo queriéndole ayudar. Nate asiente con la cabeza y de repente se queda dormido. Me levanto de la cama, le quito la camiseta y los pantalones. Le abro la cama y le tumbo. Le arropo y le doy un beso en la frente.
-Cuando estés preparado, hablamos-le digo en apenas un susurro y salgo de su habitación. Me dirijo a mi habitación y noto que alguien me está mirando. Empiezo  mirar por todos lados a ver si veo a alguien pero estoy sola en el pasillo. Entro en mi habitación y mis amigos me miran.
-¿Quién era?-pregunta Clare mientras me siento a su lado.
-Dominick y…se me ocurrió un gran plan-les digo mirando a todos. Veo miedo y nerviosismo en sus miradas.
-¿y cual es?-pregunta Harry abrazando a su novia. Yo sonrío para aparentar que soy valiente pero en realidad estoy cagada de miedo.
-Sospechamos de Dominick-les digo a Thomas, Michael y Adam-he quedado con él el viernes, voy a sacarle algo de información-les digo a los demás. Mis amigos se miran y Harry niega con la cabeza.
-No te vas a ir con Dominick tu sola, si Nate se entera se enfadaría-me dice mi mejor amigo.
-Si no hacemos eso, no podremos descubrir cosas sobre él y Nate está demasiado ebrio para enterarse-les digo algo enfadada. Entiendo que se preocupen por mi pero soy ya mayorcita para hacer más o menos lo que quisiera.
-Irina tiene razón-dice Diana apoyándome-si no queda con él, no descubriremos nada acerca de él…pero no vas a ir sola Irina.
-¿Entonces?-la pregunto a Diana curiosa. Ella sonríe con una mezcla de maldad que me hace sonreír. Clare no me dijo que tenía una hermana tan graciosa.
-Tú vas a ir con Dominick al cheescake que es allí donde quedó Dana. Tú vas al baño de vez en cuando y llévate una foto de Dana para ver si había salido con ese chico. Cuatro de nosotros estaremos en el coche mientras que dos buscáis cosas en la casa de Dominick-dice Diana organizando todo. La verdad es que su plan no está nada mal pero el problema es el siguiente:
-¿Y dónde vive Dominick?-la pregunto a Diana. Ella se encoge de brazos y frunce el ceño.
-¿No lo sabes?-me pregunta ella confusa. Yo niego con la cabeza pero…si se de alguien que sabe donde vive.
-Nate creo que sabe donde vive, a fin de cuentas es su hermano ¿no?-les digo pensativa. Confiando en Diana, planificamos el plan para el viernes, contando con Nate. Cuando son las ocho, mis amigos se van a sus respectivas habitaciones y me quedo sola, buscando más información. Es extraño como en casi dos meses, mi vida ha cambiado. Antes me emborrachaba hasta perder el conocimiento y ahora, estoy buscando a un asesino. La vida da un giro de 180°. Si Jordan me viera, estaría orgulloso de mí, de como estoy madurando y de lo mucho que he cambiado. Con estos recuerdos, me quedo dormida.
A la mañana siguiente, me levanto de la cama y me dirijo al baño a darme una ducha. Cuando salgo después de quince minutos, llevo solo una toalla y alguien llama a la puerta. Me acerco a ella y al abrir, me encuentro a Nate tocándose el pelo nervioso. Entra y al cerrar la puerta, me mira. Su mirada es preciosa, con esos ojos azules perfectos que me encantan y su sonrisa que me entran ganas de besarle y su cuerpo cuando me aprieta…
-Venía a pedirte disculpas-me dice Nate apartando la mirada de mi cara. Me acerco a él y le levanto la cara.
-Te entiendo, yo también hacía cosas de las que me arrepiento-le digo empática. Él me mira confundido y necesito desahogarme con él. Estoy cansada de intentar aparentar más de lo que soy y necesito a alguien que me entienda, igual que Nate me entiende.
-Yo antes me emborrachaba hasta no recordar nada. Mi mejor amiga era la que siempre cuidaba de mí y la que me ayudaba en todo. Con catorce años conocí a un chico, Jordan. Él venía nuevo a nuestro instituto y la verdad es que no era como los chicos que conocía…-miro a Nate y él asiente algo triste-él no bebía ni fumaba, siempre me cuidaba y me protegía y nunca se separaba de mí. Él sabía que mi madre se fue y mi padre era un auténtico gilipollas y por eso la mayoría del tiempo lo pasaba en su casa. Su madre era súper buena y siempre me acogía en su casa-le digo con una sonrisa al recordarlo.
-¿Te enamoraste de él?-me pregunta Nate cogiéndome la mano. Yo asentí con la cabeza.
-Él me pidió salir y yo acepté. Mi mejor amiga decía que éramos una pareja ideal y que los polos opuestos se atraen y sí que se atraían. Dejé de ir a fiestas porque ya no me servía beber ya que había encontrado mi felicidad. Su vida tampoco fue fácil porque su padre murió cuando él era un niño y no le conoció casi. Me divertía muchísimo con él y mejoré gracias a él, hasta tuve buena relación con mi padre.
-¿Y que pasó?-me pregunta Nate aprovechando que me quedé en silencio.
-Hace un año, su madre y él iban a venir a una casa que teníamos en Nueva York y…tuvieron un accidente de coche. Su madre murió al instante y Nate iba muy grave. Le llevaron al hospital y no pudieron hacer nada. Acabó muriendo y el hombre del otro coche sobrevivió…-le digo enfadada y con ira al recordarlo-me culpo por esto, porque si no hubiera sido por mí él seguiría viviendo.
-Pero no puedes cambiar el pasado. Pasó porque tenía que pasar y no quiero que te culpes por ello-me dice poniendo una mano en mi mejilla.
-Antes de venir aquí, con dieciséis años estuve en un centro psiquiátrico-le digo a Nate sincerándome. Él me mira curioso pero a la vez veo una pizca de empatía-no me lo creía y cuando todo se derrumbó a mis pies y vi la realidad como es, me odié y decidí hacer cosas estúpidas. Al principio mi padre creía que tenía la enfermedad que tenía mi madre que es la bipolaridad pero después de hacerme pruebas, descubrieron que no lo tenía. El alcohol me ayudó bastante pero bueno, ya no soy tan dependiente de él…y creo que tampoco era una adicta.
-Yo lo soy-me dice Nate suspirando-La historia que te conté el otro día era cierta. Yo soy adicto al alcohol pero también tomaba drogas. Luego las drogas las dejé pero el alcohol no puedo…intento no beber demasiado pero cuando me ocurre estas cosas como lo de Dominick bebo y es lo único que me alivia con el dolor.
-Me alegro que te sinceres conmigo Nate-le digo sonriéndole. Él me sonríe también y me da un castro beso en los labios. Sus besos son perfectos y me encantan.
-Es hora de vestirse-me dice levantándose de la cama. Como yo no tengo complejo a que me vea desnuda, decido quitarme la toalla y Nate me mira de arriba abajo. Decido ponerme unos pantalones vaqueros rotos que me hace más culo, una camiseta negra de manga larga con escote y unos botines. Los dos salimos de mi habitación hacía las clases y mientras vamos andando, me acuerdo del plan del viernes.
-Nate…he quedado con Dominick el viernes-le digo mordiéndome el labio nerviosa. Nate me mira como si estuviera loca y al llegar a la clase de lengua, me mete en la clase y doy gracias que estamos los dos solos.
-No vas a quedar con él-me dice serio.
-Tenemos un plan Nate, escuchame-le digo poniéndole una mano en la mejilla. Nate me mira y veo preocupación en sus ojos-He quedado con él para descubrir si él fue el chico con quien quedó Dana. Cuatro vais a estar conmigo…apartados en un coche protegiéndome y dos en casa de Dominick.
-Voy contigo-me dice rotundamente. Niego con la cabeza y le doy un beso en la mejilla para tranquilizarle.
-Nate, no se quién estará en el coche pero creo que tú tienes que ir a casa de Dominick. Tú sabes donde vive cariño.
-Os digo donde está y van dos. No pienso dejarte sola.
-Nate, puedes decir que buscas  tu hermano en casa. Vas a servir de ayuda mejor allí que conmigo-le digo con un beso en los labios-no me ocurrirá nada y aparte ¿no quieres descubrir cómo es tu hermano en realidad?
-Si quiero pero…
-Pero nada, vas a ir allí con otra persona. Yo estaré bien-le digo haciéndome la valiente pero por dentro estoy cagada de miedo. Nate asiente sin estar muy convencido del plan. Empiezan a entrar ya personas en las clases y nos sentamos en nuestro sitio. Veo que entra Clare junto a Harry y se sientan los dos delante de mi. Nate estaba a mi lado y me agarra la mano por debajo de la mesa y sonrío. Vemos que entra Lilian con su séquito de amigas pijas tontas y al ver a Nate, se le cambia la cara. Se acerca a nosotros y se para al lado de Nate.
-¿Podemos hablar en privado?-le pregunta ella a Nate. Él me mira a mí y le aparto la mano para que se vaya con ella a hablar. Los dos se van al pasillo y me quedo con mis dos amigos.
-A Nate le gustas y mucho-me dice Clare con una sonrisa. Yo pongo los ojos en blanco pero riéndome. A los cinco minutos, entra Nate y más tarde Lilian. Él se acerca a  su sitio y me vuelve a coger de la mano. Entra la profesora y empieza la clase. Cuando la profesora Margaret manda tarea, aprovecho para preguntar a Nate sobre lo que han hablado.
-Que me echaba de menos y que quería volver conmigo-me dice Nate distraído. Un miedo recorre mi cuerpo y le miro alarmada. Tengo miedo a perderlo y lo admito, Nathaniel Edevane ha hechizado mi cuerpo y mi alma, como diría Darcy.
-¿Y…qué le has dicho?-le pregunto con miedo y nerviosa. Nate se gira a mirarme y una sonrisa aparece en su cara.
-Qué ya tengo a alguien con quien estar y esa eres tú Irina-me dice sonriendo. Una gran sonrisa aparece en mi cara y le aprieto la mano.
-¿Te me acabas de declarar?
-Puede que sí. ¿Qué me dices, Irina?-me pregunta Nate con un brillo travieso en sus ojos. Yo hago que me lo pienso pero tengo la respuesta desde hace ya tiempo.
-No sé, no sé…¡claro que sí!-le digo más alto de lo normal. La profesora Margaret se gira a mirarnos con cara de pocos amigos. Nate y yo nos disculpamos y cuando baja la mirada, Nate y yo nos reímos. Está dicho, Nate y yo somos pareja.
Las clases pasan más rápidos de lo normal y cuando acaba, Nate y yo nos vamos a comer algo. Nate escoge un filete con patatas y yo unos macarrones con queso. Nos sentamos en la mesa donde está Harry, Clare, Thomas y Diana.
-¿Y los demás?-pregunto curiosa cuando me siento al lado de Diana.
-Adam se encuentra un poco mal y Michael le está cuidando-dice Thomas subiendo y bajando las cejas. Mis amigos y yo nos reímos y charlamos animadamente hasta que Nate, se levanta de la silla con el vaso en sus manos.
-Bueno chicos escucharme, muchas gracias por todo esto y cuando acabe esta mierda de discurso, quiero aplausos eh-dice de broma. Mis amigos se aguantan la risa y Nate me coge de la mano-Irina y yo estamos saliendo, me he dado cuenta que ella me encanta y bueno, nuestros encuentros son increíbles…bueno a lo que iba, me he declarado por fin y ya-dice Nate sentándose y mis amigos estallan de la risa y aplauden.
-Ya era hora-dice Harry dándole una palmada en el hombro. Yo pongo los ojos en blanco y cuando Nate me da un beso en la mejilla, me sonrojo.
-Pero bueno, no sabía que Irina tuviera sentimientos-dice Thomas de broma. Yo le tiro una bola de papel y le da en la cabeza. Él me mira como si le hubiera hecho daño-y es hasta agresiva. Madre mía Nate, te llevas una joya como novia-dice riéndose. Estallamos de la risa y la verdad es que me divierto mucho con ellos. Me recuerdan a cuando estaba con Elizabeth y Jordan. Ellos no bebían y la verdad es que me ayudaron demasiado. Necesito a ver a Elizabeth y quiero que ella conozca a Nate.
-Nate, ¿te vendrás conmigo en acción de gracias a California?-le digo cuando acabamos de comer y nos dirigimos los dos a su habitación. Nate se lo piensa y asiente con la cabeza.
-Vale pero tendría que ir el viernes. El jueves ceno con mi familia en Nueva York-me dice abriendo la puerta. Los dos entramos y me tumbo en su cama.
-Vale. Es que necesito que conozcas a mi mejor amiga de allí-le digo entusiasmada y Nate se empieza a reír. Se tumba a mi lado y me empieza a besar el cuello. Yo empiezo a gemir y me subo encima de él. Los dos nos besamos apasionadamente mientras nos quitamos la ropa y nos fundimos los dos en uno solo. Nate y yo por fin juntos y gozándolo. Los dos llevamos al orgasmo a la vez y nos tumbamos. Me quedo dormida enseguida abrazada a Nate y con una sonrisa de felicidad después de muchísimo tiempo.

Atracción FatalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora