Después de la Torre de oro - fanfic

Annie 1

El profesor North por fin hace su aparición en la tarima improvisada en medio del hangar y comienza a recitar su discurso preparado. Como todos los años habían colocado gradas para los aspirantes y sus familiares. Todos ya se hallaban en sus lugares y habían estado murmurando activamente hasta la aparición de profesor. Annie empezaba a desesperarse.

Esa mañana se había levantado temprano se baño, se arreglo y ayudo a su madre con los mellizos, Dereck y Lisa, que tenían demasiada energía para sus 7 años y corrían de arriba abajo por toda la casa con las agujetas desatadas. Después de toda esa odisea, habían llegado al claro donde se estacionarían los diversos automóviles, pero por ahora permanecía vació. Un rato más tarde comenzaron a llegar más personas y con ellas Zein. Llego junto a sus padres y, luego de los saludos, ambas familias se fueron a acomodar juntos en las gradas del hangar. No había tenido oportunidad de hablar con Zein a solas para contarle su sueño, y también estaba molesta por ello, pero se repetía constantemente que ya tendrían tiempo para hablar camino al magisterium.

Zein la pateo por detrás, sacandola del trance. Annie se volvió para quejarse, pero al verlo,  no pudo evitar reírse. Zein estaba haciendo lo que el llamaba, Annie el elefante. Las primeras veces que lo había hecho la sacaba de sus casillas; pero ahora era un chiste local entre ellos. Al ver que había logrado su cometido, le sonrió de regreso y abrió la boca para decirle algo, cuando una voz dentro de sus cabezas los interrumpió.

Era la señal, que tanto había esperado, se miraron mutuamente y se levantaron al unisono, su madre le lanzo un guiño y le deseo suerte, Annie asintió levemente. Ella junto con Zein bajaron las gradas hacia donde la voz se los indicaba. Los profesores los formaron, había más aspirantes de los que Annie había imaginado, por supuesto no la intimidaban, sabia que ella y Zein eran buenos y no había forma de que los dejaran afuera. Los profesores los conducieron a través de cuevas serpenteantes hasta llegar a una sala llena de mesas y, sobre estas, una hoja de papel en blanco y una pluma extraña. Todos tomaron asiento y la profesora Milagros dio su presentación del mundo mágico a todos los nuevos, que miraban maravillados la magia  a su alrededor. Annie no pudo evitar verlos como niños pequeños descubriendo la nieve por primera vez.

A continuación dieron comienzo las pruebas.  La primera consistió en escribir 2 ensayos; uno sobre el efecto del microondas en la rotación de la tierra; y otro sobre porque los gatos no son líquidos. Annie definitivamente no esperaba esto y por la cara de Zein y los demás aspirantes; la prueba tomo a todos por sorpresa. Respiró hondo, ¿Comó se suponía que esto probaría su capacidad de hacer magia? Comenzó a pensar en miles de respuestas y luego se riño a si misma. No tenia tiempo para pensar el porque, solo tenia que aprobar, así que eligió el segundo tema. Tomo la pluma y algo familiar la detuvo de escribir; pudo sentir la magia del agua fluyendo a través de esta. Ahí estaba su respuesta. Miro a Zein para decirle el truco, pero el estaba absorto en su propio ensayo. Annie se abstuvo de gritarle, no importaba si conocía la trampa o no, solo importaba que escribiera con la pluma y Zein era perfectamente capaz de hacerlo. Ya más tranquila volvió a su propio ensayo y escribió porque los gatos no son líquidos.

Todos salieron de la primera prueba preocupados, excepto Annie y Zein; ella se acerco para hablarle.

-Viste la verdadera prueba, no es así.- pregunto ella de forma cómplice.

-Qué si un elemental de agua tiene forma de gato, técnicamente es un gato liquido.- Dijo el pensativo -Eso no es justo. Los nuevos como sabrían eso, te digo que algo planean. -Annie rió, no importa cuanto conociera a Zein, siempre la tomaría desprevenida con su pensamiento lateral  y conspiraciones secretas.

Ella le explico lo de la pluma en un susurro para que los profesores no alcanzaran a oírlos. Llegaron a la segunda prueba que involucro una pared de escalar. Esta vez quien presento la prueba fue la profesora Elizabeth, todo lo que tenían que hacer era escalar hasta la cima y tocar una campana; pero habia un problema. La mitad de los puntos de apoyo estaban hechos de yeso que no soportarían su peso. Con una sonrisa, fuera de lugar, les deseo suerte de no morir.