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Desde aquel día en que hablé con Carla no fui a Louvre más.

Había pasado ya una semana, y en clase me distraía cada vez más.

- ¡Ni pensarlo voy a dejar mis visitas diarias solo por ese retrasado!- dije dándole un golpe a la mesa.

Fue entonces cuando oí varias personas mandándome a callar.

Olvidé que estaba en la biblioteca.

Salí de ahí corriendo y dirigiéndome a mi lugar favorito.

"Como me lo encuentre te juro que lo mato..." pensé en mi cabeza mientras entraba en la puerta del museo.

Iba a dirigirme a ver la escultura del amor de Psique. Ahí seguro no habría nadie y podría relajarme tranquilamente y admirar los alrededores.

El pasillo estaba totalmente vacío, normal, un lunes y a una temperatura glacial. Cualquier loco vendría aquí.

Cualquier loco como yo y el.

Espera...

¿¡Él!?

Vuelve sobre tus pasos Hera, vuelve.

- Veo que por fin vienes...- Oí a mis espaldas desde la distancia.

Me di la vuelta lentamente y vi su ancha espalda.

- Si, y lo mismo que he venido me voy- iba a seguir mi camino pero entonces volvió a hablar.

- ¿Sabes? Me pareció raro que no hayas venido en toda la semana- Oí como sus zapatos se acercaban a mi.- Y la verdad que después de esa "conversación" que tuvimos, he estado dándole vueltas en mi cabeza...

Le encaré y arqueé una ceja.

- Creo que te debo una disculpa. No es propio de mi parte haberte tratado así e incluso haberte subestimado...

- ¿Qué...?

- Me has oído perfectamente, no voy a repetir lo mismo dos veces.

- Emm, si. Bueno la verdad es que por un momento pensé que eras gilipollas- Su cara obtuvo un semblante molesto- pero tus disculpas se ven sinceras y veo que te costaron. Así que, supongo que te perdono...

- Bien, ha sido un placer entonces.- Iba a irse de aquella sala.

Bueno... ahora que no es tan malo, quizás mi crush pueda seguir.

- ¡Oye! - corrí hasta alcanzarlo- ¿Quieres ir a tomar un café?

Me miró de arriba abajo y alzó una ceja.

- ¿Una cita?- una sonrisa socarrona se formó en su cara.

- ¡C-claro que no!- me sonrojé totalmente, "no tiene pelos en la lengua" pensé - Una salida de amigos, ¿sabes? Se nota que no eres de Paris y no creo que conozcas la mejor cafetería de toda esta maravillosa ciudad.

El albino se quedó pensativo.

- Está bien, espero que lo de buena cafetería sea cierto.

- Sin dudarlo dos veces...

Sonreí y sentí su mirada en mi.

The Louvre |• Carla Tsukinami•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora