Capítulo 3

2.6K 121 4
                                    

- Ana:_ A quién no querías lastimar?
- Amenhotep:_ Amm.. Bueno.. Yo.. No te lo puedo decir aquí, me acompañas al jardín real por favor?
- Ana:_ Está bien.. - primera vez que veo al príncipe tan preocupado -

Fueron al jardín...

- Ana:_ Y bien.. Qué es lo que ocurre?
- Amenhotep:_ En primer lugar, esto que te voy a contar no se lo puedes decir a nadie más, entendido?
- Ana:_ No se preocupe, no lo haré.
- Amenhotep:_ Perfecto; lo que pasó fue lo siguiente.. Yo estaba entrenando con Masud, como cualquier día normal, pero de repente él me empezó a molestar..
- Ana:_ Molestar? Sobre qué? - preguntó curiosa -
- Amenhotep:_ Sobre una chica.. - no le puedo decir que es ella, eso sería una humillación -
- Ana:_ Una chica..? - será que el príncipe estará enamorado...? No, no puede ser, él es demasiado arrogante para estarlo.. Aunque aún así me gusta.. - * pensó un poco descepcionada *
- Amenhotep:_ Sí, y yo me enojé tanto.. Que al final terminé por agarrar mi espada y declararle la guerra a mi propio hermano.. Y él intentó defenderse, pero sinceramente cualquiera sabría que yo sería el ganador de esa batalla, puesto que soy el mejor guerrero entre todos..
- Ana:_ - Ni siquiera en estos casos deja su orgullo de lado.. por Dios.. Es igual que el Rey.. -
- Amenhotep:_ Y como era de esperarse, con toda la furia que tenía, herí a Masud en su tobillo y éste no paraba de sangrar, hasta dejarlo sin fuerzas, permitiendo que él cayera al suelo desmayado.
- Ana:_ Por Dios!
- Amenhotep:_ Por cuál de todos? Tenemos a Isis, Osiris, Ptah... Entre muchos otros más, cuál eliges?
- Ana:_ Hasta cuando tu hermano está al borde de la vida y la muerte, TÚ BROMEAS CON ESO?!
- Amenhotep:_ Yo no estoy bromeando, TÚ eres la que lo tomó como una broma.. Además, hablando de la vida y la muerte.. Podemos orar a Anubis, ya que él es el Dios de la muerte..
- Ana:_ O simplemente orar al único Dios que verdaderamente existe, para que tu hermano se recupere.
- Amenhotep:_ Y cuál es el nombre de tu supuesto “Dios”?
- Ana:_ No necesitas saber su nombre para creer en él, es el Todopoderoso y debes tener fe en que Él cuidará a tu hermano, no como esos simples Dioses paganos...
- Amenhotep:_ Y desde cuándo me hablas de tú a tú, no olvides que soy el príncipe de Egipto y por lo tanto.. Tu superior..
- Ana:_ Un superior que atenta contra la vida de su propio hermano? No me hagas reír..
- Nefertari:_ Qué dijiste?!

-Mientras en el Templo (lugar donde estaban cuidando de Masud) -

- Ramsés:_ Y cómo está mi hijo?
- Paser:_ Va de mal en peor, creo que debemos hacer unas ofrendas especiales para los Dioses, para que no se lleven a mi nieto tan pronto al mundo de los muertos.
- Ramsés:_ Por supuesto que haré todas las ofrendas necesarias junto con todos los Sumos Sacerdotes más próximos del Alto y Bajo Egipto. Pero hablando de Sacerdotes, no ví por ninguna parte a tu asistente.. Acaso piensa que hay algo más importante que salvar la vida del príncipe de Egipto?!
- Paser:_ Por supuesto que no señor, de hecho, envié a Simut a hacer oraciones especiales en los templos más prestigiosos de todo Egipto.
- Ramsés:_ Perfecto, bueno.. Debo retirarme, tengo que atender algunos asuntos reales, pero volveré pronto para saber cómo sigue Masud.
- Paser:_ Muy bien, Soberano.

Ramsés le dio un beso en la frente a su hijo y se retiró del Templo

- Jardín Real -

- Nefertari:_ Qué dijiste, niña insolente?!
- Ana:_ Lo que usted oyó, su hijo fue el que hizo que el príncipe Masud esté en cama en éste mismo momento.
- Nefertari:_ Cómo te atreves a hablar así de mi hijo?!! Amenhotep, dime que lo que dice esta hebrea inmunda no es verdad, DIME QUE NO ES VERDAD! - dijo la reina enojada y a la vez con tristeza -
- Amenhotep:_ Pues.. En realidad sí lo es pero..- interrumpido -
- Nefertari:_ ATENTASTE CONTRA LA VIDA DE MASUD! TU HERMANO!


La reina no pudo controlar su tristeza y se echó a llorar en pleno jardín, no solo por lo que le había pasado a Masud, sino por el miedo de lo que podría llegar a pasarle a Amenhotep si el Rey se llegara a enterar de eso, podría hacerse un juicio por haber cometido semejante traición..

- Nefertari:_ Y se lo contaste a esta esclava, pero no se lo contaste A TU PROPIA MADRE? - gritó llorando - O acaso ya no confías en mí?
- Amenhotep:_ Confío en mi madre, pero no confío en la Reina.
Cuando era pequeño, siempre que yo hacía algo malo te lo contaba, por más grave que sea, pero tenía la certeza de que no le hibas a decir nada a mi padre, y así era. Pero después dejé de ser un niño al cual nunca lo regañaban, aunque en verdad siempre hacía las mismas travesuras, por dentro yo no cambié.. Pero tú... Tú sí lo hiciste, empezaste a decirle a mi padre todo lo que alguna vez fue nuestro secreto, ya no podía compartir nada contigo, tú ya no tenías tiempo para mí, y.. Yo ya no tenía historias para tí; ninguna de las travesuras que cometía me parecían divertidas, porque ya no tenía a nadie con quien compartirlas. Y después llegó Masud, ese día parecía que el sol volvía a brillar para mí, sentía que por fin tendría un compañero para hacer mis hazañas y que ésta vez, no lo perdería... Pero me equivoqué, cuando el nació yo ya había desaparecido completamente del mapa para tí y para papá, y en ese momento ustedes dos solo se fijaban en él y en nadie más. Recuerdo que cuando destrozé la vestimenta del tío Disebek, nadie me regañó, de hecho, ni siquiera se dieron cuenta de que lo había hecho, solo estaban interesados en ver lo que hacía su “Querido príncipe Masud” quien ni siquiera sabía hablar aún.
Y ahora, que por fin creí que había encontrado a alguien que sí merecía mi atención, y decido contarle con lujo de detalle todo lo que pasó en la sala de entrenamiento; resulta que esa persona me traiciona de la peor manera posible - miró a Ana - en fin, creo que en este palacio no se puede confiar en nadie, o peor, EN LA VIDA no se puede confiar en nadie.

 Y ahora, que por fin creí que había encontrado a alguien que sí merecía mi atención, y decido contarle con lujo de detalle todo lo que pasó en la sala de entrenamiento; resulta que esa persona me traiciona de la peor manera posible - miró a Ana -...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El príncipe se retiró del jardín real, mientras que Ana y la Reina se quedaron en estado de Shock intentando analizar todo lo que había dicho Amenhotep.

Hasta que por fin Ana comprendió por qué el príncipe es tan frío en algunas ocasiones, y todo era por el simple hecho de que nunca le dieron el cariño que él precisaba y por lo tanto.. No sabía demostrarlo..

Continuará...

Entre El amor y El odioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora