VERDADES INCIERTAS (OFICIAL)

Capítulo VIII

Por si acaso wattpad no les avisó, hay un capítulo antes que este les amo y gracias por su apoyo💗

Kalla

Luego de haber bajado de la azotea me dirigí directamente a la clase de biología. Un minuto más y llegaba tarde.

Ese día tenía exámen, Alba ya me estaba esperando en el sitio de siempre.

Ella está que se come las uñas por hacerme preguntas de lo que sucedió pero no lo hace, porque la profesora comienza a repartir las hojas del exámen mientras va explicando las normas que me se de sobra, nunca he tenido otra profesora de biología en toda mi secundaria.

Sin darme tiempo a dar vueltas a las últimas palabras de Zane decido concentrarme en poder aprobar, aunque se de sobra que me resultará complicado.

Ni siquiera se porque dijo esas palabras, ¿él sabe algo? Por Dios, debo de dejar de ser estúpida que puede saber él, además de que tema, lo hizo solo para asustarme.

Sí, eso, asustarme aunque claramente no lo consiguió, solo despertó en mi dudas incoherentes.

No juegues con fuego...

Sus palabras vuelven a resonar en mi cabeza, ¿fuego? ¿significa qué no debo meterme con él?

Podrías salir muy lastimada...

¿Lastimada?

Porque yo se todo, Kalla.

¿Todo? ¿Qué clase de acertijo barato es ese? Aunque puede saber de mí plan o de los que sucedió, es imposible, es mi vecino hace tres días.

- Les quedan diez minutos - la voz de la profesora me hizo despertar de mis pensamientos.

Mierda, diez minutos, y mi hoja sigue en blanco me he quedado pensando como una idiota.

Puedo ver por el rabillo de mi ojo a Alba quien ve mi hoja con las cejas fruncidas seguramente pensando en porque no he contestado nada aún, por lo que empiezo a llenar mis casilleros rápidamente, menos mal que si he estudiado.

- ¿Te encuentras bien? - susurra mi amiga.

- Sí - ahora soy yo quien susurra.

- Bien, date prisa.

Unas manos con uñas de color rojo intenso dan un golpe seco sobre nuestro escritorio provocando que ambas nos sobresaltemos, o más bien, que todo el salón de clase lo haga.

- ¿Se puede saber de qué están hablando señoritas? - la profesora Shulman nos fulmina con la mirada.

- Lo sentimos - se apresura a decir Alba.

- Un cuchicheo más y tendrán desaprobado el examen. - se da la vuelta y yo bufo, que mujer más exagerada.

Pero para mí mala suerte, escucha mi sonido de queja.

- Algo que aportar señorita Ferrer, creo yo que no le conviene desaprobar ¿o sí?

Me quedo en silencio, no porque no tenga que contestar, no quiero problemas.

- Aja, eso creía yo, quedan cinco minutos.

Luego de la fastidiosa clase, ya es hora de regresar a nuestras casas. Menos mal, porque ya no aguantaba un segundo más en esa escuela.

Me apresuré a salir porque no quería encontrarme con nadie, ni tampoco quería preguntas de mi amiga. Así que empecé a andar rápidamente, quería tener un momento a solas para sumergirme en mis pensamientos que me estaban ahogando.

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Los gritos de la parte de abajo de mi casa me despertaron, miré el reloj y marcaban las 00:30 de la madrugada.

Hacia horas había llegado del instituto, luego de cenar con mi familia me dispuse a dormir, el día había sido bastante agotador para seguir soportantando otra situación inesperada.

Los gritos de mis padres se empezaron a intensificar pero no podía descifrar de qué discutían, hacía mucho que no lo hacían.

Salí de mi cuarto de manera sigilosa para poder llegar a las escaleras y de allí poder oír mejor.

- Baja la voz Clarisse, si sigues así todos se enteraran.

- ¿Qué baje la voz Sthepan? ¿Acaso no entiendes el peligro que estamos corriendo?

¿Peligro? Esto tiene que ser una broma.

- No estamos en ningún peligro, entiéndelo.

- ¡Joder!, es que son ellos date cuenta.

- Dios, ¿cómo sabes que son ellos? Dime, dime Clarisse - la voz de mi padre se tornó más fuerte.

- Sus putos nombres, la cantidad que son, son tres Sthepan, tu y yo sabemos que eran tres.

Mi padre da una respiración de cansancio antes de volver a hablar.

- Eso no prueba nada.

- Son hijos de esa zorra, entiéndelo.

- Ni si quiera conociste a sus hijos, de que demonios me hablas.

<< Tu misma escuchaste que se dedican a los negocios, que son médicos. Si fueran hijos de ellos, hubieran seguido el legado familiar.

- ¡Por favor! Hasta un ciego ve más que tu, las cosas están claras sobre la mesa.

<< Tu también escuchaste que sus padres están muertos, y escuchaste como preguntaron sobre el color de ojos de esa mocosa.

Mis ojos se abren en sorpresa, ¿yo qué tengo que ver con todo esto?

- Clarisse, eso no demuestra nada, y si lo fueran no saben absolutamente nada, no hay manera que lo sepan.

- Es que...

- Es que nada, vamos a dormir.

Ante ese comentario, subí rápidamente a mi habitación para que no me descubrieran.

¿Por qué mamá está tan preocupada? Y sobre todo, ¿qué tienen que ver los Kass sobre esto?

¿Esto tendrá alguna conexión con lo que me dijo Zane?

Más dudas surgen en mi mente.

Dudas que no me dejaran conciliar el sueño.

Y dudas, que tengo que darles una repsuesta.

*

Bueno creo que hoy no dejaré nota, solo disfruten y no me corten la cabeza por dejarles acá con dudas, bai.