Call 4

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-No puedes renunciar ahora- La desaprobación en su voz era aun más grande de lo que esperaba.

-Eso mismo dijo Tamara- Call suspiro y golpeó su cabeza contra el librero que tenía enfrente. 

Sabía perfectamente que no podía renunciar. No quería que ataran la magia de nadie y menos a un makaris que, a diferencia de él, no había hecho ningún daño a nadie, ni en esta u otra vida. Sin embargo, esa chica probaba los límites de su paciencia haciendo muy difícil la tarea de apiadarse de ella y tentándolo a arrojar todo por la borda.

-Pero yo no soy el problema. Es ella. 

-Creo que estas exagerando un poco. - Aaron bajó de un salto la escalera del librero. -Aquí tampoco esta.

-Dime que estoy exagerando. En la primera clase nos dejó esperando a Diana y a mi dos horas; y luego cuando finalmente apareció fue para decirnos que había habido un error, que no era una makaris y que se disculpaba por las molestias.

Call espero a escuchar la opinión de Aaron al respecto, pero este solo seguía pasando su atención de una estantería a otra escuchando atentamente y cuando el silencio se prolongo lo suficiente solo dijo "ajá" instándolo a continuar.

-En la segunda ocasión, después  de que Rufus me gritara por haberle seguido el juego a una adolescente y me jurara que no había error; volvió a llegar tarde.-Sacó un archivo del librero, leyó la pasta y lo regreso a su sitió -No volvió a decir nada sobre ningún error. Simplemente nos ignoró todo el día.- Recordó esa vez y gritó irritado. -¡Fingió estar dormida! y luego armó un escándalo porque le arroje un balde de agua.

Por fin Aaron apartó la vista de los diversos libros y archivos para dirigirle una mueca.

-Eso no estuvo bien, Call. Los profesores no pueden arrojar agua a sus alumnos cuando se quedan dormidos.

-¡Ahora te pones de su lado!- La queja de Call quedó amortiguada cuando un elemental del aire paso volando entre ambos.

-No estoy en ningún lado. Se que te es difícil, pero solo digo que deberías tener más paciencia. Todavía la noticia es demasiado nueva, puede que tarde un tiempo en digerirla. Sabes lo confuso que es.- Call lo recordaba. La tumba de Constatine, el cuerpo de Jericho, la cabeza decapitada y la horrible sensación en sus entrañas cuando el poder llego a él y se desbordo consumiéndolo todo. Claro que había sido confuso y aterrador; pero no fue exactamente solo por el hecho de ser un makaris. Además de que estaba ahí para desahogarse, no para recordar el pasado. 

-A veces me pregunto porque sigo contándote estas cosas, si se que me darás una charla moral.- Refunfuño -¿Qué dijiste que estábamos buscando?

Se suponía que Call tenía muchas tareas pendientes en las cuales trabajar y era la razón por la que se encontraba en la biblioteca del Collegium, pero cuando se encontró con Aaron volando de una estantería a otra buscando unos documentos que los profesores del Collegium le habían pedido de emergencia, las tareas que tenía pendiente las dejó para otro día.

-La minuta de la junta 3867 del 14 de enero 1998, el codex de Hambert Twain, la resolución de la asamblea 0445, y las Teorías sobre las cualidades de la tierra  de Natalie Pocket.- Recitó Aaron de memoria. Call volvió su atención al estante, que contenía las minutas; pero el orden de los números de estas estaban completamente al azar y el número comenzaba a desvanecerse de su cabeza

-Si, claro. ¿Podrías repetirlo?- Sacó una pluma de su túnica y anotó los nombres que repitió Aaron en su mano. -Esta bien, no renunciare ¿Pero, que se supone que haga?

-No lo se. ¿Tal vez empezar con algo de práctica en vez de solo teoría?- Sugirió al aire metiendo su cabeza en otro librero. -La verdad creo que eso lo deberías resolver tú.

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⏰ Última actualización: Jun 23, 2022 ⏰

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Después de la Torre de oro - fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora