Otro trauma más

44 3 21
                                    

Napoleón durante la noche no podía dormir por pensar como se tomarían el asunto de una enfermedad que le va a impedir desarrollarse bien y la anemia que trae consigo, había sumado otro trauma a su existencia.

Napoleón: Por qué me suceden estas cosas tan raras? Ya me he secado de tanto llorar el día de hoy.

El menor se miró en el espejo de su baño, se veía bastante demacrado, pálido y con ojeras.

Napoleón: Ahora esta enfermedad me va a afear más.

Él se durmió de repente, sus Padres lo tuvieron que despertar antes de que se fueran a trabajar.

Mamá: Nippy... Despierta porque tienes que desayunar y tomarte tu medicamento.

Napoleón: No iré a la escuela.

Mamá: Por qué no? Si ayer querías ir.

Napoleón: No has visto como me estoy afeando? La anemia va a acabar conmigo.

Mamá: No te estás afeando... No digas eso.

Napoleón: Veanme... Parezco un niño todavía y tengo 16... Todos en mi aula son normales menos yo! Me tratan como si fuera un niñato.

El chico comenzó a llorar.

Mamá: Tranquilo... Sé que te sientes mal con asimilar una enfermedad pero debes cumplir con tus obligaciones de estudiar.

Napoleón: De por sí tenía cosas que me afectaban, y ahora esto... Ya entiendo porque adoptaron a Carolina, ella está sana, es bonita, tiene amigos que no se burlan de ella, ella tiene todo lo que yo debí tener antes... No es justo que ahora si se preocupen por mí, se tardaron tanto en voltearme a ver, justo cuando paso un problema igual de feo.

El menor seguía estallando en llanto.

Mamá: Tu papá y yo nos arrepentimos de no ser los padres que mereces, hasta que la señora Capone nos dijo todo lo lindo que eras y como le importas a su hijo.

El papá entraba a la habitación junto con su hija.

Papá: Nippy... Entendemos que fuimos unos tontos que nunca te preguntamos como te sientes, convirtiéndote en una esponjita que acumuló tantos problemas que no puede ni con sus pensamientos.

Mamá: Simplemente eres como una torre que se derrumbó por un sismo, el sismo son tus problemas y por guardar todo para ti.

Papá: Anda, debes desayunar y tomar tu medicamento.

Carolina solo observaba como Napoleón se sentía, a pesar de tener 5 años entendió que tan triste se sentía.

Carolina: Debes ir a la escuela, no te sientas triste.

Napoleón: Gracias Carolina.

Napoleón desayunó un yogurt con avena y después tomó su medicamento, se puso su uniforme escolar para poder irse a la preparatoria.

Mamá: Recuerda que no debes comer cosas que no vienen en la dieta.

Napoleón: Si, nada de dulces ni gaseosas.

Papá: El medicamento te toca a las 2, tomalo cada 8 horas, llevatelo por si sales después de la escuela.

Napoleón: Si ya lo puse en mi mochila.

Mamá: Si, te encamino al metro mientras tu Papá y Carolina terminan de desayunar.

Napoleón sonrió porque por fin sabría lo que era el amor maternal.

Mientras caminaban en el trayecto al metro, Napoleón contó todo sobre lo que aprendía en la preparatoria y sobre su amigo.

Mamá: Es bueno que tengas un amigo que se preocupa por ti.

En el jardín (Al Capone x Napoleón)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora