Me puse un vestido negro ceñido que, desgraciadamente, marcaba absolutamente mi silueta, aunque tampoco fuese nada del otro mundo.
Mi pelo castaño me lo dejé largo y solamente me coloqué una pinza de perlas a un costado.
Odiaba calzar tacones, pero igual tuve que hacerlo.
Cogí mi abrigo y me lo puse.
Me despedí del Señor Norris y baje las escaleras hasta llegar abajo donde se encontraba Carla.
Mi boca se abrió ligeramente cuando vi lo guapo que iba.
Ahora no llevaba ninguna bufanda, raro, y encima llevaba una camiseta blanca con unos pantalones negros que le ajustaban a la cintura. Esta iba acompañada de una corbata negra y unos zapatos negros también. Llevaba un abrigo negro y largo.
Pero se veía tan sumamente guapo...
- Vas preciosa- me tendió su brazo para tomarlo.
- Gracias tú igual Carla...
Fuimos al restaurante en limusina y cuando llegamos allí se encontraba su hermano y Yui.
- ¡Hola! Tú debes de ser Hera, yo soy Yui, un gusto.
Por Dios que mujer tan Preciosa. Nunca había visto a una chica de mi edad tan dulce y bonita.
- ¡El gusto es mío Yui!
Luego se presentó un peli-salmón que cuál llevaba un... ¿parche y gafas? Pero sus ojos eran igualitos a los de Carla. La verdad es que eran muy parecidos.
- ¡Hola Hera! Yo soy Shin, el hermano de Carla y por lo tanto, el más guapo de la familia.
Solté una carcajada.
- ¡Encantada Shin!
Nos sentamos todos en la mesa y vi como Carla se quitaba el abrigo y lo colocaba en un perchero cerca de donde estábamos.
Mis ojos inconscientemente se fijaron en su trasero. Por Dios que grande y bonito lo tenía...
¡Hera! Concentrate.
Al cabo de unas horas, es cuando decidí sacar el tema.
- Bueno... ¿me puedes explicar ya todo lo que me querías decir Carla?
El se puso nervioso y carraspeó.
- Emm, si claro. Bueno como ya sabes mi hermano y yo somos fumadores, eso quiere decir, que somos la raza más fuerte. Hay varias familias, donde una de ellas entran los vampiros. Pues básicamente nosotros poseemos la sangre de cada familia y el poder de ellas, ¿Entiendes?
- Si perfectamente, pero... ¿Y Yui?
Esta vez su hermano habló.
- Básicamente, como tenemos también la necesidad de beber sangre, pues tenemos a Yui como recipiente aunque también nos sirve para...
Carla calló a su hermano.
- Para algo de lo cual ahora no te voy a hablar porque montaras un espectáculo. Cuando llegues a casa, te hablaré de eso con más tranquilidad...
Eso en parte me ofendió, pero tampoco iba a obligarle porque, desde que me dijo eso de que era un fundador, le tengo algo de miedo.
Las horas pasaron muy rápido y Carla decidió acompañarme a casa.
- Ha sido una noche maravillosa... Yui es un auténtico ángel y tú hermano es un amor.
- Si Bueno, cuando quiere...
Me reí ante su respuesta.
- Los hermanos son hermanos...
Cuando llegamos a mi piso le obligue a que subiera.
Nos dirigimos a mi cuarto y me tumbé en la cama.
Le di unas palmaditas al sitio que se encontraba a mi lado para que el se tumbara también.
- ¿Por qué Yui...?
El soltó un suspiro.
- Hera, tengo una enfermedad... se llama Endzeit, básicamente solo afecta a los fundadores y... puedo morirme por ella.
Mis ojos se abrieron como platos y me senté en la cama para mirarle fijamente a los ojos.
- Si bebo la sangre de Yui, a parte de otorgarme fuerzas, me ayuda a quizás poder curarme de ella pero... no creo que eso pase.
- Carla, dime que te estas quedando conmigo, que es una broma.
No puede ser verdad...
ESTÁS LEYENDO
The Louvre |• Carla Tsukinami•|
FanfictionHera amaba su ciudad, París. Carla amaba viajar a ella. Ambos visitaron el Louvre ese día. Y fue justamente en ese momento cuando "transmitieron los latidos de su corazones, los cuales, hicieron bailar a todos." ------------ ¿Qué pienso hacer libros...