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A JiMin aún le tiemblan un poco las piernas cuando camina por los cerrados pasillos, cada cierto tiempo regresa su mirada recordado lo lejos que se encuentra de San. Debe relajarse, YoonGi le aseguró que nada le ocurriría al niño y que estaba bien dejarlo dormir solo en la habitación, es difícil que se lastime en un lugar que está vigilado las veinticuatro horas, pero a JiMin le sigue preocupando que cuando el niño despierte se encuentre solo y se asuste. "Eres demasiado sobreprotector" Fue lo que YoonGi le dijo para convencerlo.

Sobreprotector queda corto cuando se vive como ellos lo hacen, en una situación como esa dejar las cosas como si no importasen o como si estuvieran bien es un completo error, pero JiMin no tiene la fuerza para discutir, él sigue con un pensamiento rondando por su cabeza desde hace tiempo.
Nunca le importó quien es el otro padre de San, ni siquiera se lo cuestionó la primera vez que vió la pequeña cara del recién nacido, o cuando se enteró del positivo en la prueba de embarazo. Pero ahora que sabe la verdad no puede dejar de pensar en ello ¿Por qué importa? Ya se ha hecho esa pregunta miles de veces pero ahora toma otro camino, uno que tiene miedo de recorrer. Sin embargo está seguro de que su amor por San no cambia en nada, lo ama, aún si San hubiera sido hijo de HoSeok lo hubiera amado de igual forma.

¿Qué piensa YoonGi al respecto? Desde que dejaron la habitación no han cruzado palabra alguna así que es difícil de saber, JiMin no se atreve a preguntar.

—Despues de esto...— Habla YoonGi de un segundo a otro. —Te llevaré con tu hermana.

Justo antes de que pueda preguntar o decir algo escucha una puerta abrirse y la mano de YoonGi sobre su espalda incitándolo a entrar. Su vista tarda en acostumbrarse a la nueva luz de la habitación y queda aturdido por esta un par de segundos, los suficientes para tambalearse un poco. Su desconcierto desaparece cuando por fin cae sobre una silla y escucha un par de murmullos alrededor como si estos estuviesen bajo el agua.

—¿Estás de acuerdo con eso?— La voz poco conocida le pregunta y él salta un poco en respuesta, realmente no entendió nada. Hay una sonrisa amable y después una mano se posa sobre su hombro. —Estaba explicando que...

—Necesitamos tu permiso para darte una droga.— interrumpe YoonGi. —Lo único que hace es hacerte decir la verdad.

—¿Creen que no diré la verdad?

—Puedes negarte.— La voz amable regresa proporcionando calma al pesado ambiente. —Hay algunos efectos secundarios, así que no es obligatoria tomarla. Pero si lo haces te dará más credibilidad.

—¿Cuáles efectos secundarios?

—Quizás no podrás dormir, tendrás dolores de cabeza un par de semanas, afectará un poco tu concentración.—JiMin mira a YoonGi con atención preguntándose si él está haciendo un esfuerzo por explicárselo. YoonGi piensa que JiMin es un idiota, y aunque no está muy lejos de la verdad sabe que ese pensamiento lleva años con YoonGi. —O puede ser lo contrario, dormirás más un par de días, puedes desarrollar algo de ansiedad y depresión. Son efectos secundarios, pero cada persona lo recibe distinto.

No tuvo que pensarlo mucho para darse cuenta de que tendría que aceptarlo, si lo hace decir la verdad entonces significa que cada pensamiento o recuerdo quedaran expuestos para ellos, no ocultará nada y tiene un poco de miedo de lo que puedan hacer. Si bien ellos saben lo que quieren JiMin no tiene ni idea del porque buscan a los refugiados con tanta insistencia, son solo personas que intentan vivir. Cuando está dispuesto a tomar una decisión alza la mirada encontrándose con YoonGi.

—Será más fácil si lo haces.— JiMin apretó los labios. —Aunque si no aceptas igual yo sabría si mientes o no.

—¿Puedo pedir que no hables durante todo esto?—YoonGi sonríe. —Está bien, la tomaré.

Inmundo »YoonMin« #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora