Me sentía agotada y algo dentro de mi realmente no quería volver a la universidad, me sentía abrumada y lo peor del asunto es que desconocía el motivo, sabía que en algún momento mi vida tenía que regularizarse pero no contaba con que fuera tan pronto, el tiempo se había pasado volando.
Ya había pasado un mes después de aquel suceso, donde varias cosas estuvieron pasando conmigo.
Me sentía tan diferente, cambiada.
Y por supuesto que no ayudaba lo último acontecido en mi vida, es decir, tenia tan mala suerte que ya dejaba de esperar y hacerme expectativas de un buen día, ese sueño que tuve solo me corroboró que no estaba bien pero aún así me encontraba a menos de un kilómetro de distancia de lo que es mi instituto.
Suspiré recordando lo qué pasó en la mañana.
Grité, levantándome de golpe de la cama y abrazándome a mi misma con los brazos que dolía al ejercer fuerza, eso solo me hizo extrañarme por lo que dirigí mi vista hacia mis pálidas extremidades que me producían malestar y me alarme al detallarles, dentro de la oscuridad podía notar rasguños en mis antebrazos y pequeñas gotas de sangre bajaban como una imperceptible cascada, me había auto lastimado mientras dormía por lo que al momento de ver entrar a mamá con apuro a mi cuarto seguida de papá, no hice más que taparme aquellos signos de violencia con la cobija que por suerte era un tanto oscura, esperaba que no lo notaran pues de ser así se vendría una avalancha de cuestionamientos y respuestas incrédulas, había estado tan mal que no necesitaba ser un genio para deducir que ellos pensarían me hice daño a propósito, no era ese tipo de persona y loca no estaba.
Después de un rato en el que ya no había rastro de lágrimas alguno ambos se encaminaron a su habitación no sin antes preguntarme si estaría bien, faltaban un par de horas para que la hora de entrada a clases llegara y solo esperé a que salieran de mi cuarto para levantarme y arreglarme.
Ahora vestía una sudadera blanca que me hacía sentir brutalmente tonta pero sin duda acalorada, aunque el sol no estuviera muy fuerte, tenía suerte en eso al menos.
Lo ocurrido me tenia pensando, ¿me estaba volviendo loca?, dios no lo quiera.
Estaba muy cansada pero no tenia ni la mas mínima pizca de ganas de dormir, ni cuerda.
A lo lejos lograba distinguir el tumulto de estudiantes yendo directamente a lo que es la enorme institución, ahora me atormentaba pensando en lo duro que sería seguir con este nuevo ciclo, yo siempre me había esforzado con mis notas pues un requisito para poder permanecer en algún club eran las calificaciones arriba de los regulares, en pocas palabras no debía tener menos de un nueve en las asignaturas y eso sí que era asfixiante pues a pesar de ser sólo mi segundo año y estudiar la carrera que me apasiona no era del todo fácil encontrar una vacante en esos exigentes clubes que nos brindaba la universidad.
Era estresante pero me gustaba, y ahora saber que todo mi esfuerzo se fue al carajo me dejaba pensando más de la cuenta, tal vez solo debía estudiar la carrera como cualquier estudiante normal y dejarme de cosas, no mas buscar otras alternativas, aunque me apasionara.
Doblo a la esquina siendo más notorias las personas que se aglomeraban en la entrada causándome retorcijones en el estómago, estaba poniéndome nerviosa como el primer día de escuela y... era el primer día de escuela del año, Dios. Que despistada.
Realmente no busco llamar la atención, solía ser una persona introvertida con personas ajenas a mi y por eso no me sorprende que muchas personas ni si quiera volteen a verme o noten mi presencia, solo era notable cuando estaba con mis amigas quienes si eran muy conocidas por estos lugares, no era algo que me molestara pero siempre prefería esa soledad que me acompañaba cuando estaba sin ellas.
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𝐉𝐞𝐨𝐧'𝐬 𝐌𝐨𝐧𝐬𝐭𝐞𝐫; JJK [+18]
Фэнтези"Cada que en las noches no consilio el sueño Gguk viene y me duerme con un cuento, él es mi amigo y prometió jamás dejarme, porque eso me haría llorar y Ggukie dijo que nunca me lastimaría". La muerte de Yami fue un pase libre a su más reciente obse...