un gran paso para éste hombre

1.9K 291 94
                                    

María despertó y se alistó lo más rápido que pudo para ese viernes ya que su pequeño se iría de campamento.

Cuánto no deseaba ponerlo dentro de un cristal y que nunca saliera de ahí, cuidarlo y que nadie lo toque o lo vea, pero eso le parecía muy cruel, su niño debía crecer y disfrutar.

~eso es lo mejor ~ trató de convencerse

Sin tanto ánimo, pero fingiendo una gran sonrisa bajó a desayunar; encontró a Oliver poniendo la mesa junto a Jarvis.

- Buenos días, señora Stark – saludaron ambos rubios

- Buenos días, ¿Dónde está Tony?

- Está terminando de alistar su mochila

- ¿No lo ayudarás? – preguntó preocupada

- Le hice una lista de lo que debería llevar y si algo se le olvida, lo tendré yo en mi mochila.

María no dejaba de decirse que aquel rubio era perfecto para cuidar de Tony.
Minutos después el castañito bajaba a toda prisa las escaleras, con una sonrisa se sentó para desayunar.

- Buenos días, mamá.

- Buenos días, Tony. ¿Ya está todo listo?

- Sip - respondió risueño

Oliver tomó asiento al lado de Tony.
Desayunaron mientras María preguntaba sobre la vida de Oliver y éste respondía como si en verdad hubiera vivido lo que contaba.
Al terminar, Howard apareció, con un traje puesto, pero con ojeras bajo sus ojos.

- Buenos días – fue lo único que dijo

- Buenos días, ¿No dormiste bien, querido? – Howard no respondió, pero sí se quedó viendo al rubio – oh, él es Oliver Stevens, el niñero de Tony.

- ¿Stevens?, ¿niñero? Ah, sí, sí, ya sé de qué va esto… - se sentó con un gesto de desagrado

- Señor Stark, es un placer conocerlo, yo…

- Guárdate las cordialidades. ¿Porqué nadie me dijo que Tony se iría?

El castañito tragó en seco y bajó la mirada

- Porque sabía que te negarías – respondió María.

Howard dirigió una mirada a Steve y vio una tonalidad rojiza brillante tras sus gafas.

- No dije que no podía ir. Pregunté el porqué no me lo habían dicho.

Tony levantó la mirada sorprendido.

- Entonces ¿Puedo ir?

- Sí, Tony. Al menos estarás con… Oliver

- Lo cuidaré muy bien, señor. Es una promesa.

- Eso es suficiente para mí.

Tony bajó de sus silla y corriendo, abrazó a su padre.

- Gracias, papá. – Howard correspondió al abrazo

- Te quiero, Tony. – dijo, algo seco y nervioso

El castañito alejó el rostro de su pecho y con la sonrisa temblando, soltó un jadeo mientras sus ojos se volvían acuosos.

El corazón de todos los presentes se apretó un poco y Jarvis no desaprovechó el momento para tomar una fotografía.

- Vamos Tony, debo decirte algo – Howard se levantó y tomando la mano de Tony salieron a los jardines.

A María se le escapó una lágrima qué inmediatamente limpió.

- Howard nunca le dijo lo que sentía.

no le temas a la oscuridad - Stony Donde viven las historias. Descúbrelo ahora