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—¡¿Por qué mierda no me dijiste que encontraron a SeokJin?!—JiMin entra gritando al departamento, y es una suerte que justo enfrente se encuentre YoonGi. La rabia le sube por el estómago y sin darse cuenta lo empuja con fuerza hasta casi hacerlo caer. —¡¿Por qué no me contaste lo de Mon?!

Bien, él había estado tranquilo los últimos dos minutos, pensó en como hablar pacíficamente con YoonGi para aclarar las cosas, pero conforme se acercaba al departamento su enojo crecía pensando en que YoonGi realmente es un mentiroso. YoonGi no le iba a contar nada de SeokJin ¿o si? YoonGi lo tuvo viviendo en una burbuja alejado de los suyos, como si JiMin estuviera encarcelado.

¿Acaso esa era su cárcel? HoSeok lo dijo poco antes de llegar al departamento; JiMin no puede salir sin supervisión, no puede tomar a San y llevárselo, y JiMin no puede recibir llamadas directas. No, en definitiva que es su cárcel, una cárcel pintada de hogar para que no moleste. Y YoonGi nunca se lo dijo, YoonGi disfrutó teniéndolo como un idiota todo ese tiempo.

—Puedo explicarlo— Dice YoonGi manteniendo la calma, claro, él siempre mantiene la calma. Toma a JiMin por los hombres pero este se aparta. —Es más complicado de lo que piensas...

—¿Complicado? ¿es tan complicado entender que estoy preso?

—Si ¿la cómoda cama, la televisión, la cocina y la calefacción no lo dejaron claro?—YoonGi respira profundo. —Créeme, esta "cárcel" es mejor que cualquier otro lugar a donde se te ocurra ir.

—¡Me hiciste creer que podía irme en cualquier momento!

—Lo hice para evitar esto, si te
decía la verdad nunca lo aceptarías.

—¿Y mentirme es mejor?

—Si.—JiMin se prepara para volver a gritar, pero tan pronto abre la boca YoonGi lo calla. —No te conté lo de Kim porque ese no es tu asunto. Tú no tienes nada que ver en lo que ocurre ahora, y hasta que todo esto termine debes permanecer aquí.

JiMin está demasiado molesto como para escuchar razones, y menos las razones de YoonGi. Fue idiota de su parte pensar que Min se preocupaba por él y su familia, el sucio solo estaba haciendo su trabajo: Ser su niñera y encerrarlo sin que se diera cuenta.

Detesta las mentiras de YoonGi. Detesta pensar que YoonGi lo quiere, que quiere a San, porque no es verdad, YoonGi solo hace su jodido trabajo y JiMin es tan idiota como para dejarse llevar.
YoonGi no lo quiere, solo hace su trabajo. Vaya sorpresa.

—Dijeron que me dejarían libre.— Su voz tiembla, y en serio lo odia.

—Es más complicado de lo que piensas.—YoonGi lo toma de los hombros y lo abraza. —JiMin, te prometo que cumpliré lo que prometí, pero dame tiempo.

JiMin lo empuja tan lejos como puede y se adentra al departamento, no tiene tiempo de pensar bien, su cerebro trabaja al mismo paso que sus piernas. Cuando llega a su habitación entra de golpe y se encuentra con su pequeño San escondido debajo de la cama. ¿la discusión lo habrá asustado?

—Ven.— Dice mientras lo toma en brazos. —Nos vamos.

—¿Qué?— Pregunta YoonGi quién había estado siguiéndolo. —No pueden irse.

—Puedo hacerlo, los sucios dijeron que si cooperaba sería libre, y cooperé, así que no tienen derecho a encerrarme.

Camina tan rápido como puede atreves del pasillo, ni siquiera quiere imaginarse el rostro de su niño, sabe que debe estar un poco asustado por la situación, pero no puede hacer más, en ese momento solo está concentrado en una cosa; no ser un prisionero. Y no confiar en lo que sea que diga YoonGi.

Inmundo »YoonMin« #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora